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Análisis

¿Podrían volver a hacerlo? Sí, cuando les dé la gana

El dinero clásico ya no existe y solo hay una manera de que la banca vuelva a sus orígenes: transformar el sistema de pagos en algo neutral y universal para que no sea necesario ningún banco para manejar, gestionar y pagar con el dinero de cada cual

Juan Moreno Yagüe 7/12/2016

<p>Manifestantes en la puerta de la Audiencia Nacional el 30 de septiembre.</p>

Manifestantes en la puerta de la Audiencia Nacional el 30 de septiembre.

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Se dice que la banca moderna arranca en las repúblicas italianas en los inicios del Renacimiento, teniendo como símbolo más destacado la letra de cambio. Con ella se evitaba el transporte de monedas de oro, plata y demás metales, impidiendo la posibilidad del robo en ese transporte. Ese mismo instrumento se utilizó  inmediatamente también para obtener préstamos, como instrumento de crédito. La banca estuvo durante siglos unida a dos conceptos básicos: guardar el dinero de los demás, protegerlo, y prestar el dinero; primero el propio, después el de los demás. 

Con el desarrollo e implantación del papel moneda, se generalizó la idea de la utilidad de que alguien te guardara el dinero, ya que ese alguien, el banquero, tenía más medios de seguridad que tú, añadiéndose que en teoría respondía siempre del depósito de tu dinero. 

El hecho de que el dinero sea un elemento casi imprescindible en las sociedades de los últimos siglos da lugar a una actividad que se fundamenta, que vende, podríamos decir, confianza. El negocio de la banca se consolida así como uno de los más raros, extraños y peligrosos de los que desarrollan los seres humanos. 

La Gran Depresión vino a enseñar al poder público la necesidad de establecer controles y normas muy estrictas

La actividad de un banco, simplificando mucho, consiste en lo siguiente: las personas le llevan su dinero, para que se lo guarde. El banco, al tener en depósito mucho dinero que no es suyo, lo presta a otros. La confianza en ambos actos es la base del negocio. Se confía en que cuando reclame mi depósito me lo devolverán y se confía en que cuando me prestan dinero, lo devolveré. Pero, como digo, el elemento más llamativo es que lo que el banco hace es manejar un dinero que no es el suyo. Mucho. Y si algo le sucede a ese dinero de los demás, que no es suyo, suelen producirse problemas graves, con repercusiones en las vidas de todos.

Cuando se rompe la confianza, los bancos suelen quebrar. Eso ha sucedido en varias ocasiones. Una de las rupturas de esa confianza se produce en 1929, año en el que los historiadores sitúan el comienzo de la Gran Depresión, y vino a enseñar al poder público la necesidad de establecer controles y normas muy estrictas, limitando todo lo posible los riesgos que derivan de un mal uso del dinero de los demás por parte de quien “hacía banca”. 

Esas reglas fijaban límites muy estrictos. De nuevo  simplificando mucho, puede explicarse la más básica de todas de la siguiente manera: la obligatoriedad de tener siempre un capital propio para responder de las posibles pérdidas que los impagos de los préstamos que con el dinero de los depósitos, los ahorros de los demás, ha hecho el banco. Así, si decimos que un banco debe tener un diez por ciento de fondos propios, de capital propio, su buen funcionamiento significaría algo parecido a tener en depósito cien millones de dinero de los clientes,  haber prestado esos cien millones a otros clientes y ser dueño de diez millones que “no se tocan”, pues cumplen una función esencial. Lo habitual  y “prudente” es que el tanto por ciento de impagos en los préstamos no supere ese diez por ciento, y, así, será el banco, en tal caso, el que con su propio dinero cubra las “pérdidas” que tenga sobre el dinero de los demás que ha prestado. Esas reglas de prudencia extrema, esas normas que obligaban a mantener equilibrios constantes de seguridad, han servido para que durante décadas las instituciones bancarias hicieran bien su negocio, dentro de la ley,  y se generase la confianza necesaria para que el negocio funcionara. 

La banca, al hacer banca, no debía poner en riesgo extremo el dinero que no era suyo

Además, debe añadirse que durante todo ese tiempo, las autoridades públicas seguían con severidad la actividad, procurando que todo funcionara dentro de los límites establecidos. La banca, al hacer banca, no debía poner en riesgo extremo el dinero que no era suyo, jamás. 

La banca moderna ha durado hasta aproximadamente la década de los años ochenta del siglo pasado. 

Cuando la computación electrónica y la informática comienzan a instalarse en los bancos, se produce un salto descomunal en el “modelo de negocio”. Las empresas bancarias comienzan a caracterizarse más por ser entidades tecnológicas que por lo que hacían hasta ese momento: canalizar, guardar o proteger el ahorro, el dinero de los demás, para convertirlo en crédito o inversión también para los demás. Esa revolución tecnológica les permite dar un paso enorme: no solo ofrecen seguridad para el dinero de las personas y de las demás empresas y a su vez generan crédito, sino que también ofrecen la gestión de los pagos y cobros de y a todos ellos. 

Comienza así una época en la que poco a poco los bancos se convierten en el único canal por donde circula el dinero de todos y para todo. Las nóminas, los recibos, las tarjetas, domiciliaciones y un sinfín de servicios que se caracterizan por una cosa: ellos pueden ofrecerlos porque la velocidad y seguridad que ofrecen sus sistemas informáticos no tienen comparación con nada conocido hasta ese momento. 

El control informático hace que los poderes públicos pierdan capacidad de control

Además de manejar todo el dinero legal y legalmente, la banca se convierte en el negocio que más información tiene de todos los demás:  al manejar todo el dinero, la banca sabe qué hace todo el dinero. Ya no solo lo guarda y lo presta, ahora también lo controla, al menos desde el punto de vista de la información. Y la información también es negocio.

Desde los años ochenta y a una velocidad de vértigo las reglas comienzan a modificarse para permitir mayor fluidez en las transacciones, en el movimiento del dinero. Mayor posibilidad de realizar pagos significa mayor posibilidad de negocios. Eso se traduce en un desarrollo de los mercados financieros principales y alternativos sin precedentes. El control informático de los procesos de movimiento del dinero junto con una rápida evolución de las normas y usos del derecho de contratos financieros en todo el mundo (florecen “cosas” como los swaps, CDS, repos, etc), curiosamente hacen que los poderes públicos pierdan capacidad de control, como si el poder no contara con la misma informática.

Comienza a abrirse una brecha entre lo que puede hacerse con el dinero aprovechando las nuevas herramientas tecnológicas y la capacidad de supervisar lo que se hace mediante normas. Estas últimas se hacen cada vez más abstractas. 

A lo largo de los años noventa la brutal capacidad de gestión de los ahorros, del crédito, de los pagos y de los cobros produce un incremento de la actividad económica en todo el planeta. Más dinero para prestar y prestado, más consumo, “más economía”.  Y más derivados (instrumentos financieros). 

La contabilidad informática se desarrolla de tal manera que las trampas contables empiezan a extenderse. El dinero comienza a ser algo marginal. Aunque esta afirmación pueda ser chocante, con ella nos referimos a la desconexión entre su existencia material, tangible, como representativa del valor de cosas, de derechos y de obligaciones, y la realidad de esas cosas, valores, derechos y obligaciones. 

El primer aviso de que algo no iba del todo bien se produce con la crisis de las “puntocom

Los cambios son enormes, y no solo en el plano privado, sino también en el público. Las decisiones de inversión están condicionadas por los sistemas de canalización de esas decisiones. Las subastas y los mercados de deuda pública, por ejemplo. La creación de deuda se hace más sencilla y lógicamente, se crea más deuda.

El primer “aviso” de que algo no iba del todo bien se produce con la crisis de las “puntocom”. Desconexión muy alta entre el valor contable, en “libros” (en realidad en apuntes contables informáticos) y el valor real, el valor “de cobro”. 

La banca ha invertido por encima de sus posibilidades, y el “dinero se evapora” en el momento en que se produce el descubrimiento de que alguien no va a cobrar lo que creía que iba a cobrar tras invertir en “toda esa tecnología”. Año 2001.

Eso mismo se traduce en poco tiempo en una desconexión entre los valores que recogen los apuntes informáticos y los valores inmobiliarios. 

Cada préstamo respaldado por un inmueble rápidamente se convertía en un instrumento financiero al que sacarle un rendimiento, y estos a su vez podían transformarse en nuevos instrumentos que también producían rendimientos. Todo el planeta hipotecado y todo ese “valor” circulando por las redes informáticas financieras a velocidades de vértigo.

Las normas de control no son capaces de seguir esos cambios. Y mucho menos las normas fiscales. 

La crisis de 2007/2008 supone que las garantías que respaldaban las inversiones en realidad no valían tanto o ni siquiera existían 

En un momento dado, la capacidad de contraer más deuda se hace no solo imposible, sino innecesaria. Ya estábamos todos endeudados más allá de lo razonable, y sobre todo, de lo posible. Aparece un nuevo problema: sin nueva deuda, es decir, sin alguien que con su capacidad de trabajo o empresa sea capaz de crear riqueza material para pagar los intereses de esa deuda, los activos financieros “no tienen de dónde rendir”. El dinero deja de producir dinero por sí solo. Eso significa que las expectativas de obtener unas ganancias desaparecen, no entran por un lado los intereses suficientes para satisfacer a los acreedores que están en el otro lado del negocio.

La crisis de 2007/2008 supone un salto cualitativo sobre las anteriores porque no solo mucha gente no va a ganar lo que creía, sino que, además, las garantías que supuestamente respaldaban todas esas inversiones en realidad no valían tanto o ni siquiera existían. 

Las creaciones financieras, las tecnologías informáticas que permitieron el extraordinario desarrollo de la banca, se vienen abajo en el momento en que alguien quiere cobrar lo que se le debe. Se habían creado más instrumentos financieros que realidades económicas o de valor existían detrás de esos instrumentos financieros. El caso de Lehman Brothers es paradigmático. No es que hubieran vendido en el mercado paquetes de activos financieros mezclando activos de alto riesgo con otros más seguros; es que habían vendido humo, habían vendido varias veces lo mismo a diferentes compradores. 

A partir de ese momento, es decir, cuando se pone en evidencia que hay muchas anotaciones contables que no reflejan la realidad, se desencadena una ola de descubrimiento de multitud de trampas. A modo de ejemplos no exhaustivos: los mercados de preferentes en realidad no existían, ya que los programas informáticos estaban diseñados para controlar las fluctuaciones e impedir que los valores fluctuaran más allá del 2%, los mercados de divisas contabilizaban operaciones inexistentes, los principales índices monetarios (Libor, Euribor) de referencia no respondía tampoco a realidades subyacentes que supuestamente debían reflejar, y así un buen número de elementos que mostraban disfuncionalidades insostenibles. 

La confianza, base del sistema, incrementada supuestamente con el valor añadido de esa tecnología financiera, funcionaba adecuadamente, salvo que la pusieras a prueba. 

Alguien debió pensar que nos podíamos permitir la quiebra de algunos bancos, pero no la quiebra de la confianza en el sistema de pagos

Como indicamos, en ese momento de estallido de todo (y ahora mismo también), la banca no solo realizaba la función de captar ahorro para proporcionar crédito, sino que se había desarrollado a una escala aún mayor la función de gestión de pagos. Todo el sistema de pagos está en sus manos. Al menos en las economías desarrolladas

La intervención de los gobiernos en el momento de colapso es inevitable: o sostienes a los bancos en su caída o existía el peligro de colapso del sistema, ya que no hay alternativa desarrollada en/a  los medios de gestión de pagos. Aquí utilizamos la palabra sistema como concepto total, como sistema social. 

La caída en cadena de los bancos que debían haber caído hubiera supuesto el cierre literal de estos, de la noche a la mañana, y eso a su vez habría causado enormes dificultades en los pagos ordinarios, en el sistema de gestión de pagos diario. Alguien debió pensar que nos podíamos permitir la quiebra de algunos bancos, pero no la quiebra de la confianza en el sistema de pagos. Quizás eso podría afectar a la confianza en el sistema mismo. Recuerden que el dinero vale solo porque confiamos en que valga.

¿Cómo es posible que sucediera todo eso si, a pesar de lo narrado, las normas de control existían, si los mecanismos de supervisión existían? ¿Y cómo es posible que tras las intervenciones masivas de los poderes públicos prácticamente no han existido responsabilidades ni cambios, y ni siquiera la parte de la banca que caía ha pasado a ser propiedad de sus rescatadores?

El caso español demuestra una fuerte interdependencia entre lo que el poder político hacía y el crédito o la deuda pública necesarios para hacerlo

La explicación no es sencilla. Cualquiera intuye que la correlación entre el poder político y el poder financiero es muy fuerte. Desde el caso español, local, con las entidades semipúblicas (las Cajas de Ahorro), hasta otros ámbitos internacionales, se observa una fuerte interdependencia entre lo que el poder político hacía y el crédito o la deuda pública necesarios para hacerlo. No se trata solo del hecho constatado de que la banca financia a las formaciones políticas que gobiernan, encargadas de acceder al poder político mediante elecciones con costes de campaña desmesurados, sino de que, una vez en el poder, desarrollan políticas que requieren fuertes dosis de endeudamiento. Y es precisamente la banca la que compra esa deuda que el poder político emite. 

Entes, los poderes públicos, endeudados, salvando a sus acreedores con el dinero de los contribuyentes, ya sea actual o futuro. Si se mira desde el otro lado, la imagen es la misma: entidades financieras endeudas, sosteniendo su rescate mediante la compra de esa deuda pública emitida para salvarlas. Es lo que en la práctica comercial se llaman “letras de peloteo”. A ninguna de las dos partes le convenía ni le conviene alterar nada. La destrucción de uno supondría la del otro. Nadie iba a refundar el capitalismo. Y menos el capitalismo financiero. 

La banca influye más de lo admisible en las normas que los gobiernos después hacen ley. ¿Han observado la tendencia a que todo pago se deba realizar a través de sistemas bancarios? ¿Se dan cuenta de la pelea que mantienen los gigantes tecnológicos y la banca por mediar y controlar los pagos? Nos conduce a la triste realidad:

Todo el dinero se halla en poder de la banca, y si esta caía en la medida en que las leyes preveían, el sistema caía. Por eso ha pasado lo que ha pasado. Entre todos ellos sostienen un sistema agotado, zombi. Las enormes cantidades de deuda emitida para hacer frente a los pagos debidos en el momento de la ruptura del sistema, los tipos de interés fijados en esas obligaciones emitidas en los años 2008 a 2010, serán muy difíciles de pagar por los emisores, a los que en estos momentos los tipos casi a cero de los bancos centrales les impiden generar recursos suficientes para hacer frente a los intereses de esas deudas. El negocio se basa en los intereses, no en el capital. Y el problema principal es que aún nadie ha sabido explicar por qué una anotación contable electrónica habría de producir intereses por sí sola. 

En nuestro país, se dieron órdenes para pagar con pérdidas a los inversores profesionales que tenían preferentes y no pagar a los clientes minoristas

En nuestro país, en concreto, se dieron órdenes para pagar con pérdidas, pero pagar, a los inversores profesionales que tenían preferentes y no pagar a los clientes minoristas. Se dieron órdenes para comprar los activos inmobiliarios a precios suicidas para limpiar los balances. Se dieron órdenes para que las leyes llamaran  híbridos a lo que no eran sino alternativos, y actualmente se cambian las normas para que las pérdidas no obliguen a poner más capital para sostener monstruos como la Sareb. De todas estas conductas no puede generarse nada bueno. 

La mayoría de las actuaciones que originaron las pérdidas en los sistemas financieros y bancarios no eran siquiera operaciones arriesgadas, sino complejas tramas delictivas. La intervención de la Justicia en toda esta crisis ha sido mínima, ya que las leyes y el poder público han girado para evitarlo. Las mismas tasas judiciales no fueron sino una medida disuasoria para retrasar millones de demandas. Ante este panorama hay poco que podamos hacer. Mientras los poderes públicos no quieran quitarles poder a los entes financieros, seguiremos indefensos, ya que ellos tienen nuestro dinero. Y si quieren, nos lo quitan. Pregúntenles a los chipriotas. 

Los bancos  son hoy poderosas empresas tecnológicas, que se relacionan cada vez menos con los clientes a través de las oficinas, una realidad analógica que les sirve para captar el dinero que nutre su actividad. Con el paso de los años, las nuevas generaciones harán eso cosa del pasado. Pero ellos seguirán gestionando todo el dinero. A menos que cambiemos las reglas.  

Si todo el dinero está en los bancos, y su caída significa que podríamos perder todo el dinero, cada vez que metan la pata habrá que rescatarlos de nuevo, ya que ellos han visto que no pasa lo que debiera pasar por meter la pata. 

Sin embargo, si tenemos en cuenta que el dinero clásico ya no existe, y que solo se trata de programas informáticos interconectando apuntes contables electrónicos, nada más fácil que volver, que transformar, el sistema de pagos en algo neutral y universal, que permita a las personas no necesitar de ningún banco para manejar, gestionar y realizar pagos con su propio dinero. En ese momento la banca volverá a sus orígenes. Nosotros recuperaremos el poder sobre nuestro dinero y habremos eliminado el enorme riesgo que supone eso que contamos: que ellos tienen todo nuestro dinero. 

La decisión es nuestra. O seguimos con ellos, u optamos por utilizar sistemas de pagos, de dinero, que no dependan de ellos. La tecnología está instalada. Solo hay que ponerla a funcionar. Porque por ahora, la próxima vez, y les aseguro que habrá próxima vez, volverán a hacerlo. Nos volverán a hacer pagar sus locuras.

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Juan Moreno Yagüe es abogado, impulsor de la operación OpEuribor y de Democracia 4.0, especialista en Derecho bancario, hipotecario, penal y económico y diputado autonómico de Podemos en Andalucía.

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Juan Moreno Yagüe

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10 comentario(s)

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  1. Luis G.

    Con la cantidad de información al respecto que circula por la red (puedo enviarte enlaces si es preciso), y cuando ha sido reconocido textualmente por las instituciones financieras, me preocupa que un representante mío de Podemos desconozca que LOS BANCOS NO PRESTAN LOS DEPÓSITOS, CREAN EL DINERO CONCEDIENDO HIPOTECAS y otros préstamos. El 10% o menos es el límite de la reserva fraccionaria, con 10€ pueden conceder hipotecas por 100€ que no tienen en ningún sitio, lo crean de la nada con una anotación electrónica. Es la confianza de la gente en que el dinero funciona para pagar la que hace que no vayamos a los bancos a sacarlo todo en efectivo y quiebre el sistema porque más del 90% DEL DINERO NO EXISTE físicamente. De hecho hay muchos niveles de "realidad" en el dinero y es una cuestión muy compleja porque la han hecho así sus actores para su propio beneficio. Y si vamos a hacer propuestas a futuro, la tuya es muy bonita, le falta información de estas complejidades para funcionar bien. El objetivo sería un dinero neutro, no creado en un 90% de la deuda, emitido de forma distribuida o por instituciones públicas, o con bancos pagando un impuesto especial del 90% (ó 100%-su reserva fraccionaria) por los intereses y beneficios conseguidos por el uso privativo de un bien común societario como es la confianza en el dinero.

    Hace 7 años 3 meses

  2. Luis G.

    Con la cantidad de información al respecto que circula por la red (puedo enviarte enlaces si es preciso), y cuando ha sido reconocido textualmente por las instituciones financieras, me preocupa que un representante mío de Podemos desconozca que LOS BANCOS NO PRESTAN LOS DEPÓSITOS, CREAN EL DINERO CONCEDIENDO HIPOTECAS y otros préstamos. El 10% o menos es el límite de la reserva fraccionaria, con 10€ pueden conceder hipotecas por 100€ que no tienen en ningún sitio, lo crean de la nada con una anotación electrónica. Es la confianza de la gente en que el dinero funciona para pagar la que hace que no vayamos a los bancos a sacarlo todo en efectivo y quiebre el sistema porque más del 90% DEL DINERO NO EXISTE físicamente. De hecho hay muchos niveles de "realidad" en el dinero y es una cuestión muy compleja porque la han hecho así sus actores para su propio beneficio. Y si vamos a hacer propuestas a futuro, la tuya es muy bonita, le falta información de estas complejidades para funcionar bien. El objetivo sería un dinero neutro, no creado en un 90% de la deuda, emitido de forma distribuida o por instituciones públicas, o con bancos pagando un impuesto especial del 90% (ó 100%-su reserva fraccionaria) por los intereses y beneficios conseguidos por el uso privativo de un bien común societario como es la confianza en el dinero.

    Hace 7 años 3 meses

  3. Luis G.

    Con la cantidad de información al respecto que circula por la red (puedo enviarte enlaces si es preciso), y cuando ha sido reconocido textualmente por las instituciones financieras, me preocupa que un representante mío de Podemos desconozca que LOS BANCOS NO PRESTAN LOS DEPÓSITOS, CREAN EL DINERO CONCEDIENDO HIPOTECAS y otros préstamos. El 10% o menos es el límite de la reserva fraccionaria, con 10€ pueden conceder hipotecas por 100€ que no tienen en ningún sitio, lo crean de la nada con una anotación electrónica. Es la confianza de la gente en que el dinero funciona para pagar la que hace que no vayamos a los bancos a sacarlo todo en efectivo y quiebre el sistema porque más del 90% DEL DINERO NO EXISTE físicamente. De hecho hay muchos niveles de "realidad" en el dinero y es una cuestión muy compleja porque la han hecho así sus actores para su propio beneficio. Y si vamos a hacer propuestas a futuro, la tuya es muy bonita, le falta información de estas complejidades para funcionar bien. El objetivo sería un dinero neutro, no creado en un 90% de la deuda, emitido de forma distribuida o por instituciones públicas, o con bancos pagando un impuesto especial del 90% (ó 100%-su reserva fraccionaria) por los intereses y beneficios conseguidos por el uso privativo de un bien común societario como es la confianza en el dinero.

    Hace 7 años 3 meses

  4. Jesús Díaz Formoso

    Una rectificación o disculpa evitará una Querella con petición de Responsabilidad civil de algunas decenas de miles de euros (que, en su caso, donaré al SAT).

    Hace 7 años 3 meses

  5. Jesús Díaz Formoso

    Harto-de-trolls: Acabas de definir a "tu" podemismo de las JONS, nos das la prueba del 9. Razonamientos = CALUMNIAS. Esto es el núcleo irradiador podemita; no al debate. Viven de la calumnia y el insulto. Fundamentalismo de la nada. No admiten las críticas. // Tranqui, que no soy competencia, solo ejercito mi Libertad de Expresión. Esa de la que vosotros disfrutáis, y que los demás tenemos que limitar a hacer algunos comentarios, casi siempre censurados. Sois el cáncer. No aportáis nada y os cargáis todo. Con CALUMNIAS. Así que estoy "a sueldo". De la Gurtell. Calumniadores profesionales y politiquillos de pactilla. Lo vuestro es una desnuda lucha por el carguito de subalterno del pastorcete. Viva la nueva política!! Que nos cambian de pastor y el nuevo nos va a poner unos grilletes fashion!! Al poder por la desinformación. Calumniador, tienes mi nombre y dos apellidos. Pero no te atreves a darnos el tuyo. Artículo 205 del código penal (Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad) Artículo 206 – CP (Las calumnias serán castigadas con las penas de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a 24 meses, si se propagaran con publicidad y, en otro caso, con multa de seis a 12 meses); artículo 211 (La calumnia y la injuria se reputarán hechas con publicidad cuando se propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión o por cualquier otro medio de eficacia semejante); Artículo 212 (En los casos a los que se refiere el artículo anterior, será responsable civil solidaria la persona física o jurídica propietaria del medio informativo a través del cual se haya propagado la calumnia o injuria); y artículo 213 (Si la calumnia o injuria fueren cometidas mediante precio, recompensa o promesa, los Tribunales impondrán, además de las penas señaladas para los delitos de que se trate, la de inhabilitación especial prevista en los artículos 42 ó 45 del presente Código, por tiempo de seis meses a dos años). Y para tu tranquilidad, el artículo 207 (El acusado por delito de calumnia quedará exento de toda pena probando el hecho criminal que hubiere imputado). Te va a venir bien saber lo que hay, antes de que llegue.

    Hace 7 años 3 meses

  6. Saúl

    si, está muy bien el aviso. Y sí, tiene razón, pero, a todo esto, existen los medios? estan ahí? solo hay que usarlos? a qué se refiere el autor con la afirmación final? tan categórico con la solución, y esta tan abstracta y ambígua!

    Hace 7 años 3 meses

  7. Harto-de-trolls

    Este Sr. Díaz Formoso que contamina todos los foros con comentarios estúpidos y maliciosos a más no poder no debe de ser más que otro de los "Community Managers" a sueldo del PP-Gurtel, de esos contratados para ensalzar en internet una figura pepera y ensuciar a todos los demás. Porque no se puede explicar de otra manera la verborrea ignorante que esparce. Se trata de sembrar la confusión, mezclando conceptos que no tienen nada que ver, para desprestigiar a Podemos (en este y la mayoría de los casos) Cualquiera que haya leído un poco sabre de sobra que el Neoliberalismo no tiene nada que ver con eso que describe este señor. Por el contrario, está haciendo una burda caricatura del control estatal sobre la economía para así poder atacar a Podemos. Y encima atreverse a decir que son Neoliberales! Vamos, caballero, váyase ya a hacer gárgaras y deje de escribir basura.

    Hace 7 años 3 meses

  8. Dubitador

    Es una interesante descripcion de como es y como funciona el sistema financiero, los bancos. Y una exhortacion a librarnos de ellos. Sin embargo se recae en el error de que los bancos solo manejan el dinero que han captado, el dinero de sus clientes. Cuando lo cierto es que el banco siempre ha podido crear dinero de la nada, mediante simples apuntes en cuenta, cosa que se sabe desde hace mucho, probablemente desde siempre y que recientemente ha reconocido explicitamente el Banco de Inglaterra. http://www.guerrillatranslation.es/2014/05/21/el-dinero-que-la-banca-crea-de-la-nada/

    Hace 7 años 3 meses

  9. Jesús Díaz Formoso

    Hay otro mecanismo del que la inmensa corrupción sistémica –que es global, no meramente “nacional”- se viene valiendo para extorsionarnos. Como los ejemplos son las mejores explicaciones, vamos con un ejemplo real; y actual (omitiré, por obligación profesional, la identificación de los implicados): En un lugar de La Mancha, un Municipio poblado por agricultores, en buena parte, pequeños propietarios de sus terruños, se había alcanzado una situación económica en la que la población podía sufragar sus necesidades por medio de su trabajo, y no de ventas de tierras o hipotecas de sus moradas. Cada propietario de terruño cuidaba de sus tierras y cultivos, así como de los caminos de los que eran propietarios, y todos eran felices. Un día, el Alcalde, con su mayoría política, decidió usurpar esos caminos, expropiándolos sin justiprecio (de gratís total, vaya), lo que va en contra del artículo 33 de la Consti. Sin que los vecinos, y dueños de los caminos privados agrarios fuesen en modo alguno advertidos. Una vez aprobada en malicioso silencio, acaso delictivo, la Ordenanza expropiatoria de gratís, comienza a amenazar con sanciones a los vecinos y propietarios de los caminos en cuestión, a fin de imponerles obligaciones exorbitantes, que afectan negativamente a sus cultivos. Una vez iniciado el camino de asaltar caminos, algunos vecinos consiguen cobrar las indemnizaciones que les habían hurtado (los demás callan y –amargamente- otorgan; es el miedo al poder político). En cualquier caso, a partir de entonces, los caminos, antaño una bendición, bien mantenidos y cuidados por sus dueños, pasan a convertirse en un problema SE REGLAMENTAN obligaciones inasumibles por sus antiguos propietarios, ahora dueños de las fincas colindantes, sobre las que se imponen servidumbres injustificables. El resultado: Se crea un Servicio Público Municipal de Mantenimiento de Caminos. Un pastón. Ese Servicio innovador va creciendo a medida que se incorporan como funcionarios o personal contratado los familiares y compañeros de partido, no solo del partido del Alcalde, sino también del “otro” partido con el que se ha venido alternando en el pastoreo de sus vecinos. Los costes de gestión crecen de maner muy fuerte, hasta que el Ayuntamiento otorga a una empresa privada (en la que los políticos municipales tienen también intereses) la Concesión del Servicio Público. Una sangría económica, como consecuencia de la cual, el Ayuntamiento “se ve obligado” a pedir préstamos. Se acaba así con la bonanza económica, fruto del arduo trabajo de sus pobladores, y de sus ancestros, que habían gastado sus fuerzas en la labranza durante generaciones. La Deuda asola ahora las arcas municipales; imposibilitando la prestación de Servicios Municipales importante para el Municipio, y para la misma Comarca. A eso le llamamos NEOLIBERALISMO. Crear nichos donde enterrar el producto de nuestros esfuerzos a fin de obligarnos a caer en manos de acreedores de más que dudosa moralidad; y de evidente carácter delictual. Funciona a todas las escalas; desde el Sistema Eléctrico Nacional, a la Gestión de caminos de labranza. Pero el nudo con el que se pretende “rodear”, no el Congreso, sino nuestros cuellos, solo sabe apretar, nunca soltar Sin respiración somos menos díscolos con el estrangulador; aceptamos más fácilmente sus propuestas. Ahora vamos a imprimir dinero, sin respaldo real alguno, para pagarnos a todos 600 euros mensuales. Sin devolver nada a cambio a la sociedad. A este nuevo lazo que nos quieren poner en el cuello le llamamos ULTRALIBERALISMO; esa es la cuerda de los Podemitas del Central Circle Complutense. ¿O alguien creía que el Grupo Planeta puso a disposición de este grupo de salvapatrias sus medios de comunicación sin contrapatidas? Los medios te encumbran; y los medios te destruyen. Los Medios de manipulación social, propiedad de los dueños de nuestras Concesiones Administrativas. Posverdades llaman ahora a las mentiras de siempre.

    Hace 7 años 3 meses

  10. Jesús Díaz Formoso

    Lo que “están haciendo” ahora es bien distinto a lo que hasta ahora fue habitual. LAS PENSIONES. Los Fondos que administran pensiones son, de largo, los mayores inversores del Universo, y unos de los mayores del Planeta. Las inversiones las deciden, no los dueños del dinero, sino sus administradores. Los Fondos de Pensiones –su control- dan residencias de Bancos o eléctricas, y mayorías en sus consejos de Administración a quienes carecen de relevancia accionarial por sus propios “medios”. Desde esos Consejos y presidencias, se decide a qué “emprendedores”, y sobre todo, a que actividades económicas financiar. Es el core del sistema. Es así como dirigen la “actividad económica” en este Libre Mercado tan cautivo. En general se trata de actividades que los dueños de los Fondos invertidos, esto es, nosotros, nunca financiarían; antes bien, se opondrían a que su dinero fuese utilizado en tales “emprendedurías”. No parece preciso dar ejemplos. La extraña situación política (nada extraña en realidad, cuando ves la soga alrededor de tu cuello, lo normal es querérsela quitar) por la que atraviesa el mundo gobalizado desasosiega a los pastores, pero sobre todo, a los Amos del Universo, en esta Hoguera de Vanidades en que hemos convertido nuestra vida social, política y, sobre todo, económica. En momentos caóticos, como el presente, la Seguridad se balancea, también para quienes habían creído tener la sartén en la que somos cocinados dia si y dia también, por el mango. Porque la realidad es que de lograr superar las divisiones en minorías enfrentadas que clasifican a “la gente” según criterios políticos/criminales, la soga podría mudar de cuello. De los nuestros a los suyos. Por supuesto que las Pensiones privatizadas son también un enooorme negocio … con que pagar a los Virreyes y sus cortes provinciales de este Mundo Global dominado por los muy pocos. Los muy pocos que se imponen a los muchos … haciéndoles luchar entre si. En la Grecia anterior a Solón, el Gobierno aristocrático tenía una norma: causar a los Ciudadanos todo el daño posible; no por sadismo, sino para debilitar a los muchos y así continuar, los muy pocos, dominando la Polis. Y entonces llegó Solón; y ya nunca nada volvió a ser igual en la Grecia Clásica. En suma, el riesgo mayor para el “sistema global de sometimiento general”, es el despertar de los dueños de los Fondos de Pensiones. Eso es lo que tienen que parar; y como siempre, ADEMÁS, obtendrán ingentes beneficios, de nuestros esfuerzos, que destinarán, como no, a pagar el coste de mantenernos en nuestra servidumbre habitual.

    Hace 7 años 3 meses

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