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Las brechas que ahogan al deporte femenino

Las mujeres deportistas siguen sufriendo desigualdades económicas, de reconocimiento y legislativas que las mantienen alejadas de las condiciones de los hombres

Ricardo Uribarri 21/03/2018

<p>Los jugadores del Atlético de Madrid, recibiendo a las jugadores del Atelti Féminas, tras proclamarse campeonas de Liga, en el Vicente Calderón, en mayo de mayo de 2017. </p>

Los jugadores del Atlético de Madrid, recibiendo a las jugadores del Atelti Féminas, tras proclamarse campeonas de Liga, en el Vicente Calderón, en mayo de mayo de 2017. 

Ángel Gutiérrez

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En muchas facetas, el deporte es un fiel reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Y una de ellas es la desigualdad de salarios y reconocimiento que también sufren las mujeres en este sector en relación a los hombres. Pese a los avances que se han hecho en los últimos años, los datos nos siguen desvelando una realidad que está muy alejada de la que deberían vivir por su dedicación y sus méritos. Apenas hay una mujer entre los 100 deportistas internacionales con más ingresos, según la última lista Forbes. Una situación que se produce, en gran parte, por la escasa inversión publicitaria que reciben, apenas una pequeña parte de lo que se destina anualmente a nivel mundial, más de 62.000 millones de dólares.

Solo Serena Williams, la tenista con mejor palmarés en los últimos años, ha sido capaz de colarse en el informe que refleja los ingresos anuales de los deportistas, sumando lo que ganan por premios deportivos y por patrocinios. Ella ocupa el puesto 51 con unas ganancias de  27 millones de dólares en el último ejercicio analizado. Su posible equivalente a nivel masculino, el suizo Roger Federer, que ocupa la cuarta posición del ranking, ganó más del doble en el mismo tiempo, 64 millones. En cabeza está el futbolista portugués Cristiano Ronaldo, con 93 millones. ¿Por qué existen estas desigualdades? ¿Cómo puede estar tan desnivelada la balanza? Las respuestas llegan principalmente por dos cauces. 

El primero es el distinto trato económico a la hora de retribuir los resultados en las competiciones. Pese a honrosas excepciones, como los torneos del Grand Slam de tenis (Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Open USA), que sí pagan lo mismo a los vencedores en categoría masculina y femenina, sigue habiendo muchos eventos deportivos donde ellas ganan menos. En los grandes torneos de golf, por ejemplo, las diferencias económicas entre los ganadores de hombres y mujeres superan el millón de dólares. A nivel nacional hay un caso sangrante. La Federación Española pagó 1.352,28 euros al Atlético de Madrid Femenino por ganar la pasada Liga, la misma prima que hace 15 años antes. Se ingresa lo que se genera, dirá alguno. Un razonamiento que se desvanece viendo que, por ejemplo, el campeón de la casi desconocida Copa Federación, que disputan equipos masculinos de Segunda “B” y Tercera división, percibe 90.000 euros. Y el vencedor en categoría juvenil se lleva 12.020 euros. 

En los últimos tiempos, encontramos algunos casos de selecciones femeninas de fútbol que se han rebelado contra esa situación. Eso hicieron las internacionales de Estados Unidos cuando se enteraron de que, a pesar de generar para la Federación 20 millones de dólares más que sus homólogos masculinos, se les pagaba una cuarta parte de lo que recibían ellos. “No existen razones legítimas para esta gran disparidad de salarios, ni puede explicarse por ninguna condición de antigüedad, sistema de mérito, incentivo de buena fe o cualquier otro factor que no sea simplemente nuestro sexo”, argumentaron las cinco jugadoras que presentaron una demanda ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades Laborales.  Unos días después, el Senado emitió una resolución no vinculante en la que se instaba a la Federación “a eliminar inmediatamente la desigualdad salarial de género y tratar a todos los deportistas con el mismo respeto y dignidad”. 

En Dinamarca, las internacionales fueron a la huelga el pasado mes de octubre para conseguir una mayor equiparación salarial respecto al equipo nacional masculino. Poco antes, sus compañeras noruegas habían logrado un histórico acuerdo al obtener la misma retribución que los componentes de la selección masculina.

La segunda razón que explica estas desigualdades económicas está en la mínima inversión que reciben las deportistas a nivel publicitario. El último informe de mercado realizado a nivel global cifraba en un 0,4% lo destinado por los patrocinadores a deporte femenino. Es evidente que las marcas apuestan por aquellos eventos donde van a conseguir más rentabilidad para su inversión, y para ello se basan en los posibles índices de audiencia o en la popularidad de un deportista. Que las competiciones de mujeres tienen menos seguimiento es un hecho incuestionable. La pregunta es por qué. ¿No interesan a los aficionados, ni siquiera a la mitad de la población, que es femenina? ¿O tendrá que ver más bien con la escasa repercusión que se les da a través de los medios de comunicación e incluso del peor tratamiento que reciben en cuanto a horarios y fechas por parte de los organizadores de algunos torneos? 

Un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid desvela que la presencia de la mujer en la prensa deportiva impresa se reduce a un 5,11% de los casos, mientras que el hombre protagoniza el 92,2%  de las informaciones. El porcentaje restante son de noticias neutras. Del correspondiente a las féminas, hay que separar las noticias que hablan de las propias deportistas de las que hacen referencia a las parejas y familiares de deportistas o a famosas por otros ámbitos. En este último caso, además, el estereotipo más presentado es el relacionado con el físico femenino, bien como elemento decorativo o como objeto de deseo.

Es cierto que los grandes éxitos que están obteniendo las deportistas españolas en los últimos tiempos (recordemos que han logrado más medallas que los hombres en las dos últimas citas de los Juegos Olímpicos) han merecido la atención de los medios. Pero más allá del eco puntual de un éxito concreto, falta constancia en el seguimiento. Y sin una presencia continua en la prensa, la televisión o la radio, a los anunciantes les cuesta asociarse a una deportista aunque tenga un currículum exitoso. Y más teniendo en cuenta que muchas de las mejores practican deportes minoritarios donde los torneos importantes son escasos a lo largo del año. 

El experto en marketing Carlos Cantó, CEO de SPSG Consulting, profesor de Sport Bussiness en ESADE y vocal de la Asociación de Marketing de España, reconoce que el dominio masculino en el ranking de los deportistas que más dinero ganan “se debe fundamentalmente a los derechos audiovisuales que se pagan por las grandes competiciones, especialmente en Estados Unidos.  Ese es un factor clave. Los grandes contratos están relacionados con las competiciones jugadas por los hombres, como la NFL (fútbol americano), NBA (baloncesto), MLB (Liga de béisbol) o F-1 y ese dinero termina repercutiendo en la masa salarial disponible para los jugadores. De esta manera, muchos de ellos están entre los mejor pagados a nivel mundial. Si sumamos los 5-7 jugadores top de tenis, el mismo número de golf, dos o tres boxeadores, futbolistas e incluso algún jugador de cricket, casi  completan la lista. A nivel femenino hay casos como los de la esquiadora Lindsay Vonn, que tiene muchos ingresos por publicidad pero su deporte es estacional y sus premios son muy discretos. En golf, por ejemplo, no hay ninguna jugadora que domine…”.

La presidenta de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP), Mar Mas, incide en la necesidad de que la actividad de la deportista se pueda ver.  “Las mujeres ganan poco porque tienen poca visibilidad. El patrocinador lo único que quiere es que su producto se vea. Una de las cosas que estamos peleando es que el 50% de las cuotas de información deportiva en la televisión y la radio públicas sean para el deporte femenino en lugar de para hacer publicidad del Real Madrid y del Barcelona, que no lo necesitan. No podemos tener un prime-time de 30 o 45 minutos diarios dedicados al fútbol masculino”.

Otro de los lastres que tienen las deportistas en nuestro país se deriva de la legislación. La actual Ley del Deporte, que data de 1990, es discriminatoria con las mujeres: no otorga carácter profesional a las competiciones femeninas. Una situación que provoca que muchas no puedan acceder a un contrato profesional ni estén protegidas por un convenio laboral. La responsable de la AMDP critica que “nadie haya gastado hasta ahora ni un euro en hacer un estudio que nos dé un diagnóstico real con el fin de hacer unas políticas eficaces. Para reformar la Ley se necesita primero hacer una valoración de la situación a cargo de un organismo independiente y dar a las deportistas la oportunidad de hablar y aportar su punto de vista. De esa forma podremos tener una nueva normativa moderna y acorde al Siglo XXI”.

Mar Mas se muestra muy crítica con la gestión de los actuales responsables públicos en materia deportiva. “Hay que exigir al Consejo Superior de Deportes (CSD) que cambie su política porque no está sirviendo para nada. Reclamamos que se cumpla la Ley de Igualdad para que las mujeres no estemos metidas en un pequeño apartado, que es el programa Universo Mujer, sino que estemos dentro de los presupuestos generales para el deporte y que se repartan de una manera equitativa. Cuando entras en una Federación o en un club te das cuenta de que el 99% del personal técnico, árbitros o jueces es masculino. Yo no creo en las cuotas pero mientras no acabemos con la situación actual, hay que hacer otro tipo de gestión. El Gobierno no para de decir que el deporte femenino nunca ha estado mejor, pero es mentira”.

Un ejemplo de las dificultades que aún sufren las mujeres por su condición lo encontramos en la regatista Blanca Manchón. La sevillana, seis veces campeona del mundo, perdió todos sus patrocinadores el pasado año tras quedarse embarazada. Los responsables de esas empresas nunca le reconocieron que ese fuera el motivo pero ella está convencida que si lo fue. “Hay gente en España que no se ha renovado, parece que no estamos en el 2017. Para otras cosas somos muy avanzados pero da la sensación que la mujer y el deporte no son compatibles”, afirmaba con pesar tras aquella experiencia.

Mucho se ha alabado que una empresa como Iberdrola haya decidido invertir en el deporte femenino, destinando un dinero para impulsar las competiciones de hasta 15 disciplinas del que, sobre el papel, deben beneficiarse hasta 17.500 deportistas. Sin embargo, Mar Mas encuentra varias sombras en el proyecto.  “Iberdrola se está vendiendo como el gran salvador del deporte femenino, pero el que se está llevando el dinero es la Liga de Fútbol Profesional con la excusa de retransmitir los partidos de las competiciones. La Liga luego vende la publicidad y se la quedan ellos. Además, Iberdrola está utilizando un dinero que debería gastarse en publicidad (y del que recupera el 90% por desgravaciones), en acaparar la imagen de las deportistas sin que estas reciban nada”. 

La responsable de la AMPD considera que “no es de recibo que el deporte masculino pueda gestionar sus derechos de imagen, además de todo el apoyo publicitario que recibe, y las mujeres, por el contrario, tengan cedidos sus derechos a las federaciones, que comercializan con ellos, sin que las deportistas reciban algo en contraprestación. El otro día nos decía una jugadora de hockey que no entendía por qué tenía que ponerse una camiseta de Iberdrola que incluso se tenía que pagar ella, y que lo único que recibían de la empresa eran ocho bolas para poder jugar, además de unas carteleras con el nombre de la empresa para hacerse la foto”. 

Mas pone un ejemplo concreto de cómo se distribuye el dinero que proporciona Iberdrola a un deporte. “Una Federación recibe 700.000 euros, de los cuales, 500.000 van destinados a la retransmisión de los partidos en streaming, 50.000 son para decorar las pistas de juego con el verde de Iberdrola y los últimos 150.000 euros se destinan para los clubes, que tocan a 11.000 euros cada uno por temporada. Si en un equipo hay 16 jugadoras por término medio, cada una de ellas tocaría a 687,50 euros anuales, es decir, 57 euros al mes por jugadora. Ese es el beneficio que obtienen. Si el programa Universo Mujer tiene declaración de excepcional interés público, se debería utilizar a Televisión Española, que tiene canales de sobra, para retransmitir estos partidos y que de esa forma no haya necesidad de pagar medio millón a una institución privada como es la Liga”.

La AMDP quiere sacar a la luz dos propuestas  que consideran que podrían ayudar al deporte femenino. “Una de ellas son los podios compartidos, es decir, que en las competiciones no se haga un podio masculino y otro femenino, sino que se hagan de manera conjunta por pruebas con los premios repartidos igual. De esa manera puedes darles el mismo valor y visibilidad a las deportistas en las fotos. Es una medida que no cuesta nada de dinero y se puede aplicar ya. Y la otra idea que nos gusta mucho es la de las presidencias compartidas. Es una idea que yo he visto ya en temas de ciencia, en algunas universidades y en algunos Consejos, precisamente para impulsar el papel de la mujer. La presidencia es un ente, no es nominal. Entonces por qué no se puede hacer una presidencia conjunta y mixta. Sería algo nuevo e interesante. Si hay mujeres capacitadas y con perspectivas de género dentro de los órganos de decisión se puede lanzar el deporte femenino mucho más”. Actualmente, apenas hay dos mujeres presidentas en las 66 federaciones deportivas nacionales. Es una brecha más de las varias que lastran el deporte femenino.  Pese a ello, luego van a los Juegos Olímpicos y obtienen mejores resultados que los hombres. ¿Se imaginan lo que podrían hacer si disfrutaran de mejores condiciones?

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Autor >

Ricardo Uribarri

Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.

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6 comentario(s)

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  1. Surfer

    Si no hay repercusión no pueden haber los mismos beneficios, ni por supuesto los mismos ingresos a los deportistas , pasa en todos los deportes que no son ni el fútbol ni el tenis. Igual si las mujeres siguiesen los deportes como lo hacen los hombres , las categorías femeninas equipararian salarios con las masculinas . Hasta los huevos del fútbol

    Hace 4 años 4 meses

  2. Pablo

    ¿Pero vosotros habéis leído acaso el artículo, parguelas? Contesta precisamente a lo que criticáis de una forma muy sencilla, y por el principio ¿eh?: " Se ingresa lo que se genera, dirá alguno. Un razonamiento que se desvanece viendo que, por ejemplo, el campeón de la casi desconocida Copa Federación, que disputan equipos masculinos de Segunda “B” y Tercera división, percibe 90.000 euros. Y el vencedor en categoría juvenil se lleva 12.020 euros. " También da el ejemplo de que las jugadoras de la selección femenina de eeuu, ANTES de quejarse, les pagaban menos aunque generaban más, hasta que se rebelaron contra eso, era indefendible y, sí, machista, que cobrasen menos. Y ojo, no pedían cobrar más que los hombres (y eso que generan más) sino lo mismo. Por último, os dejo otro fragmento en el que el autor alude precisamente a los argumentos que queréis blandir aquí: "Que las competiciones de mujeres tienen menos seguimiento es un hecho incuestionable. La pregunta es por qué. ¿No interesan a los aficionados, ni siquiera a la mitad de la población, que es femenina? ¿O tendrá que ver más bien con la escasa repercusión que se les da a través de los medios de comunicación e incluso del peor tratamiento que reciben en cuanto a horarios y fechas por parte de los organizadores de algunos torneos? " Macho, es que más claro agua, entendéis lo que os da la gana. Vuestra postura ya está reflejada en el artículo, y se cuestiona a la vez que se le da la parte de razón correspondiente. Pero no entendéis nada más que lo que os interesa. Os recomiendo volver a leer el artículo, sinceramente.

    Hace 6 años

  3. Pere Ubu

    Esto de la brecha es ya un no va más, disparate tras disparate. Para empezar, basta ya de mezclar los ingresos por lo que se gana ejerciendo el deporte y los que se ganan por publicidad. Para seguir, parece que por decreto habrá que pagar lo mismo a las chicas que juegan a fútbol ante unas docenas de personas que a los chicos que juegan ante unas decenas de miles. Lo del tenis es ya el colmo. ¿Sabéis por qué ellos cobran más que ellas? Porque trabajan más. Pura y simple respuesta, no hay otra. Los partidos de los hombres pueden durar cinco sets, los de mujeres no más de tres, con lo cual los ingresos por publicidad en televisión son mayores cuando juegan hombres. ¿Quieren cobrar lo mismo? Que exijan competiciones mixtas, que Serena Williams juegue contra Nadal o Federer, a cinco sets, y que gane y cobre más el/la mejor. Aunque si esto llega a ocurrir ya me huelo que se va a pedir que el reglamento obligue a que el 50% de las victorias sean de mujeres.

    Hace 6 años

  4. Gerardo

    O sea que las futbolistas no ganan menos que los futbolistas por generar menos ingresos, es por machismo. Mira que lo suponía antes de leer el artículo

    Hace 6 años

  5. javivi

    ¿Cuántas chicas quedan el fin de semana para jugar un partido de fútbol o baloncesto con sus amigas? pues eso, ahí es donde está el problema del deporte femenino. Otra pregunta ¿cuántas mujeres compran el As, el Marca o algún diario deportivo? otra ¿cuántas mujeres hay socias de equipos deportivos? o sea, pasan bastante del deporte pero para ganar lo mismo ahí sí quieren estar

    Hace 6 años

  6. sara

    Pues nada, que saquen una ley que diga, que toda mujer que en su puesto de trabajo no genere dinero, ha de dárselo todo varón que haya generado mas dinero que ella, osea si yo vendo 4 pisos y ella solo 1, he de darle la comisión de los 2 pisos de diferencia que he vendido mas que ella y asi igualarnos. Solo porque ella lo vale. A ver si nos explicas porque una modela gana mas que un modelo, cuando ambos son modeles. Espero que no caigas en los tópicos. bueno no creo ni que hables, ni que este comentario salga. Por cierto yo veo futbol femenino todas las semanas, ya que mi hija lo practica, no tienen velocidad, ni fuerza para meter pases en profundidad, hay muy pocas jugadores que merezcan ser vistas. Por lo menos para mi gusto. Me parece de PM que si las jugadoras de USA, generan mas dinero que el masculino lo reclamen y me parece triste que lo tengan que reclamar.

    Hace 6 años

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