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Documentos CTXT

Los adversarios del PSOE: el capitalismo neoliberal y el conservadurismo del PP

Publicamos íntegra la sección económica del documento 'Por una nueva socialdemocracia', que el equipo de Pedro Sánchez llevará al Congreso del PSOE

<p>Pedro Sánchez, durante la presentación del programa político de <em>Somos Socialistas</em>, en Madrid.</p>

Pedro Sánchez, durante la presentación del programa político de Somos Socialistas, en Madrid.

V.J.

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SOMOS SOCIALISTAS

POR UNA NUEVA SOCIALDEMOCRACIA

(SECCIONES CORRESPONDIENTES AL MARCO ESTRATÉGICO Y APARTADOS ECONÓMICOS Y SOCIALES DE LOS RETOS ESTRATEGICOS DE NUESTRO TIEMPO)

2. EL MARCO ESTRATÉGICO.

21.Para formular el nuevo discurso del proyecto socialista hay que partir de las siguientes tres consideraciones básicas, pues sin ellas difícilmente podremos acertar en la estrategia adecuada

 2.1. Los principios y valores del socialismo son la principal línea de continuidad entre la vieja y la nueva socialdemocracia.

22. Hablar de principios no es hablar de cuestiones retóricas. Sin unos valores que establezcan el espacio moral y político desde el que se actúa, no existe la posibilidad de que una concepción política tenga credibilidad, ni que pueda sostenerse en el tiempo.

2.1.1.     Nuestros valores: igualdad, libertad y solidaridad.

23. Por eso, más que intentar reformular los principios del socialismo, o reclamar giros inespecíficos hacia la izquierda o hacia el centro, hay que situar los principios socialistas en el frontispicio de la reflexión que ahora debemos hacer. Entre otras razones porque la condición básica para la superación del actual estancamiento consiste, precisamente, en volver a recuperar tales principios.

24. Si no se parte de explicitar con meridiana claridad los valores que originariamente nos dieron sentido, el socialismo democrático español no podrá mantenerse conectado con la herencia de la que somos depositarios: los más de 150 años de reivindicaciones, de éxitos y fracasos de los trabajadores y trabajadoras en su lucha por la democracia y la justicia social.

25. El socialismo fue originariamente la proyección al plano público de las aspiraciones de emancipación de las clases trabajadoras, y se basó desde sus orígenes en una ética de la justicia social, de la fraternidad entre los desposeídos y de lucha por lograr la justa satisfacción de las necesidades humanas, frente a la explotación capitalista descarnada.

26. La socialdemocracia heredó directamente estos valores, y los completó. Desde Bernstein, sus señas de identidad fueron la lucha por alcanzar reformas progresivas que mejoraran efectivamente las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras, en el marco de una defensa inequívoca de la democracia representativa. El reformismo socialdemócrata implicó, e implica en nuestros días, una concepción de lucha por unas reformas cuyo valor y sentido se basa no solamente en la bondad que puedan tener en sí mismas, sino también en las garantías de sostenibilidad, asentadas en el cálculo de la correlación existente de fuerzas políticas y en las alianzas que puedan hacer posible tales reformas.

27. Sobre la base de la célebre triada de igualdad, libertad y solidaridad, los valores del socialismo democrático han combinado la búsqueda de la justicia social con la libertad individual, concibiendo la libertad como la ausencia de dominaciones. La lucha contra las dominaciones para lograr que todo ciudadano y ciudadana alcance la libertad supone combatir las opresiones, y presupone la necesidad de una intervención del Estado democrático para la eliminación de cortapisas, cuando esto sea necesario. La fórmula con la que se suele expresar tal finalidad es la acuñada en el Congreso del SPD de Bad Godesberg en 1959, en la que se proclamaba que los socialdemócratas aspiran a “tanto mercado como es posible, y a tanto Estado como sea necesario”.

28. El socialismo democrático español ha formulado siempre sus políticas pensando en la mayoría, en las clases trabajadoras, en las clases medias y en los intereses generales de España. Pero esto siempre se ha hecho desde la posición específica de lo que somos: el partido que aspira a representar a todos los trabajadores y trabajadoras, el partido de los no privilegiados, de los que sufren carencias, postergaciones y dominaciones injustas.

2.1.2.Tres nuevos principios de la socialdemocracia: igualdad de género, sostenibilidad ecológica y democracia social.

29. Al tiempo que afirmamos la vigencia de los principios enunciados, en nuestros días hay un nuevo principio básico del socialismo democrático: la sostenibilidad ambiental como garantía imprescindible de un progreso seguro, más justo y más duradero tanto para las generaciones presentes como las futuras. Necesitamos una transformación sustantiva de cómo producimos, consumimos e interactuamos con el ecosistema de nuestro planeta. No queremos seguir pasando por alto la interdependencia de lo económico, lo social y lo ambiental. Esta es una nueva seña de identidad, indispensable para defender nuestros principios, a la luz del conocimiento científico actual sobre la interdependencia entre los ciclos ecológicos y la realidad económica y social.

30. Con referencia a las dominaciones, hoy es necesario enfatizar que el siglo XXI ha de ser el siglo de la conquista definitiva de la igualdad de oportunidades y derechos para las mujeres, del fin de siglos de dominación, y de la erradicación definitiva en todos los órdenes de la vida de la civilización patriarcal.

31. Finalmente, es urgente reforzar el binomio entre justicia social y democracia. Durante demasiado tiempo la socialdemocracia ha hablado mucho de mercados y demasiado poco de democracia. Pero la democracia ha sido literalmente secuestrada por el capitalismo neoliberal, sea en sus formas ya conocidas sea en sus nuevos rasgos mucho más descarnados de las doctrinas de la extrema derecha, con Trump en los EEUU o las derechas populistas en Europa. Recuperar la democracia para que funcione de acuerdo a los intereses de la mayoría es un objetivo político crucial. Se trata de reformar la democracia representativa introduciendo en ella altas dosis de participación y de capacidad de debate ciudadano.

2.2. Los adversarios del proyecto del PSOE: el capitalismo neoliberal y el conservadurismo del PP.

32. La renovación de la socialdemocracia exige analizar con mirada crítica, sin ataduras o intereses condicionados, la realidad del actual modelo económico establecido. El modelo de capitalismo con el que fue posible el Estado de Bienestar en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado tiene poco que ver con el modelo de capitalismo neoliberal actual, descarnado y socialmente insensible. El capitalismo neoliberal no es solamente una ideología más, sino un modelo social y económico establecido. En estos momentos sus sectores más reaccionarios ya están sancionando, junto a una cierta redefinición de la globalización, el reforzamiento de sus rasgos más crueles e insolidarios y su compatibilidad con la política populista de ultraderecha.

33. Son muchos los problemas que este modelo está causando: la destrucción del poder organizado de los trabajadores y trabajadoras, la aparición del precariado, las desigualdades crecientes –agudizadas por la crisis de 2008, pero que ya estaban en marcha desde los años noventa−, la financiarización de la economía, el uso del crédito en condiciones abusivas, las expansiones monetarias “construidas” para hacerlo posible, el aumento imparable de la deuda, los mercados financieros que crecen como la espuma a partir de activos tóxicos, los paraísos fiscales, el deterioro de los ecosistemas y el incremento de los riesgos climáticos, así como la concentración creciente de la riqueza en un sector de la población cada vez más reducido (un 1%, o incluso solo un puñado de personas). A lo cual se une el poder desmesurado y creciente de los oligopolios.

34. Los hechos evidencian que el capitalismo neoliberal está agotando su capacidad de readaptación ante los problemas que está generando. Ni sus más acérrimos defensores saben ya cómo salir del callejón sin salida en el que nos han metido. El actual modelo establecido nos sitúa ante un escenario de estancamiento económico, con una deuda creciente e insostenible, con unas desigualdades en aumento y con una incesante degradación ambiental. Todo ello trufado por burbujas y estallidos financieros, seguidos de cortos períodos de débiles recuperaciones. Es decir, con tales enfoques estamos abocados a un futuro injusto e insostenible.

35. Una de las reacciones del neoliberalismo ha consistido en negar su propia existencia y hasta la etiqueta con la que es conocido, intentando disfrazarse con imágenes “prefabricadas” de sentido común y de solvencia tecnocrática. Pero lo cierto es que, si no reaccionamos con una posición crítica frente a él, la socialdemocracia no tendrá impulso suficiente para su propia renovación.

36. La derecha española, además de ser reaccionaria es profundamente conservadora y, como tal, se ha plegado con celo a los dictados de la ideología neoliberal y de las instituciones europeas y multilaterales en las que predomina. El Partido Popular, además, no ha puesto reparos al capitalismo de las élites extractivas, ha concebido el poder como un espacio de impunidad y connivencia con grandes empresas industriales y financieras, ha permitido que impere la corrupción a través de mordidas y negocios oscuros en su propio partido. El PP no va a ser el promotor de las reformas que posibiliten una sociedad con verdadera igualdad de oportunidades en las condiciones del siglo XXI, sino que continuará esgrimiendo medias verdades, conveniencias propias y apelaciones al “sentido común tecnocrático”, plegándose  a los dictados del “establishment” europeo o internacional.

37. Por estas razones, el socialismo democrático español tiene dos adversarios: uno ideológico, el neoliberalismo, y otro político, el Partido Popular.

2.3.Avanzar hacia una nueva sociedad.

38. España es una sociedad compleja, que ha entrado de lleno en la era digital. Una sociedad en la que no resulta fácil identificar de una manera simple los sectores que conforman mayorías sociales alternativas y grandes grupos de interés. En las condiciones actuales, el papel de defensa y representación de los intereses de los trabajadores y trabajadoras por el PSOE implica considerar tanto a los sectores tradicionales como a muchos nuevos sectores: no solamente a los que trabajan por cuenta ajena, sino a los emprendedores que lo hacen por cuenta propia, aportando su capacidad de innovación y creación, así como la consolidación de su propia empresa; al trabajo autónomo y a los nuevos trabajadores independientes; a los menos cualificados, y a los muy cualificados, técnicos y profesionales; a los que realizan un esfuerzo físico en su trabajo, y a los que desarrollan tareas intelectuales, artísticas, creativas o de trabajo en red; a los que tienen contrato fijo y a los temporales, ocasionales y precarizados, que trabajan a tiempo parcial, o que se ven expulsados del mercado de trabajo; a los cooperativistas, a los que trabajan en una empresa social, o en el pujante tercer sector; a los que efectúan un servicio público o una actividad de utilidad familiar o para la comunidad; a los trabajadores y trabajadoras, en fin, de todas las culturas, religiones, etnias y procedencias en España. Y de manera muy especial, a los jóvenes que emigran o no encuentran empleo y que quedan excluidos por largos períodos de tiempo, y a las mujeres que, por el simple hecho de serlo, cobran salarios inferiores por realizar el mismo trabajo que los hombres.

39. La revolución tecnológica está dando lugar a una transformación sustancial de la economía, apareciendo nuevas actividades que tienen poco que ver con el capitalismo y no funcionan ya con la misma lógica del mercado, como Wikipedia, el software libre, las nuevas iniciativas de economía colaborativa, social y solidaria, etc., que conforman el embrión de nuevos modos de producción y de interacción económica.

40. Los avances en robotización e inteligencia artificial, y el desarrollo de la economía digital, están transformando profundamente el trabajo, tal como lo conocíamos. Ahora se pueden fabricar cada vez más mercancías y prestar más servicios con menos horas de trabajo humano, con lo que una parte del anterior trabajo asalariado se va convirtiendo de modo creciente en innecesario. Esto permite que pueda mantenerse e incrementarse la productividad del sistema empleando cada vez menos trabajadores en los procesos productivos, al tiempo que las jornadas de trabajo se van acortando, y aún se podrían acortar mucho más. Están surgiendo carreras profesionales irregulares y trabajo a tiempo parcial en los que se están reduciendo –al menos teóricamente− las horas laborales. Mientras, los precios de muchos productos se mantienen altos debido a la existencia de monopolios u oligopolios, cuando en realidad los costes reales de producción están disminuyendo notablemente, también debido al traslado de las plantas de producción de las grandes compañías a lugares donde los salarios son más bajos, y donde los restantes costes de producción son menores.

41. Las condiciones y características de los nuevos tipos de sociedad que están surgiendo son bastante diferentes a las sociedades en las que surgió el socialismo. Y también lo son sus efectos políticos. A diferencia de lo que se postulaba desde la óptica de un marxismo elemental, actualmente no se puede sostener que el capitalismo lleva en sí mismo la semilla de su propia destrucción automática. En las circunstancias actuales, las cosas pueden continuar como hasta ahora, empeorando lentamente, dando lugar a sociedades que pueden mantenerse, incluso de modo renqueante, saliendo del paso de crisis en crisis que tienden a acabar con más recortes sociales. Pero también, con la revolución tecnológica a la que asistimos, podemos dirigirnos hacia una sociedad sin escaseces, una sociedad de la igualdad y el bienestar en armonía con los límites ecológicos de nuestro planeta.

42. Nuestra visión estratégica se centra en este período de transición. La transición hacia una sociedad postcapitalista ni será repentina, ni será violenta llevándose por delante el orden democrático; no es necesaria una revolución: lo que es necesario es favorecer a través de un régimen democrático enriquecido con mayor participación y capacidad de debate ciudadano, las reformas necesarias para que la propia realidad social camine en la dirección adecuada.

3.LOS RETOS ESTRATÉGICOS DE NUESTRO TIEMPO.

43. Para renovar el socialismo democrático es necesario hacer frente a retos estratégicos cuya naturaleza y principales líneas de solución se reseñan a continuación. Existen cuatro grandes alteraciones que son de carácter global pero afectan directamente a España, a las que hemos de referirnos en primer lugar, para pasar a continuación a los grandes retos sociales y económicos, y finalizar con los grandes retos de índole más puramente política.

3.1.CUATRO ALTERACIONES GLOBALES QUE AFECTAN A ESPAÑA.

44. El socialismo democrático del siglo XXI se enfrenta, en primer lugar, a grandes retos y sacudidas sociales cuya solución no admite demora. Entre estos desafíos están el cambio climático, el envejecimiento de la población, los flujos incontenibles de migraciones masivas y la amenaza del terrorismo yihadista.

45. Aunque los defensores del actual modelo económico establecido, como los conservadores españoles, quieran continuar operando como si nada ocurriera y sin afrontar los cambios que se precisan, lo cierto es que las posibilidades de encontrarnos ante efectos sociales o ambientales catastróficos están ahí. Y hay que atajarlos.

3.1.1.Detener el cambio climático e impulsar un progreso seguro.

46. El desafío es detener, revertir y adaptarse al cambio climático, que es la manifestación más evidente de la urgencia de una transición ecológica de la economía. Si el mundo no comienza a reducir sus emisiones de CO2 a partir de 2020 y no llega a 2050 con una reducción del 50% de sus emisiones, se acentuarán los efectos ya visibles del cambio climático, con destrozos inimaginables para la humanidad, en la forma de desastres naturales, pérdida de la biodiversidad, desaparición de especies desde los grandes mamíferos hasta las abejas. Y perdida de amplias zonas cultivables, con el consiguiente aumento de la pobreza y de la desigualdad en muchas partes del planeta.

47. Somos la primera generación con suficiente conocimiento sobre la gravedad de los desafíos ambientales, así como con la capacidad para impulsar un progreso más seguro y más justo para toda la humanidad. Y somos quizás, también, la última generación que puede evitar un colapso social y ambiental a escala global.

48. La socialdemocracia debe acelerar la transición ecológica de la economía, y en particular la transición energética. Los socialdemócratas tenemos que impulsar políticas eficaces para frenar el deterioro del medio, entendiendo que la cuestión primordial es conseguir el poder representativo necesario para acometer las medidas que se precisan.

49. Los organismos multilaterales, como la ONU, han elaborado resoluciones muy precisas sobre lo qué hay que hacer para detener el cambio climático, atajar la pérdida de biodiversidad, y reducir toda forma de contaminación. Los socialdemócratas debemos impulsar su efectiva implantación a escala europea y por parte de cada gobierno. Sin embargo, en el plano nacional, no se ha profundizado suficientemente en las condiciones para hacer posible que el cambio climático se detenga. Detener el cambio climático requiere adoptar medidas excepcionales, basadas en el conocimiento científico: es necesario aumentar la eficiencia energética y afrontar el cambio del modo de producción de energía desde fuentes que utilizan los combustibles fósiles a fuentes renovables,  así como cambiar el modelo alimentario, responsable de un 20% del calentamiento global.

50. Esta transición no se va a producir sin los adecuados incentivos públicos (fiscalidad, compras públicas, regulación) y,  si es necesario, por la situación de excepcionalidad de este desafío, con mecanismos de control público frente a las resistencias corporativas, que son y serán muy notables en todos los sectores productivos y, en especial, en los energéticos.

51. La transición ecológica de la economía española será viable gracias al importante potencial existente (gran riqueza de biodiversidad, recursos y capacidades tecnológicas en energías renovables, en gestión de residuos), y comportará la creación neta de empleo, según estudios de la OCDE y de la OIT, así como mejoras significativas en la salud pública.

52. En España, la actuación del gobierno conservador va en la dirección diametralmente opuesta: ha modificado numerosas normas ambientales, y  se ha plegado ante  los intereses particulares de determinados  sectores, en particular de los oligopios energéticos, manteniendo, incluso ante el estupor del resto de Europa, los obstáculos a la puesta en pie de sistemas de generación descentralizada de energía a partir de fuentes renovables.

3.1.2.     Dar respuestas al envejecimiento de la población.

53. Entre 2015 y 2050 se calcula que la población mundial (datos de Naciones Unidas, revisión 2015) con más de 65 años de edad pasará del 8,3% al 16%. En la Unión Europea el crecimiento de esta población será del 18,9% al 28,1%. En España, se pasará del 18,4% a un 33,4% (datos Eurostat, revisión 2015).

54. El primer cambio que va a suponer este nuevo panorama implica la necesidad de adaptar a esta nueva situación nuestro sistema de salud y de servicios sociales. En sociedades envejecidas las necesidades de atención sanitaria universal a los crónicos, y de servicios asistenciales a los dependientes se van a multiplicar, poniendo bajo estrés las finanzas públicas. Este es uno de los retos principales presupuestarios y fiscales del futuro. Los cambios demográficos con un progresivo incremento de la población mayor de 65 años, los cambios epidemiológicos con aumento de las enfermedades crónicas requieren nuevos enfoques y una mayor coordinación con los servicios sociales, poner un mayor énfasis en la prevención y una mayor implicación de las personas en su salud, en los hábitos y conductas que la condicionan.

55. En segundo lugar, será necesario adaptar nuestras sociedades y los actuales sistemas de pensiones a las nuevas realidades poblacionales.  En los países cuyas pensiones están basadas en sistemas de reparto o de caja, como es el caso de España, será preciso que el sistema de  pensiones mantenga un número de trabajadores y trabajadoras en activo suficiente, con salarios dignos, que permitan asegurar las pensiones de un número creciente de jubilados y jubiladas. No debe admitirse la utilización del envejecimiento de la población como coartada para acabar con el sistema público de pensiones a favor de los fondos basados en la capitalización de las aportaciones privadas. La evolución de la población activa no sólo es función del envejecimiento, ni de una baja natalidad, sino también de la inmigración, la recuperación de los salarios y del empleo.

56. Es necesario revertir la reforma de la Seguridad Social impuesta por el PP en 2013, hecha sin el acuerdo en el Pacto de Toledo ni en el diálogo social. El Índice de Revalorización de las Pensiones está provocando pérdidas de poder adquisitivo a los actuales pensionistas, así como el Factor de Sostenibilidad que puede suponer reducciones importantes de las cuantías de las futuras pensiones de jubilación. Principalmente, ante las perspectivas que se presentan, habrá que ir desligando gradualmente los sistemas de pensiones de las incertidumbres derivadas del envejecimiento de la población, con un modelo que prevea la financiación de las pensiones a través de las cotizaciones a la Seguridad Social y nuevas figuras impositivas complementarias que garanticen su sostenibilidad futura. Todo ello, debe ser objeto de debate y acuerdo en el marco del Pacto de Toledo.

3.1.3.Políticas realistas y justas ante las grandes migraciones.

57. La mitad aproximadamente del crecimiento demográfico global previsto hasta el año 2050 se dará a las puertas de Europa, en los países africanos, en los que, si no hay cambios ni nuevos equilibrios más equitativos en la economía global, es previsible que aumenten las presiones migratorias. Ante esta situación, las políticas de contención basadas en levantar muros no son la solución. Nunca lo fueron.

58. Por lo tanto, Europa debe replantearse su política migratoria con un plan de inmigración claro que establezca anualmente el número de personas que se pueden acoger, en función del crecimiento previsto. Esto contribuirá a limitar las expectativas de millones de personas que, de otro modo, si no hay mejoras en las condiciones de vida de sus países, seguirán agolpándose a las puertas de las fronteras europeas.

59. En paralelo es perentorio asegurar a escala global y en cada país el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen la convivencia en paz y en democracia. Ello es crucial  en particular en los países africanos de alto crecimiento demográfico especialmente afectados por el cambio climático, pues es el único modo de detener el éxodo de millones de jóvenes en busca de una vida decente. Para hacer realidad este objetivo, hay que propiciar con África y desde Europa un plan de desarrollo tan ambicioso como urgente para la región.

3.1.4.Coordinarse frente al terrorismo yihadista.

60. Después de los atentados de los Torres Gemelas en Nueva York, de los trenes en Madrid, de los tiroteos y matanzas en París, Berlín, Niza, Boston y otros lugares, las sociedades de nuestro tiempo tienen que enfrentarse a un nuevo elemento de riesgo que altera nuestra seguridad y la convivencia en paz: el terrorismo yihadista. La raíz de este problema no es un choque de civilizaciones, como demuestra el hecho de que la mayoría de las personas que han muerto a manos del terrorismo yihadista lo han sido en actos terroristas en países de mayoría musulmana.

61. El terrorismo yihadista exige capacidad para combatir y controlar a los terroristas donde quiera que estén, sin que esto suponga dar la espalda a los refugiados y los niños que huyen de la guerra y las matanzas en sus países de origen. Combatir el terrorismo yihadista supone para Europa y para España mejorar la capacidad de vigilancia y de seguridad ciudadana. Pero no puede suponer un retroceso indiscriminado de las libertades, como se intenta hacer en el caso de la llamada “ley mordaza”.

62.Uno de los principales valores del socialismo democrático que se debe reforzar es la solidaridad que conduce a asumir la multiculturalidad. España, que ha sido históricamente un país de emigrantes, debe ver en los inmigrantes un apoyo necesario e impulsar políticas de integración, debe considerar la pluralidad cultural y religiosa como parte de la España del siglo XXI y debe asegurar la igualdad de oportunidades a todos aquellos que vienen a trabajar y contribuir al bienestar común. Por eso, la lucha contra el terrorismo yihadista en ningún caso debe suponer el rechazo o la discriminación del diferente, por razón de su raza, credo o procedencia.

 

3.2.LOS GRANDES RETOS ESTRATÉGICOS SOCIALES Y ECONÓMICOS.

3.2.1. Oportunidades de empleo digno.

63. Las altas tasas de desempleo y de precarización laboral y de bajos salarios que están afectando especialmente a los jóvenes, están dualizando gravemente a nuestra sociedad entre ganadores y perdedores. Los perdedores son los jóvenes, que sufren altos índices de desempleo o que están accediendo al empleo con muchas dificultades y en las peores condiciones, los parados de larga duración y las mujeres, para las que existen brechas salariales y grandes dificultades para la conciliación de su vida laboral y familiar.

64. El PSOE ha sido históricamente uno de los principales referentes de la juventud. Los jóvenes reclaman liderazgos que cumplan sus compromisos, y solo confían en proyectos políticos democráticos y participativos. Demandan coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, firmeza y rebeldía ante la injusticia y, sobre todo, proyectos autónomos y no condicionados al servicio de los poderes establecidos. Estamos dispuestos a afrontar ese reto. Si España  aspira a ser una sociedad con futuro, debe convertirse en un país de oportunidades para los jóvenes, revirtiendo la injusta situación actual, y para ello hay que poner en pie un pacto intergeneracional de equidad en el campo del empleo, la educación y la formación, de la conciliación familiar y la vivienda, pacto que será  central para los socialistas.

65. Es necesario propiciar un nuevo contrato social en torno al objetivo de generar empleo digno, asumiendo que va a ser necesario adaptar las condiciones del empleo en el siglo XXI a las nuevas características de los sistemas productivos, racionalizando y ajustando las formas y tiempos de trabajo a un horizonte histórico y sociológico que es muy diferente al de las sociedades industriales clásicas.

66. Para los socialistas, por razones de congruencia histórica y de lealtad a nuestros principios, asegurar las condiciones de vida dignas y el empleo para todos y todas, comenzando por la juventud, ha de ser el objetivo primordial de nuestras políticas. También, garantizar la igualdad de género en el mercado laboral tanto en salarios como en oportunidades laborales. No podemos olvidar que son las mujeres quienes están sufriendo con particular intensidad los efectos de la crisis: durante los últimos años, y por primera vez en la historia de nuestra democracia, la población activa femenina ha retrocedido. Este es nuestro objetivo central en el plano social y económico, y los siguientes apartados tienen, como meta, contribuir a su realización en las cambiantes condiciones para el trabajo humano del siglo XXI.

3.2.2.Hacia un nuevo modelo económico.

67. La política económica debe convertirse en una herramienta de transformación del modelo productivo con el objetivo de avanzar hacia un progreso seguro, más justo y más duradero. Se trata de satisfacer de forma equitativa las necesidades básicas de toda la ciudadanía, consumiendo menos recursos naturales y generando menos contaminación. La socialdemocracia debe superar la consideración del PIB como principal indicador del éxito de la política económica, ya que no mide ni la distribución de la renta y de la riqueza, ni el acceso a servicios públicos de calidad, ni los efectos del modelo productivo en los ecosistemas, ni la calidad del empleo. A continuación, se indican diversas actuaciones necesarias para contribuir al objetivo descrito,  en diferentes ámbitos de la política económica:

68. Revertir el crecimiento de la deuda, país a país y a escala internacional. La espada de Damocles que tenemos hoy y que puede desencadenar una tercera Gran Recesión, es que un nuevo shock externo (como ocurrió con el derrumbe de los precios del petróleo hace un año) ocasione una quiebra de empresas o países con niveles abultados de deuda, y que eso se transmita a gran velocidad por toda la economía global. Por lo tanto, no se puede seguir con la espiral de crecimiento de la deuda que afecta a la economía global en general, y a España en particular, porque tal aumento nos aproxima al precipicio, y supone una carga imposible para las futuras generaciones.

69. A escala europea habría que lograr la mutualización de la deuda soberana por parte del Banco Central Europeo. Y para que esa mutualización no esté sujeta a criterios políticos de parte, necesitamos en Europa una agencia de rating justa y objetiva.

 

70. Son necesarias políticas de impulso fiscal y de armonización con Europa que complementen una política de expansión monetaria que está agotándose. El fortalecimiento del presupuesto de la UE podría contribuir de manera muy significativa a su capacidad de gasto. Una política económica rigurosa no puede eludir una pieza clave para su ejecución: los ingresos que pueden obtenerse a través de la acción gubernamental, pues condicionan las capacidades de desarrollo de las políticas públicas. No es serio ni creíble prometer la adecuación del Estado del Bienestar a las condiciones sociales del siglo XXI y, al mismo tiempo, argumentar que todo eso puede hacerse con rebajas fiscales extensivas. Este es el discurso acientífico del engaño. Frente a esto, resulta urgente activar políticas fiscales que se orienten en unas direcciones concretas:

•    Reorientar la política fiscal, desde el criterio de dinamizar su progresividad. Esto implica reformar el impuesto sobre la renta y redefinir el impuesto sobre el patrimonio y la riqueza. También, prohibir las amnistías fiscales e impulsar una acción europea a favor de la armonización fiscal y abolir los paraísos fiscales.

•    Plantear una estrategia expansiva de inversión, como palanca esencial para expandir el crecimiento económico. Urgen paquetes inversores superiores a los establecidos en el Plan Juncker, para que impacten de manera más contundente en los multiplicadores fiscales. La institución básica para esta actuación puede ser, desde la óptica europea, el Banco Europeo de Inversiones.

•    Hay que lograr las alianzas adecuadas para que el Banco Central Europeo modifique su mandato y tenga el deber estatutario de asegurar no solamente la estabilidad de precios en la zona euro sino el crecimiento económico y del empleo.

•    Observar la exigencia de cumplimiento del déficit público en función del ciclo económico. Un programa económico solvente debe contemplar un principio de equilibrio en las cuentas públicas. Pero esto va a resultar muy difícil en un contexto de bajo crecimiento económico: aquí es cuando el concurso del sector público es vital, de forma que el cumplimiento del déficit debe estar relacionado con políticas de crecimiento económico y del empleo, y no con medidas que los imposibiliten. El objetivo, por lo tanto, es ejecutar políticas fiscales de carácter contra-cíclico, y no pro-cíclico, como hasta ahora.

•    Los nuevos desafíos del siglo XXI van a poner bajo estrés las finanzas públicas, por lo que es absolutamente necesario elevar el grado de eficiencia de las Administraciones Públicas, anteponer a todo otro planteamiento los intereses del bien común, evitar duplicidades y administrar con competencia y transparencia.

•    Hay que garantizar el crédito en la economía española. Si no lo remediamos avanzamos hacia un sistema de fuerte concentración bancaria. Es necesario revertir esa tendencia, como garantía de una economía productiva que disponga de recursos de inversión y crédito, mediante la creación de un sector de Banca Pública y otro de Banca Cooperativa y Social.

71. Lograr un crecimiento económico sostenible y sostenido. El débil crecimiento económico se explica fundamentalmente por la pérdida persistente de las rentas del trabajo, que ha tenido su correlato en la aparición del precariado, en los trabajos basura y en el surgimiento de una nueva categoría de “trabajadores y trabajadoras pobres”, cuyos ingresos se sitúan por debajo del nivel de la pobreza, y que en España son cerca de tres millones de personas.

72. Hay que apostar por soluciones que garanticen nuestro futuro como un país con empleos de calidad y salarios dignos, donde el trabajo productivo reciba remuneraciones apropiadas. Los elementos centrales para cambiar el modelo laboral comprenden medidas como:

•    La derogación de la reforma laboral aprobada por el PP que ha aumentado la precariedad, los bajos salarios, las desigualdades y el riesgo de pobreza.

•    Promover una alianza de los socialistas con los sindicatos con el doble objetivo de desarrollar un modelo de crecimiento y un marco laboral basado en el dialogo social y la negociación colectiva, y promover nuevas formas de organización de los trabajadores a tiempo parcial, del trabajo autónomo y de los trabajadores y trabajadoras independientes.

•    Potenciar la estabilidad y la calidad en el empleo, la reducción de la temporalidad y  la utilización causal de la contratación, y mejorar la regulación y la  protección del empleo a tiempo parcial y del trabajo autónomo.

•    Fijar el Salario Mínimo Interprofesional, respetando  el dialogo social, en 1.000 euros mensuales para alcanzar el 60%  del salario medio como establece la Carta Social Europea.

•    Desarrollar programas de políticas activas de empleo, con inversiones dotadas  suficientemente, orientadas a la reinserción de las personas desempleadas: jóvenes, parados de la larga duración, mujeres y mayores de 45 años.

•    Respetar la autonomía colectiva de los interlocutores sociales  para  pactar acuerdos interprofesionales estatales, preservar la fuerza vinculante de los convenios y  suprimir la prioridad aplicativa de los convenios de empresa

•    Impulsar medidas destinadas a la democratización de las empresas, como la participación de los trabajadores en el gobierno de las grandes empresas, en la perspectiva seguida en Alemania y otros muchos países desde hace tiempo.

73. Garantizar que no existan más crisis financieras en torno a la vivienda. La crisis financiera que hemos padecido durante largos años nos enseña que la vivienda no puede volver a ser en el futuro causa inmediata de una nueva crisis, ni causa de los enormes sufrimientos que ha ocasionado a muchos ciudadanos. Por ello son necesarias varias líneas maestras ambiciosas en este campo tales como:

• Anticiparse a la ejecución de los desahucios, asegurando la coordinación entre las Administraciones Locales, los servicios de protección social y la Administración de Justicia, para que se garantice un alojamiento digno a todas las personas y familias que como consecuencia de un desahucio sean desalojadas de sus hogares.

• Impulsar una nueva legislación de sobreendeudamiento familiar, siguiendo las prácticas habituales de los países de nuestro entorno, para garantizar una segunda oportunidad  a las familias en situación de insolvencia sobrevenida de buena fe, con medidas que permitan la refinanciación de la deuda y el mantenimiento del hogar familiar. Las buenas prácticas bancarias en este terreno han de venir acompañadas de trasparencia y comprensión del contenido de los contratos de hipoteca y sus implicaciones económicas, financieras, jurídicas, patrimoniales y sociales, reforzando el asesoramiento y los controles de las condiciones generales y las cláusulas más habituales

• Favorecer el acceso a la vivienda y el mantenimiento del hogar familiar en condiciones de habitabilidad, accesibilidad y seguridad, de forma que las familias no tengan que dedicar al pago de la renta o hipoteca más de una tercera parte de sus ingresos, incrementando las ayudas públicas para los hogares con niveles de ingresos reducidos, y para los grupos especialmente necesitados de apoyo, sobre todo los jóvenes, así como los mayores, mujeres víctimas de violencia de género y personas con discapacidad.

•  Impulsar la creación de parques públicos estables de viviendas de alquiler a partir de viviendas de nueva construcción y de viviendas vacías.

• Crear, en el marco del ICO o de la pluralidad bancaria que se impulse, una institución financiera dedicada en exclusiva a prestar a largo plazo, propiciando la creación de un parque estable de viviendas de alquiler, explorando como vía adicional de financiación las líneas que el Banco Europeo de Inversiones destina a la promoción de viviendas de alquiler social.

• Impulsar la rehabilitación energética del parque edificado para reducir el consumo, el coste energético y la emisión de gases de efecto invernadero, así como la introducción de energías renovables y del autoconsumo. Dirigiremos nuestros esfuerzos a que en diez años todos los edificios públicos sean eficientes desde el punto de vista energético, y que para 2025, el 100% de la nueva vivienda sea sostenible.

74. En todos los sectores productivos se han de establecer indicaciones e  incentivos (fiscales, compras públicas, regulación...) para reducir el despilfarro, la contaminación y los efectos negativos sobre los ecosistemas. Existen actualmente tecnologías disponibles que permiten avanzar en esta dirección. Es imprescindible que todos los responsables públicos sean conscientes de la necesidad de reconsiderar los "límites planetarios" en cualquier ámbito de actuación. Avanzar hacia un progreso seguro requiere también la implicación de una ciudadanía bien informada, consciente de los riesgos ecológicos que pueden afectar a su salud y que participe activamente como consumidores responsables en la reorientación del modelo económico.

3.2.3.Una transición firme a la economía digital, apostando por una economía productiva de base industrial.

75. La transición digital exige apostar de modo central por la innovación y el emprendimiento.

76. Una consecuencia crucial de la digitalización y robotización de la economía va a ser la eliminación de empleos rutinizables, cualificados o no cualificados, y que pueden ser realizados por máquinas inteligentes. Ello va a situar en primer plano las nuevas necesidades de reciclaje de personas que serán expulsadas de los sectores afectados, la formación de los parados sin estudios y una atención central a reformular la educación desde edades tempranas, la formación profesional y la formación a lo largo de toda la vida, dirigidas a despertar y crear talento entre la juventud y en todas las etapas de la vida, y a desarrollar las nuevas competencias que serán necesarias en la nueva economía, desde la creatividad hasta la comunicación compleja y la inteligencia emocional. La centralidad de la educación debe ir acompañada por un impulso decidido a la investigación científica, a la innovación y al apoyo de las empresas para avanzar en el uso y aplicación de las nuevas tecnologías.

77. A medio plazo habrá que ir modificando la fiscalidad en una economía digital asentada, gravando de modo especial los beneficios que procedan del trabajo realizado por máquinas inteligentes que sustituyan al trabajo asalariado.

78. La digitalización de la economía va a llevar a sociedades que se organizan en torno a la gestión de datos. Por eso la construcción de una infraestructura de datos pública y democrática supondrá en el siglo XXI uno de los grandes desafíos históricos para el socialismo democrático.

79. Para avanzar hacia una economía digital será preciso apostar por una economía productiva de base industrial.

• Incentivando el desplazamiento del capital hacia destinos productivos, entendiendo que la actual especialización productiva no está causada por la falta de habilidades o conocimientos profesionales

• Terminando con la ausencia de competencia en sectores estratégicos (energía, financiero, telecomunicaciones) que refuerzan los déficits estructurales de nuestro tejido productivo.

• Impulsando  y rediseñando el sistema de I+D+i para hacerlo más eficiente,  fomentando la cooperación entre los planes de innovación de las diferentes Comunidades Autónomas.

• Incentivando la autofinanciación empresarial y la capitalización de beneficios para revertir la tendencia hacia el aumento desproporcionado del reparto de dividendos.

• Poniendo en marcha fondos de inversión soberanos, como estrategia para evitar el riesgo de desnacionalización y/o desmembración de empresas estratégicas para el tejido productivo.

• Apostando por la desestacionalización del turismo.

• Reorientando el sector de la construcción también hacia actividades de rehabilitación, y mejora de la eficiencia energética en edificios.

3.2.4.Poner coto al poder abusivo de los oligopolios.

80. El poder desproporcionado que han ido alcanzando las grandes empresas, tanto en España como en otros países desarrollados, actúa como un acelerador de la conformación de oligopolios en el campo de los grandes servicios, la energía, las infraestructuras, la banca o los seguros. Por otra parte, con la economía digital, la resistencia por parte de las nuevas empresas tecnológicas a trasladar a los precios sus costes decrecientes, nos pueden llevar a una nueva generación de empresas monopolísticas.

81. Uno de los compromisos más importantes del socialismo democrático del siglo XXI debe ser trabajar por controlar el poder de los oligopolios, neutralizando su intromisión opaca en las regulaciones públicas, su elusión de impuestos a través de paraísos fiscales, la búsqueda de privilegios fiscales, o sus conductas colusivas y rentistas, al tiempo que se buscan, en interés de la mayoría, partenariados para fortalecer nuestra base productiva con empresas que ejercen de modo coherente y riguroso su responsabilidad social empresarial en el campo de los derechos humanos, el trabajo digno, el cuidado del medioambiente, la transparencia, el trabajo contra la corrupción y el desarrollo sostenible.

82. Para ello, en primer lugar, será necesario poner en funcionamiento auténticos organismos reguladores eliminando así la mala práctica que ha supuesto su integración en la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia. No sirve un sólo organismo regulador de los mercados que tenga competencias sobre la Energía, las Telecomunicaciones, el Sector Audiovisual, los Transportes y el Sector Postal. No existe mejor garantía de independencia que la competencia profesional especializada y la reputación contrastada de las personas elegidas para dirigir los Organismos Regulatorios. Para ello se precisa un control parlamentario riguroso en el nombramiento de los miembros de los Organismos Reguladores atendiendo a criterios de idoneidad profesional, garantizando la independencia que les es exigible. El socialismo democrático no está en contra del mercado, pero no haremos ninguna concesión a los poderes abusivos que operan hoy en él, lo desvirtúan y lo hacen poco operativo.

3.2.5.  La organización del trabajo humano. ¿Hacia una Renta Básica Universal?

83. La robotización y automatización de los procesos industriales está llevando hacia una sociedad donde el desempleo tiende a crecer por un efecto de sustitución de trabajadores y trabajadoras por máquinas inteligentes, y donde proliferan nuevas actividades socialmente útiles, al margen del mercado.

84. En este horizonte hay que plantearse el reparto del trabajo asalariado, por lo que la disminución de las horas de trabajo con el mismo salario es una demanda que debe ir pasando a un primer plano. 

85. Además, este escenario nos debe llevar a pensar en nuevas formas de organización del trabajo humano, en función de las nuevas condiciones técnicas. Por eso, es inevitable valorar la pertinencia de fórmulas viables relacionadas con una Renta Básica Universal. Pero no todas las soluciones sirven, ya que las reformas defendidas por el socialismo democrático deben ser viables y sostenibles en el tiempo.

86. Apoyando la propuesta del PSOE de un Ingreso Mínimo Vital, y la iniciativa de los sindicatos, ya aprobada en el Parlamento y defendida por el PSOE, de establecimiento de una renta mínima, estos objetivos deberían avanzar hacia una naturaleza estructural dentro del sistema fiscal, y tener posibilidades de progresar en el futuro hacia una Renta Básica Universal. Por ello habría que valorar la viabilidad de un Impuesto Negativo sobre la Renta, en el que se fijara, de acuerdo con el nivel de pobreza existente en estos momentos, un objetivo de renta mínima para todos los ciudadanos, con derecho a percibir de la Hacienda Pública unos abonos por un porcentaje de la diferencia entre los ingresos anuales que sean menores (sean éstos por trabajo, subvenciones, etc…) y ese mínimo garantizado por persona, con un compromiso de ir aumentando dicho porcentaje en el futuro, de acuerdo con las posibilidades presupuestarias y las necesidades sociales. Una iniciativa de este tenor, en la que el porcentaje está fijado en cantidades básicas y es compatible con ingresos por trabajo, no desincentivaría la búsqueda activa de empleo.

87. Las  ventajas del Impuesto Negativo son que, al tiempo que puede afinarse ahora como medida de choque contra la pobreza, es una medida estructural que se inserta en el sistema fiscal y puede irse elevando en su cuantía en la medida en que una parte creciente de la población se vea expulsada del mercado de trabajo “productivo” y se recrudezca el paro tecnológico.

88. Al abogar por una evolución hacia una Renta Básica Universal no estamos renunciando a un elemento importante de nuestra visión: el  papel del trabajo humano como elemento básico de la realización personal. No es el trabajo humano el que se está poniendo en peligro debido a la digitalización, sino el trabajo asalariado. Existen muchos trabajos con utilidad social que dificilmente tendrán una valoración de mercado, y que deberán ser compensados con esa renta básica, del mismo modo que defendemos que otros muchos trabajos con utilidad social deberían ser creados o reconocidos, valorizados y dignificados en  el  propio mercado.

3.2.6.  Impulsar la economía colaborativa, social y solidaria.

89. Los socialistas tenemos que impulsar las nuevas actividades que operan con un pie fuera del mercado, como la economía cooperativa, así como la economía colaborativa social y solidaria, previniendo al mismo tiempo que bajo esa apariencia se enmascaren actividades basadas en el autoempleo precario y en la elusión fiscal. Se trata de estimular la apertura de nichos de actividad socialmente necesaria que puedan ser atendidos por empresas colaborativas, cooperativas y sociedades laborales.

90. Para ello es necesario un nuevo activismo del  Estado, de lo público y de lo comunitario. En este sentido, el trabajo socialmente útil que se realiza en el terreno de la dependencia debe ser adecuadamente valorado, entendiendo la atención a la dependencia como un pilar central del Estado de Bienestar. Además, hay que apoyar la formalización y la dignificación de una nueva economía de los cuidados. Hay que fomentar la generación de la producción cultural en nuestro país, como industria, como generador de puestos muy cualificados de trabajo y como una actividad que es, por definición, no solamente económicamente útil sino socialmente necesaria en nuestra sociedad.  Asimismo, es necesaria la voluntad política para impulsar y apoyar la creación de cientos de miles de nuevos empleos en el extenso campo que se abre en el rediseño y la reconstrucción de una economía ecológica a nivel nacional y a nivel urbano y local.

3.2.7.Impulsar el desarrollo humano sostenible.

91. La sociedad del siglo XXI afronta retos globales para el desarrollo sostenible de la humanidad. El agravamiento de los “males públicos globales” —como la pobreza y las desigualdades en sus distintas dimensiones, la violencia, la inseguridad y el deterioro medioambiental— exigen respuestas coordinadas a nivel internacional. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcan las condiciones de sostenibilidad social y ambiental de la humanidad en un horizonte hasta 2030, deben de ser impulsados por los gobiernos y los agentes de la sociedad civil, -ONG, Universidades, empresas – en partenariados, que constituyen un marco adecuado para que España se sume a este esfuerzo colectivo, aprobado por todas las naciones en la Asamblea General de la ONU de 2016.

92. Los socialistas españoles debemos comprometernos con el progreso de los ODS y de la aplicación de los Derechos Humanos en todo el planeta. Ello exige una doble actuación, tanto internacional como nacional. A nivel internacional, debemos transitar de un modelo estrecho de cooperación internacional a un modelo más amplio y ambicioso de desarrollo, en el que España debe asumir con generosidad el esfuerzo solidario que se exige a los países más desarrollados para co-financiar el desarrollo sostenible de todas las personas que habitamos este Planeta. La Cooperación  debería pasar a ser política de Estado y debemos establecer un calendario que nos permita alcanzar el objetivo de destinar el 0,7% del PIB a ayuda al desarrollo. A nivel nacional, debemos trabajar para que se concrete en nuestro país una Agenda ODS, que, por el momento, el PP no se plantea abordar. Su confección exigirá plantear los problemas crecientes de desigualdades (económicas, pero también de género y de oportunidades), pobreza y precarización del trabajo, al tiempo que se revisan  las prácticas insostenibles de nuestro propio modelo de producción y consumo, rectificando las políticas españolas que resulten incoherentes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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El planteamiento estratégico del documento Por una nueva socialdemocracia ha sido dirigido por José Felix Tezanos y Manuel Escudero. La versión íntegra se puede descargar aquí: http://sanchezcastejon.es/somos-socialistas/

SOMOS SOCIALISTAS

POR UNA NUEVA SOCIALDEMOCRACIA

(SECCIONES CORRESPONDIENTES AL...

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4 comentario(s)

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  1. Clos Changes

    Sinceramente, Pedro Sánchez creo que nunca ha tenido muchas luces. ¿Tu adversario es el "capitalismo neoliberal"?, ¿y pactas con él a toda prisa? Lo del P"so"E es el pez que se muerde la cola constantemente: Susana Díaz, Pedro Sánchez, Madina, López... acaban todos siendo la misma cosa, con algún pequeño matiz, pero están cortados todos por el mismo patrón, que es el de la dependencia ideológica, laboral y psicológica del aparato, un aparato que odia la izquierda, que detesta el marxismo y que solo aspira a ser un poco más amable que el PP y Ciudadanos. Y eso ya está más que pasado, chatos.

    Hace 7 años 1 mes

  2. Jesús Díaz Formoso

    Puede hacerse muy bien la justicia social sin una filosofía ingeniosa. Exige algunas verdades de sentido común, y estas cosas sencillas que se llaman clarividencia, energía y desinterés. En estas materias, querer hacer cosas nuevas a toda costa es trabajar para el año tres mil. Y es enseguida, mañana mismo si es posible, cuando los asuntos de nuestra sociedad deben ser puestos en orden. // En segundo lugar, las doctrinas no son eficaces por su novedad, sino únicamente por la energía que arrastran consigo y por el espíritu de sacrificio de los hombres que las sirven. Es difícil saber si el socialismo teórico ha representado algo profundo para los socialistas de la III República. Pero hoy es una quemadura lancinante para muchos hombres. Es que da forma a la impaciencia y a la fiebre de justicia que las anima. // Finalmente, quizá es en nombre de una idea disminuida del socialismo como se llega a estar casi convencido para creer que el hecho de haber llegado a eso es poca cosa. Hay cierta forma de esta doctrina que nosotros detestamos todavía más que las políticas de tiranía. Es la que descansa en el optimismo, la que se prevale del amor a la humanidad para evitarse tener que servir a los hombres, la que invoca al progreso inevitable para esquivar las cuestiones de salarios y apela a la paz universal para soslayar los sacrificios necesarios. Este socialismo está hecho, sobre todo, con el sacrifico de los obreros. Nunca ha comprometido al que lo profesaba. En una palabra, este socialismo tiene miedo de todo y de la revolución. // Todos hemos conocido eso. Y es cierto que sería bien poca cosa si volviéramos a él. Pero existe otro socialismo que está decidido a pagar. Rechaza por igual la mentira y la debilidad. No se plantea la fútil cuestión del progreso, pero está persuadido de que la suerte del hombre sigue estando en las manos del hombre. // No cree en las doctrinas absolutas e infalibles, sino en la obstinada mejora, caótica pero incansable, de la condición humana. La justicia, para él, bien vale una revolución. Y si ésta le es más difícil que a otros, porque él no profesa el desprecio del hombre, también tiene más oportunidades de no pedir más que sacrificios que sean útiles. En cuanto a saber si tal disposición del corazón y del espíritu puede traducirse en los hechos, es un punto sobre el que volveremos. // Queríamos hoy disipar algunos equívocos. Es evidente que el socialismo de la III República no ha respondido a las exigencias que acabamos de formular. Hoy tiene la oportunidad de reformarse. Nosotros lo deseamos. Deseamos también que los hombres de la Resistencia y los franceses que se sienten de acuerdo con ellos conserven intactas estas exigencias fundamentales. // Pues si el socialismo tradicional quiere reformarse, no lo hará únicamente llamando a sus filas a estos hombres nuevos que empiezan a tomar conciencia de esta nueva doctrina. Lo hará viniendo él mismo a esta doctrina y aceptando incorporarse totalmente a ella. No hay socialismo sin un compromiso y una fidelidad de todo el ser; esto es lo que sabemos hoy. Y esto es lo que es nuevo. - “Combat”, 24 de noviembre de 1944. CAMUS

    Hace 7 años 1 mes

  3. Jesús Díaz Formoso

    “No es absolutamente necesario que las doctrinas políticas sean nuevas. La política (no decimos la acción) no tiene nada que hacer con el genio. Los asuntos humanos son complicados en el detalle, pero sencillos en su principio. Puede hacerse muy bien la justicia social sin una filosofía ingeniosa. Exige algunas verdades de sentido común, y estas cosas sencillas que se llaman clarividencia, energía y desinterés. Las doctrinas no son eficaces por su novedad, sino únicamente por la energía que arrastran consigo y por el espíritu de sacrificio de los hombres que las sirven. Hay cierta forma de la doctrina socialista que nosotros detestamos todavía más que las políticas de tiranía. Es la que descansa en el optimismo, la que se prevale del amor a la humanidad para evitarse tener que servir a los hombres, la que invoca al progreso inevitable para esquivar las cuestiones de salarios y apela a la paz universal para soslayar los sacrificios necesarios. Este socialismo está hecho, sobre todo, con el sacrifico de los obreros. Nunca ha comprometido al que lo profesaba. En una palabra, este socialismo tiene miedo de todo y de la revolución.” - Albert Camus

    Hace 7 años 1 mes

  4. Jesús Díaz Formoso

    13, mal número si no desaparece. Aunque hemos de tener presente que, por el momento, el reto de pedro se limita a la recuperación de la Secretaría General del Partido Socialdemócrata Obrero Español (primer problema: Seguimos sin un partido Socialista al que votar). Luego, quizás, podamos hablar de otra cosa. Pero lo del número 13 apesta; aunque sea para mero consumo interno del sector de militancia apesebrada en nuestros dineros públicos. Seguiremos a la espera. Al final, Socialdemocracia es mejor que neofranquismo ... Que es de dónde vinieron los Globalistas Atlantistas, Monárquicos y Católicos socialeros de ascendencia genética Falangista que se lo han llevado crudo estos "otros" 40 años. El punto 13 -que no se reproduce aquí, por cuestión estética, quiero suponer- daña la vista; y enfría el ánimo.

    Hace 7 años 1 mes

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