1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

La ultraderecha alemana normaliza el lenguaje nazi

Parte de la sociedad asume cada vez más conceptos como la sobreextranjerización para atacar a los refugiados y las políticas de acogida de Merkel

Laura Alzola Kirschgens Hamburgo , 10/02/2016

<p>¿Y si vuestros hijos os preguntan qué hicisteis para evitarlo, volveréis a decir que no sabíais nada? Cartel contra la llegada de refugiados a Alemania durante una concentración de AfD frente al Museo de Artes Aplicadas de Hamburgo, el pasado 1 de noviembre.</p>

¿Y si vuestros hijos os preguntan qué hicisteis para evitarlo, volveréis a decir que no sabíais nada? Cartel contra la llegada de refugiados a Alemania durante una concentración de AfD frente al Museo de Artes Aplicadas de Hamburgo, el pasado 1 de noviembre.

AfD

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Cinco horas después de lanzar un cóctel molotov a través de la ventana de sus  vecinos, Dennis L., de 24 años, apareció en el trabajo como un día cualquiera. El explosivo, fabricado con la ayuda de dos amigos en el garaje de su casa, aterrizó bajo la cama de un niño de 11 años procedente de Zimbabwe. El menor no sufrió daños porque esa noche dormía en la cama de su madre. Durante la investigación, la policía comprobó que Dennis L., era miembro activo de varios grupos de Facebook pro-Pegida y pro-AfD, y que publicaba y compartía en la Red artículos que alertaban sobre la peligrosidad de la “llegada masiva de extranjeros” a la región, Baja Sajonia. La próxima semana, Dennis L. tendrá que explicarse en los juzgados.

El verano pasado, Alternativa para Alemania (AfD) era un partido hundido. Ahora, según las últimas encuestas, alcanza el 12% en intención de voto. Quedarían los terceros si se celebrasen unas elecciones. Nacida en 2013 como una plataforma euroescéptica en plena crisis griega, la formación resucitó porque cuando agonizaba cambió de enemigo: el euro por los inmigrantes.

Un giro a tiempo que les ha dado más impulso de lo previsto. Según un correo interno del tesorero del partido filtrado por el diario BILD el pasado 28 de enero, la AfD habría logrado reunir 3,1 millones de euros en solo un mes, desde que en diciembre de 2015 invitara a sus simpatizantes a hacer donaciones.

Durante años, las viejas corrientes ultras intentaron reunir al margen derecho del espectro político germano. Sin éxito. En Alemania la memoria histórica se vive con una especial intensidad. Ahora, sin embargo, el poder de atracción de la nueva ultraderecha no deja de crecer gracias a que el odio hacia el inmigrante aumenta exponencialmente en las redes sociales. Sobre todo en Facebook, donde el miedo a lo extraño es reforzado y jaleado, se vence la barrera del qué dirán y crece la tendencia de querer diferenciarse de la mayoría adscrita al “buenismo” y a la “corrección política”  

Del ciudadano preocupado al vecino incendiario

En las marchas semanales de Pegida en Dresde, la mitad de los participantes es mayor de 56 años y solo hay un 25% de mujeres. La última encuesta del Instituto de Göttingen para la Investigación de la Democracia también concluye que los participantes pintan negro el futuro de la República Federal. Aunque valoran positivamente su situación personal, se declaran muy preocupados por la situación del país, y la mayoría defiende que los ciudadanos, dejados en la estacada por el Estado, deben de tomar la justicia por su mano. Un preocupante 45% de los participantes se muestra además abiertamente comprensivo con “aquellos ciudadanos que pierden el control ante la situación actual y se vuelven violentos”.

La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) ha definido estos meses un nuevo tipo de autor de delitos al que llama “el vecino incendiario”. En más del 70% de los casos de ataques a centros de refugiados, los sospechosos investigados viven en la misma localidad. La mayoría de los agresores no pertenece a la escena de la ultraderecha y sólo un tercio contaba con antecedentes penales. Suelen ser personas activas en su comunidad, que temen que su pequeño mundo perfecto sea invadido y destruido por extraños.

“Es aterrador que la aceptación de la violencia esté avanzando hasta el centro de la sociedad”, dijo el ministro de Interior, Thomas de Maizière, en una entrevista en Der Spiegel la semana pasada.

Los líderes y organizadores del nuevo movimiento de extrema derecha germano dan el último impulso a quienes viven dispuestos a pasar a la acción. Según el BKA, estos últimos son sobre todo hombres jóvenes, menores de 35, que no se conforman con gritar lemas racistas y quieren dejar que hablen los hechos.

Hombres como Dennis L. o como el joven bombero Dirk. D de la localidad de Altena, en el Land Renania del Norte-Westfalia. El pasado 3 de octubre, Día de la Unidad Alemana, Dirk D., de 25 años, decidió prender fuego con gasolina al tejado sobre el piso de sus vecinos. Ante la policía, se justificó diciendo que tenía miedo de que los solicitantes de asilo fueran agresivos, “tal y como se dice en los medios”, y añadió que su pareja no hubiera querido quedarse a dormir en casa si en el piso contiguo vivían refugiados. Ahora, Dirk D. será juzgado por intento de asesinato de siete personas: la familia siria jugaba a las cartas con varios jubilados del pueblo cuando las vigas del salón empezaron a echar humo.

La desinformación, el instrumento más eficaz

La desinformación es la divulgación dirigida y consciente de una mentira que como rumor tomará vida propia y que una vez en el mundo será difícil de volver a capturar. El ascenso de la nueva ultraderecha tiene que ver con el boicot a los medios de comunicación clásicos. Cada vez más ciudadanos desconfían del rol de los periodistas encargados de filtrar las noticias relevantes. Creen que los medios tradicionales manipulan la realidad y ocultan información. Por eso, como alternativa, hay quien busca la verdad en publicaciones de Facebook de supuestos testigos directos de los hechos, en blogs ultras y páginas de noticias autodenominadas “libres e independientes del poder”.

Tenderete informativo de AfD en Weinböhl, Sajonia, el 15 de enero de 2016.

Tenderete informativo de AfD en Weinböhl, Sajonia, el 15 de enero de 2016.

El 1 de septiembre de 2015, el DortmundEcho, una web de noticias próxima al partido Die Rechte (La derecha), informaba sobre la supuesta violación de una menor de 17 años a las puertas de un centro para refugiados en Lünen, cerca de Dortmund. “Al menos cinco hombres agredieron a la chica y la obligaron a tener sexo oral con ellos”, publicaba el diario, para añadir que “ni la policía ni los medios” habían “querido informar del suceso”.

Solo unas horas después, a media tarde del mismo día, el propio DortmundEcho se veía obligado a desmentir la noticia. La policía les había advertido de que los hechos narrados “no tuvieron lugar”. El medio cedió y desmintió la noticia argumentando que daría “un voto de confianza a los cuerpos de seguridad” pero puntualizó que la redacción se mantendría vigilante para “encontrar informaciones seguras en la jungla de rumores y comunicados existente”, dejando entrever que desconfiaba de las autoridades.

A pesar del rápido desmentido oficial, para entonces el cuento de la supuesta violación ya había cobrado vida en las redes sociales, donde los rumores se reproducen, evolucionan, y en el caso ideal para quien los ha sembrado, se riegan asociados a noticias reales creciendo en veracidad aparente. Cuatro meses antes, una mujer de 17 años había sido violada en un festival de rock en la localidad cercana de Lünen. En la evolución del rumor, hubo miles de personas que asociaron en Facebook el hecho real con el bulo.

La disposición a creerse los rumores ha ido en aumento desde la Nochevieja de 2015, cuando en una plaza central de Colonia hubo un número elevado de agresiones sexuales. Desde entonces prácticamente todos los diarios locales del país han tenido que negar noticias falsas sobre violaciones cuando los bulos se han extendido por la zona. Los desmentidos de la policía y de los medios se olvidan, o son tachados directamente de mentiras ordenadas “desde arriba”, mientras los cuentos siguen haciendo efecto y dejando poso.

Quien haya leído lo que circula por la Red estos meses podrá creer que los refugiados asaltan en masa supermercados y centros comerciales de decenas de localidades germanas robando sin que nadie lo evite. Las redes están llenas de historias según las cuales decenas de solicitantes de asilo se llenan los bolsillos de alimentos sin que los dependientes del supermercado intervengan. Hasta ahora, la policía y todos los dueños de los establecimientos supuestamente afectados han negado y desmentido todos y cada uno de los bulos. Sin éxito.

El ejemplo de Goebbels o la peligrosa elección del lenguaje

“Las palabras pueden ser como pequeñas dosis de arsénico: se tragan inadvertidamente, parecen no surtir efecto y finalmente, con el paso del tiempo, aparece la fatal reacción tóxica”. Victor Klemperer, profesor alemán de Literatura de la Universidad de Dresde que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, argumentaba en su obra La lengua del Tercer Reich, que las autoridades trataron de inculcar las ideas nazis a través de algo tan aparentemente inofensivo como la palabra.

Klemperer explicaba en el libro publicado en 1947 su teoría de que el nazismo fue calando en las personas a través de palabras sueltas, expresiones y estructuras oracionales impuestas mediante millones de repeticiones y finalmente adoptadas mecánicamente por los ciudadanos.

El lunes 4 de enero, René Jahn, uno de los organizadores de las manifestaciones de Pegida en Dresde, pidió a sus seguidores que dejaran de gritar en las marchas los lemas habituales. “Todo lo que digáis será utilizado contra nosotros por los medios”, advirtió Jahn.

"Volksverräter! Volksverräter!", suelen gritar los patriotas europeos contra la islamización de Occidente. Con Volksverräter, “traidores de la nación”, se refieren a quienes gobiernan la República Federal alemana. Especialmente a la canciller, que en su tradicional discurso de Nochevieja pidió a los ciudadanos que no apoyasen las marchas de Pegida: “Demasiadas veces hay prejuicios, frialdad, e incluso odio en sus corazones”, dijo Angela Merkel sobre Pegida. El término Volsverräter es un derivado de Volksverrat, un delito, el de delatar o traicionar a la nación a la que uno se debe, recogido por primera vez en las leyes del sistema nazi.

Otro de los términos utilizado con frecuencia en publicaciones, comunicados o manifestaciones de Pegida y AfD es Lügenpresse, “prensa de las mentiras o prensa mentirosa”, un término que ya se empleaba a comienzos del siglo XX para acusar a los medios de silenciar reivindicaciones nacionalistas. Aunque no es un término acuñado por ellos, Lügenpresse fue resucitado con éxito por los nazis. Concretamente por Joseph Goebbels, el jefe de la propaganda y después ministro del Reich que usó el término en uno de sus discursos de 1932. En él, Goebbels reprochó a la Lügenpresse roja, de izquierdas, estar perpetrando una cruzada contra los nazis. En la RDA también se usó el término Lügenpresse para referirse a los medios “occidentales y capitalistas”.

Los seguidores de Pegida alertan una y otra vez de una Überfremdung o “sobreextranjerización” de Alemania. Esta palabra también guarda una historia poco célebre. En 1929 ya estaba incluida en el diccionario alemán por excelencia, Duden, y poco después era empleada también por los nazis. Para los nacionalsocialistas la “sobreextranjerización” era una “invasión demasiado fuerte de no-alemanes o ajenos a la especie aria”. El propio Joseph Goebbels habló en 1939 con desprecio de la "sobreextranjerización de la vida intelectual alemana por culpa de los judíos". Hoy en día, la nueva ultraderecha se sirve del término para alertar sobre la invasión de otras minorías, como los refugiados provenientes de países musulmanes.

La peligrosa utilización diaria de estas palabras, junto con la invención y divulgación dirigida y consciente de rumores, ya deja poso. Bombardeado constantemente por noticias escandalosas, el ciudadano se protege. Se inmuniza.

El 30 de enero, Frauke Petry, jefa de Alternativa para Alemania, respondió en una entrevista que para para impedir el ingreso ilegal de refugiados en la frontera germana, en caso de necesidad, un policía debería actuar haciendo uso de su arma de fuego.

El revuelo inicial fue considerable. Petry se vio atacada incluso desde dentro de su partido por lo que el AfD valoró internamente como una salida de tono innecesaria. Al día siguiente, sin embargo, la vicepresidenta del partido, Beatrix von Storch, respondía en su página de Facebook con un breve "sí" a la pregunta de si el AfD abogaba por usar armas de fuego en la frontera, también contra mujeres y niños. Una semana más tarde se publicaba el resultado de la última encuesta del instituto de opinión Emnid, realizada en los días siguientes a las declaraciones de Petry y de Von Storch. La intención de voto a la nueva ultraderecha se mantuvo en el 12% de la semana anterior.

Cinco horas después de lanzar un cóctel molotov a través de la ventana de sus  vecinos, Dennis L., de 24 años, apareció en el trabajo como un día cualquiera. El explosivo, fabricado con la ayuda de dos amigos en el garaje de su casa, aterrizó bajo la cama de un niño de 11 años procedente de Zimbabwe. El...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Laura Alzola Kirschgens

Reportera e investigadora. Migración, educación, discurso y cambio social. Múnich, Hamburgo y ahora, Barcelona. Periodista. Máster en Inmigración por la Pompeu Fabra. Extranjera, como lo son todos en algún lugar

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

6 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Tribes

    Muy interesante conocer lo que está pasando en la mente de aalgunos colectivos alemanes. Gracias por el artículo ;)

    Hace 8 años

  2. Laura

    Bruno, Pepa, David, me alegro mucho de que os haya gustado y servido el artículo.

    Hace 8 años 1 mes

  3. Bruno

    @Pilar: creo que te has equivocado de artículo al dejar el comentario. Vivo en Alemania y este artículo es tan excelente (y certero) que estoy sorprendido de leerlo en lengua española.

    Hace 8 años 1 mes

  4. Pepa

    Excelente artículo, Laura.

    Hace 8 años 2 meses

  5. David

    Enhorabuena por tu artículo Laura. Documentado y perfectamente redactado con un párrafo final que da para escribir otro artículo.

    Hace 8 años 2 meses

  6. Pilar

    Los pijorporgres burgueses izquierdistas defendiendo los intereses de la derecha liberal... Asco

    Hace 8 años 2 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí