1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Cosmópolis

Apocalipsis en Marina D'Or

Barbara Celis 8/07/2015

Barbara Celis.
Barbara Celis. Luis Grañena

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

“!Mamá, huele mal!”. Efectivamente, hija mía, Marina D’Or apesta. No hace falta tener la fina nariz de un niño para darse cuenta de que nos rodea la inmundicia. Y no me refiero al olor nauseabundo a cloacas que se sentía en las calles de Marina D’Or el pasado fin de semana. Mientras ustedes deshojaban la margarita del Oxi y el Nai griegos, yo contaminaba mis ojos en Marina D’Or.  “Mamá huele mal", repetía mi hija mientras avanzábamos en coche hacia el abismo de cemento que cerraba el horizonte y el olor a aguas fecales se colaba por las ventanillas. ¿Qué hacíamos allí? Necesitaba ver para creer. Nunca pensé que diría que sitios como Benicàssim podían tener encanto pero después de ver Marina D’Or cualquier destrozo urbanístico de la costa española parece arquitectura gourmet comparado con ese pecado capital.

Mi familia tiene una casa en un pueblo del interior de Castellón llamado Vilafamés. Es uno de los poquísimos lugares de la zona que merece la pena visitar, no sólo porque puede presumir de un fabuloso casco antiguo sino porque tiene un museo de arte contemporáneo que no se inventó ningún político afín a Fabra o Ciscar para ponerse medallas sino un crítico de arte ya fallecido, Vicente Aguilera Cerni, y un montón de artistas, entre ellos mis padres, que se compraron casa allí y sin quererlo crearon entre todos una comunidad artística que revolucionó aquel lugar y lo salvó de ser uno de los muchos pueblos feos y anónimos del interior de la provincia. Ocurrió en los años setenta, cuando aún no estaba de moda fundar museos buscando ‘el efecto Guggenheim’ y por lo tanto durante décadas existió en la más absoluta oscuridad pese a tener una excelente colección de arte nacional. Tardaron años en poner carteles en la propia localidad indicando a los turistas la existencia del museo y muchos más en incluir Vilafamés en las guías de la zona. Se le da tan poca publicidad que conozco veraneantes que acuden cada año a Benicàssim, a apenas 25 kilómetros, y que jamás han oído hablar de Vilafamés o su museo. Marina D’Or, en cambio, es famoso en todo el mundo. Paradojas de la fealdad. Y de la crisis.

La playa más cercana a ‘mi pueblo’ es Torre la Sal, a pocos kilómetros de ese apocalipsis urbanístico que simboliza la peor España de la pasada década. En esa playa pasé mi infancia, entre botes de pescadores y escarabajos peloteros. Siempre hubo dos filas de casitas bajas frente a una playa muy silvestre conocida por los locales como Cabanes y un pequeño chiringuito. Afortunadamente y pese al paso del tiempo, Torre la Sal ha cambiado poco pero a menos de un kilómetro hay algo que torpedea la vista: cuatro bloques de pisos gigantes flotan vacíos, inertes y rodeados de carreteras a medio hacer frente a la montaña. Es como si una urbanización madrileña firmada por un mal arquitecto hubiera aparecido por ósmosis al lado de la playa de mi infancia. “Querían que Marina D’Or llegara hasta aquí, menos mal que la crisis llegó antes y sólo les dio tiempo a hacer esto”, me comentan. La urbanización es un satélite del complejo turístico, que está a cinco kilómetros. No se sabe si hay propietarios pero si los hay se esconden. Todas las persianas están bajadas. Y todas las farolas de estas calles asfaltadas para nadie carecen de bombilla. Enclavada entre el mar y la montaña, esta imagen del abandono tiene algo de mad-maxiano.

El horror se multiplica por mil cuando se entra en esa mal llamada ‘ciudad de vacaciones’ . ¿Vacaciones? ¿De verdad que alguien puede sentirse de vacaciones rodeado por montañas compactas de cemento y ladrillo barato y solares semiabandonados? Porque al menos en Benicàssim, Oropesa y lugares de fealdad tradicional costera los rascacielos de apartamentos permitían que el cielo se colara entre ellos y hasta se podía ver el mar desde las calles. En Marina D’Or no porque hablamos de una densidad constructora desconocida hasta para clásicos del género como Benidorm.

Jesus Ger, la mente insaciable que con la ayuda de Fabra ideó esta versión cutre de Las Vegas, pensó en 35.000 pisos concentrados en unos pocos kilómetros cuadrados cuyos cimientos reposarían sobre lo que antes eran las huertas valencianas. También pensó en campos de golf, hoteles y casinos. La crisis evitó que aquel sueño húmedo de cifras culminara. ‘Solo’ le dio tiempo a construir 15.000 viviendas y cinco hoteles y ni la Torre Eiffel ni la de Pisa ni el Arco del Triunfo que iban a decorar ‘la ciudad’ vieron la luz. En su lugar hay parques acuáticos temáticos y supermercados escondidos bajo construcciones de cartón piedra. Lo que no abunda, y estamos en julio en la costa española, es gente. Se ven toallas colgadas de los balcones de algunos hoteles pero los bloques y bloques de apartamentos brutales (que no brutalistas) tienen en su mayoría las persianas bajadas. Los bancos son los propietarios de los miles de pisos que Ger no pudo pagar porque la burbuja inmobiliaria se pinchó y miles de españoles no pudieron hacer frente a sus deudas. Se compraron un sueño vacacional en Marina D’Or a 300.000 euros pensando que harían su agosto y hoy las inmobiliarias te lo regalan por menos de un tercio. “Tengo una amiga que alquiló un apartamento en Marina D’Or a 100 euros. No aguantó más de un mes. Era la única inquilina del edificio. Le daba mal rollo”, me cuentan en Vilafamés.

Buscando información sobre el futuro de este fantasma turístico que se debate entre la agonía y la resurrección gracias a la respiración asistida de hordas de ingleses, alemanes y españoles que ahora veranean allí a precios de saldo, leo que el objetivo es llenar Marina D’Or de clientes chinos, y para eso se planea construir casinos, que es lo que les pone.  Hasta se coquetea con la posibilidad de que el aeropuerto de Castellón, fruto casi de un favor personal de Fabra a Ger para dejarle a éste los turistas en la puerta de su casa, se inaugure por fin y traiga charters del lejano Oriente. Después de haber visto el Apocalipsis urbanístico en directo creo que todo es posible. Leerlo en los periódicos no es lo mismo que ser testigo directo. Como dice mi hija, Marina D’Or apesta. Y lo que es peor, se resiste a morir.

“!Mamá, huele mal!”. Efectivamente, hija mía, Marina D’Or apesta. No hace falta tener la fina nariz de un niño para darse cuenta de que nos rodea la inmundicia. Y no me refiero al olor nauseabundo a cloacas que se sentía en las calles de Marina D’Or el pasado fin de semana. Mientras ustedes deshojaban...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Barbara Celis

Vive en Roma, donde trabaja como consultora en comunicación. Ha sido corresponsal freelance en Nueva York, Londres y Taipei para Ctxt, El Pais, El Confidencial y otros. Es directora del documental Surviving Amina. Ha recibido cuatro premios de periodismo.Su pasión es la cultura, su nueva batalla el cambio climático..

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

18 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. esteban

    Las playa en españa están y serán toda la vida muy cotizadas por todo el mundo, no mires con mal ojo algo que en pocos años dará los frutos de toda playa española, y al ser todo nuevo tendrá mejor valor... las casas se vendieron a un precio muy elevado, ahroa las venden por 80mil€... yo me compré una en primera línea de playa por 82mil y solo el mes de junio me saco unos 5000€ alquilandolo, estoy muy contento y pensando con mente capitalista me compraré otro para tenerlo en exclusivo regimen de alquiler.... tener visión esto fue muy mal pero cuando salga adelante será muy tarde para muchos... muchos inversiores extranjeros tienen la vista en este destino, todo lo que se fue a la quiebra esta a la vista de inversores... saludos a todos.

    Hace 5 años 10 meses

  2. Gonzalo

    Soy de Castellon, y en nuestra provincia hay pueblos muy bonitos, estoy de acuerdo en que Benicasim no muy es bonito, y lo de Marina de Horror es eso, yo estuve el año pasado y no vuelvo eso seguro, la decoracion es fea de cojones y muchas cosas parece que estan a medio hacer, todo muy sobre cargado, conozco a 2 que estuvieron trabajando alli, de obras y de electricidad, y es flipante lo mal que esta todo, despues de verlo con mis ojos puedo decir que si, he viajado bastante y he visto muchas cosas, pero como esto no creo que nunca vea algo tan horrible.

    Hace 6 años 9 meses

  3. Manel

    Realment, els comentaris agafats en pinces. Pobra xica, ha escrit un article donant la seua opinió sobre Marina d'Or i el despropòsit urbanístic de la costa espanyola a la darrera època. No he vist cap comentari dient si esteu d'acord o no en això. Tots a tocar els .... amb el tema dels poblets de l'interior. Que sí, que son molt xulos, que hi ha més pobles que Vilafamés, però en el fons sembla que encara no vos atrevisqueu a parlar, dels desmanecs que s'han fet al nostre litoral, de la ...da de polítics que mos han governat. I que mos han governat perquè els hem votat i encara els votem. Salut,

    Hace 8 años 9 meses

  4. Markus

    ¿Por qué se pica tanto la gente con el tema pueblos? Qué rancio suena todo. El artículo constata una realidad: la destrucción de la belleza del litoral mediterráneo en España es abominable. Quedarán rincones milagrosos en Girona, Almería, Menorca... Pero la Realidad es la que es y Marina D'Or su más excelso ejemplo.

    Hace 8 años 9 meses

  5. Vicent Bosch i Paús

    Com la lloma Bernat, no n'hi ha cap, al terme de Xodos. l'Alcora, el meu poble, va tenir la desgràcia, (la sort per a la majoria) de que els anys seixanta, les fàbriques de taulells, van tenir un "boom" extraordinari, la qual cosa va destruir el nucli antic. Fet que hauria succeït a Vilafamés, sant Mateu, Catí, Morella, Ares, Rubiols de Mora, l'Esglesiola. Si es van escapar de la destrucció va ser per manca de diners, no per altra cosa!!!

    Hace 8 años 9 meses

  6. Vicent Sanz Arnau

    Uf. Pensava que eres una votant de la Puntosiete, però m'he tranquilitzat en llegir el teu perfil i veure que no vius a Vilafamés. Hauries de vindre més a sovint per conèixer millor els pobles de l'interior. Així no els menysprearies. Que Vilafamés ja existia abans del museu i, mira, jo vaig visitar-lo als anys 70 en una excursió escolar. Molt bé però atenció perquè abans de la democràcia ja era conegut.

    Hace 8 años 9 meses

  7. Sandra

    No hay que desprestigiar ningún pueblo para encender la luz del tuyo, te guste o no Benicassim y los pueblos del ínterior de Castellón tienen más encanto que otros. Para mi leer este artículo ha sido una perdida de tiempo.

    Hace 8 años 9 meses

  8. AV PAI Torre de la Sal

    Los propietarios de apartamentos en los 4 bloques de edificios de Torre de la Sal para NADA nos escondemos, incluso hemos creado una Asociación de Vecinos que lucha día a día contra Cabanes y Marina d'Or para que desbloqueen la situación en la que estamos inmersos... Supongo que desde Londres podrás ver ahora mismo el número de ventanas cerradas.

    Hace 8 años 9 meses

  9. Maite

    Como comentaba el compańero, espero que te hagan rectificar este artículo ya que de una forma muy barata has desprestigiado a toda una provincia sin tener ningún tipo de conocimiento. Acaso la provincia se reduce a Vilafamés conocida porque tus padres "artistas" tienen una casita y Marina d'Or (que no Oropesa del Mar), porque no se que se te pudo perder por alli? Se puede hacer crítica de lo que para uno es conocido pero como puedes ser tan osada respecto a lo desconocido?

    Hace 8 años 9 meses

  10. Jorge

    Que lastima que publiquen un articulo como este en el que menosprecias a toda la provincia de Castellón, pareces una persona culta,pero en el fondo eres una inculta más que piensa que Castellón solo existe por Marina D'Or. Ojalá alguien te haga escribir un artículo en el que hagan corregir los errores que has hecho en este. Cuando quieras paseate por la provincia y descubriras los miles de rincones preciosos que hay, y si no....quedate en Londres y no vuelvas por aquí

    Hace 8 años 9 meses

  11. olga ribes

    Casi mejor que te marchases a Londres. Algo por Villafames también olía mal. De acuerdo que Marina d'Or es monstruoso pero por sus alrededores y en la provincia hay muchos pueblos preciosos que tu has despreciado sin, probablemente, conocerlos. Acaso no hace falta que vuelvas

    Hace 8 años 9 meses

  12. Bea

    Cronicas barbaras!! Totalmente cierto: que haces visitando Marina d'Or sabiendo de antemano lo que te vas a encontrar? Y por cierto, no debes de haber recorrido mucho la provincia....cuando te fuistes a Londres?

    Hace 8 años 9 meses

  13. Yo

    T podría decir muchas cosas, pero no voy a hacer crecer tu escaso ego...pero debería preocuparte una cosa, si todos, absolutamente todos los niños están encantados y felices con Marina d'Or y tu hija dice que apesta...creo que tu hija tiene un serio problema y con una madre como tu, esos problemas no harán mas que crecer.

    Hace 8 años 9 meses

  14. David

    Pues si pasáis por las entrañas de los hoteles, quedaríais asombrados del estado lamentable de las instalaciones.Tuve la "suerte" de trabajar allí en el 2013,en la famosa competición de tenis, y al no querer obedecer la orden bajo amenaza de despido, de trabajar 10 horas al día(sin cobrar las horas extras por supuesto), me despidieron. Tengo un vídeo grabado de como "Vicente" nos dice "A partir de hoy se hacen 50 horas, a partir de esas horas semanales, se empezara a cobrar las horas y el que no las haga, sabe muy bien como esta el paro de gente". Los trabajadores de Marina Horror, están diariamente siendo acosados y recibiendo cartas constantes de faltas grave, como la de un compañero, que recibió una carta de falta grave, por que lo pillaron fumando tabaco. Lo que ellos no sabían era, que el no fumaba tabaco ni nada por el estilo. Constantemente podéis ver anuncios en infojobs "peón electricista, mantenimiento piscinas, jefe cocina,carpintero, etc etc) para una empresa de la comunidad Valenciana en Oropesa, esa es Marina Horror. El que es profesional y no quiere pasar por el aro, se va o le despiden, imaginaros los profesionales que quedan manteniendo los hoteles y alrededores. Muchos jefecillos subidos de humo dando ordenes y poca comunicación entre ellos, llegando a realizar las mismas faenas varios días seguidos o recibiendo una orden y un compañero la orden inversa de otro jefe. Total, después de haber trabajado allí y ser despedido, me volvieron a llamar meses después para volver y rechace la oferta aun estando en el paro.

    Hace 8 años 9 meses

  15. Oskar

    Lo tuyo es de preocupar, si no te gusta no vayas como hacemos lo demás pero no te metas co benicasin oropesa etc....y si villar ames es precioso pero hay muchos pueblos con encanto en Castellón, si no te gusta marina dor pasa, y no des el coñazo

    Hace 8 años 9 meses

  16. mayte muñoz

    Totalmente de acuerdo con Elena en la provincia de Castellón hay parajes de ensueño como Montanejos y La Tinença de Benifassá, Morella y muchos otros preciosos pueblos con ríos y montañas...en la costa Peñiscola es la reina pero tambien hay calas preciosas en toda la costa y Benicassim de feo no tiene nada.. me hubiera gustado un poco más de documentación antes de escribir sobre Castellón de esa manera, Vilafames tiene mucho encanto pero no es el único ....sobre lo de Marina D Or te quedas corta...es aún peor...saludos

    Hace 8 años 9 meses

  17. Willy4343

    Mamá, esto si que huele mal.

    Hace 8 años 9 meses

  18. Alberto

    Siempre me interesó mucho la decadencia producida en las ciudades a causa del abandono, gracias por el artículo, pero creo que deberías incluir algunas fotos, que siempre enfatizan las palabras. Un saludo

    Hace 8 años 9 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí