Nacido en Pamplona en plenos Sanfermines, ha vivido en Barcelona, Londres, Misuri, Carolina del Norte, Macondo, Buenos Aires y, ahora, Nueva York. Dicen que estudió dos másteres, de Periodismo y Política, en Columbia, que trabajó en Al Jazeera, y que tiene los pies planos. Escribe sobre política, economía, cultura y movimientos sociales, pero en realidad, solo le importa el resultado de Osasuna el domingo.

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Mark

---> 1. Mentalmente deshauciado. Madremía, vaya cadena de majaderías. :D

Hace 5 años 2 meses

Mentalmente

La transversalidad es una ideología emergente que coincide con lo que se está diciendo en el vídeo. Pero yo haría unos matices al respecto de lo último que dijo. Si bien Platón defendió la aristocracia, la misma historia comprobó que era imposible. Porque es algo abstracto. Solo podría ser si una mano mágica abstracta, un ser omnisciente pusiera a esa gente a gobernar. Es un ideal abstracto. Primero, porque siempre existe alguna clase de democracia en todas las formas de gobierno. La palabra demostrar, de demo (pueblo) y mostrar. Es muy clara al respecto de determinar aquello que es verdad. Es el pueblo el que decide lo que es verdad y que no y por tanto, también decide quién es el mejor. El aristócrata es una construcción social. Y por tanto la aristocracia deriva a la partitocracia actual y oligarquía de frentes populares. En otras palabras, el circo que se tienen montado desde EEUU a toda Europa, América, Asia, Australia,etc. todas las mal llamadas "democracias". Ahí es donde entra fuerte la transversalidad democrática, que viene a tomar consciencia de este desorden y querer romper esa división de frentes populares, que tiende a malsanos bipartidismos en los que unos pocos injustamente capitalizan todas las ideas e inspiraciones políticas de la sociedad, corromperlas por ese cuello de botella, por los intereses económicos, y porque el mecanismo no castiga por no cumplir. Depende de la confianza, no tiene garantías y tiende a que ningun político cumpla y siga funcionando. Si queremos un gobierno de los mejores, el pueblo necesita saber como saber quienes son los mejores. Esa paradoja es la que hace que esa idea sea una quimera. El poder como se entiende desde la antigua Grecia está obsoleto por eso. Lo único claro es la estructura funcional del poder, que este poder siempre se reparte entre la sociedad, aunque no equitativamente, y que la falta de esa equidad tiende a explotarse en las partitocracias para el beneficio de ninguno de los ciudadanos, que nunca sienten que tienen poder en nada. Pero sin embargo, todos los ciudadanos tienen poder de alguna manera. Como bien dice el filósofo, acertando al 100% la libertad es el concepto clave que hay que conjugar y usar para construirlo todo, la diferencia entre la libertad y el poder, es que el poder es una libertad de bajo costo. ¿Entienden por donde voy? Para el que tiene el poder, hacer cosas no le cuesta nada porque tiene los medios y el respaldo de las circunstancias y sociedad. Sin embargo, en una partitocracia, el poder del poder tiene un coste electoral, las decisiones difíciles, de inversión y a largo plazo nunca se pueden tomar. Es una de tantas fallas graves estructurales de la partitocracia. Entonces basta con reducir el coste de la transmisión de la información de la voluntad política del ciudadano. En otras palabras, con dar herramientas de comunicación colectiva a la sociedad que es soberana de los territorios, se está creando un nuevo poder que antes no estaba. Pero eso no es lo único. Eso requiere medios, tiempo esfuerzo. Se puede avanzar directamente al poder sin pasar por esos medios, por medios transitorios, haciendo uso de la estadística, bastaría con preguntas a la gente lo que piensa políticamente sobre temas, y los temas que le interesan, y la prioridad entre los mismos. Con esa regla de tres pasos y el método estadístico se puede trazar rápidamente un frente político para tomar el poder. Y los métodos de selección de personal político estarían respondidos también por ese mecanismo. Que es el mismo que se emplearía con las herramientas democráticas ya diseñadas. Como bien dice, mientras la izquierda política perdía tiempo tratando de compartir la riqueza, y la derecha política perdía tiempo tratando de que el poder fuera efectivo. A ninguno se le ocurrió que lo más efectivo es compartir el poder a toda costa, (la democracia ciudadana), y casualmente, la riqueza termina siendo algo relativo, y relativo a calidades y efectividades, puesto que el poder está compartido desde la base en igualdad, es inevitable que la riqueza de distribuya poco a poco de forma lógica, así como que varíe la cultura y el comportamiento de la sociedad acorde a la responsabilidad de conjunto que tiene adquirida.

Hace 5 años 2 meses

“Siempre ha existido una dimensión antiestablishment en el conservadurismo”

Ignasi Gozalo-Salellas

Álvaro Guzmán Bastida

/ HÉCTOR MUNIENTE

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Mark

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Mark

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