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Ser feminazi hoy

Por un 8M de azoteas vacías

Anita Botwin 22/02/2018

<p>Una joven se manifiesta en Madrid el 8 de marzo de 2017.</p>

Una joven se manifiesta en Madrid el 8 de marzo de 2017.

Manolo Finish

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“La libertad es un tren / que por mu’ tarde que llegue / tiene nombre de mujer”.
Alicia Carrasco

A estas alturas del partido, es bastante obvio reconocer que sin las mujeres no sólo todo sería un desastre, sino que el sistema caería en picado. Sin nuestros cuidados diarios, las lavadoras fabricadas con inteligencia especial para nosotras -¿por qué los hombres no saben poner lavadoras?-, el fin de la brecha salarial y del techo de cristal… otra gallina cantaría. Pero No Nos Metamos en Eso…

Esta desigualdad estructural entre hombres y mujeres por las que luchamos las feministas es la que mantiene el sistema patriarcal en el que vivimos de hace ya la friolera de 21 siglos.  Este sistema que cada vez enriquece a los más ricos y empobrece y enferma a los más pobres, sobre todo mujeres. Sin nuestro trabajo peor remunerado que el de nuestros compañeros, sin nuestros cuidados y el trabajo reproductivo, el mundo en el que vivimos no se mantendría. Si la mitad de la población parásemos el día 8 de marzo y nos dedicásemos a vivir, con tiempo propio lejos del sistema productivo, estaríamos más cerca de la igualdad.

Al PP le parece que somos frívolas y elitistas por buscar la igualdad en lo laboral. Que odiamos a los hombres y desayunamos fetos. Tampoco podemos pedir peras al olmo de las reformas laborales, que nos olvidaron desde hace tiempo a no ser que nos hagamos las rubias y nos pongamos tacón. El partido no sólo ha arremetido contra nosotras, sino que nos han propuesto hacer una huelga a la japonesa y trabajar hasta la extenuación. ¡Pero si eso ya lo hacemos cada día! Si bajaran desde su élite burguesa y capitalista verían que las trabajadoras lo somos doblemente: fuera y dentro de casa. Pero No Nos Metamos en Eso…

Si tan sólo un día la mitad de la población parásemos, dejásemos de trabajar, estudiar, consumir, producir y cuidar, el sistema colapsaría y pararíamos el mundo. No quedaría más remedio que poner fin a la desigualdad y a la violencia machista en todos sus ámbitos. No temas, no pienses que no sirve para nada. Imagina que Clara Campoamor hubiese pensado lo mismo: no votarías. Imagina que Carmen de Burgos no hubiese escrito nunca aunque fuera bajo pseudónimos varios. O que Emily Wilding Davison no se hubiese abalanzado contra el caballo rey Jorge V para que las inglesas pudiesen votar. Imagina que tantas otras anónimas en su día a día no luchasen por un mundo más justo.

Tengo una vecina a la que veo de reojo todos los días. Veo sus manos endurecidas por la lejía, tendiendo la ropa de su familia. Cada día. Escucho los raíles de su cuerda, ya oxidados con el paso del tiempo y ese ruido desagradable se convierte en una especie de saludo o de guiño. No conozco su cara, no sé si es feliz, si llega a fin de mes… Sólo conozco sus manos y sus ropas tendidas cada día sin falta. Y así, en las azoteas de Sevilla nos conocemos las unas a las otras, de lejos, siluetas tras las sábanas, historias de mujeres valientes, luchadoras, que tienden la ropa religiosamente. Cada día.

Por eso espero un 8M en el que las bragas se queden en los cajones y no asomen por las azoteas. Espero un 8M en el que podamos vernos la cara en las calles y nos demos la mano, esa mano que ha sostenido este sistema durante tanto tiempo. Un día en que esos hombres feministas se echen a un lado, y si quieren colaborar a nuestra causa que nos den el día libre, que ya cobramos un mes menos de media al año. Pero No Nos metamos en Eso, no vaya a ser que consigamos ser iguales y libres. Y eso ya tal. 

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Anita Botwin

Gracias a miles de años de machismo, sé hacer pucheros de Estrella Michelin. No me dan la Estrella porque los premios son cosa de hombres. Y yo soy mujer, de izquierdas y del Atleti. Abierta a nuevas minorías. Teclear como forma de vida.

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3 comentario(s)

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  1. juan

    no entiendo el porque invisibilizar a muchos hombres que gestionamos la logística casera y no subcontratamos a una mujer como sí hacen muchas feministas "que prefieren tener tiempo para leer". Siempre vi a mi padre gestionar las coladas, y era de 1935. A ver, no somos tan inútiles ni tan vagos, igual los que son así son producto de la condescendencia del "no valéis para nada" de una cierta cultura machista que donde más ha arraigado es en las mujeres.

    Hace 6 años

  2. JM

    El feminismo tiene una taxonomía más compleja que la de muchos organismos pluricelulares, donde tienen cabida multitud de corrientes a cada cual más pintoresca, disparatada y delirante. Domina en todas las instituciones publicas, desde los ministerios y cosejerías de igualdad de cada comunidad autónoma, pasando por las direcciones generales, observatorios, plataformas y todos sus institutos, subinstitutos, postinstitutos y recontrainstitutos de la mujer, hasta la consejalía de igualdad y de la mujer de cada ayuntamiento y tropecientas asociaciones feministas o de gays y lesbianas, en una especie de magma que combina ideas políticamente correctas con prejuicios de toda índole. Todo ello regado con generosas subvenciones estalales (200.000 millones de euros anuales) a cargo del los contribuyentes,que a estos organismos suelen servir para la colocación de femiliares, amigos y afines, sobre a feministas y feministos que hagan propaganda y adoctrinen en la ideología de género. El feminismo institucional se ha ido transformando en un monstruo a pasos agigantados, en una hidra de mil cabezas, en una mezcla de religión de andar por casa, autoayuda y postración al poder que se encauza mediante la censura, la autocensura y el ataque a los demás en forma de linchamiento, cada vez más exacerbado. Cualquier discrepancia con el discurso feminista oficial coloca al que la emite del lado de los morlocks, trolls y ogros que pretenden, a juicio de esta ideología o “idiotología”, elaborar discursos machistas, misóginos y, ay que no falte la palabrica, heteropatriarcales. Cualquier análisis o reflexión que encuentre incoherencias, faltas o errores en dicho discuros será tachado de enemigo de la igualdad. Su trabajo es la censura basada en las falacias moralistas más comunes, el control del ciudadano a pequeña escala. Dado que los medios de comunicación en España están indisolublemente unidos al poder, la propaganda institucional encuentra en ellos a sus voceros más competentes. Han convertido esto, para muchas personas, en una suerte de cuestión de identidad. En un mundo sin dioses hay que aferrarse o engancharse a algo, ya sea el piragüismo, los tebeos, las series televisivas, el BDSM o el “feminismo”. O todo junto, que también se puede. No se trata ya de aficiones u opiniones, sino que forman parte de la persona, se asumen como piel propia, se ponen en marcha jergas de inmediato, sustituyen a la religión de manera sencilla, a medio camino entre el horóscopo y la misa. Dentro de estas “identidades”, las que más visten suelen ser las sexuales y las “buenistas”. Unas aportan una imagen de persona “vivida”. Las otras bondad instantánea con la simple adscripción en pijama desde casa a una postura determinada, lo que siempre conlleva la localización de unos rivales que no se adscriben de la misma forma. O sea, unos y otros, donde nosotros, los “unos”, llevamos el mensaje de la Verdad, siendo los “otros” infieles o herejes que refuerzan mi posición. Y de esta forma, una parte de la ciudadanía repite hasta la extenuación los dogmas del catecismo feminista, censurando todo aquel comportamiento que consideran infiel o hereje (los otros), cortando toda posibilidad de diálogo, cerrándose en banda en sus mandamientos censores y a años luz del rigor, unidos mediante un cordón umbilical a las falacias institucionales y al sensacionalismo de los medios de comunicación, que son esa corriente que los pone en movimiento. Por supuesto, cualquier discrepancia, cualquier matiz, cualquier condena a la manipulación de los hechos y de la realidad, colocaría quien se atreva a hacerlo en la parte de los “otros”. Haga lo que haga está condenado por macho. Aunque se declare tanjantemente en contra de la discriminación, maltrato, violación o asesinato de mujeres, y también de los abusos, sean cuales sean y se produzcan donde se produzcan. Si es mujer la pueden tachar –literalmente, esto es real- de colaboracionista y machista (es parte de la jerga). Quien lee este texto que se olvide de la lucha por los derechos de la mujer, de las sufragistas, de… ESTAMOS EN EL SIGLO XXI. ESPAÑA. O cualquier país occidental de Europa o Amèrica. Si antaño había diversas concepciones del feminismo que se olvide de nuevo. ESO ESTÁ ACABADO. El feminismo en sus orígenes luchaba por los derechos civiles y politicos de las mujeres ¿Quien puede estar en contra de eso?: Nadie. Desde hace algunos lustros estamos en otra fase. Algunas hay, casi todas excesivas y pintorescas, más cercanas a la performance sexual que a otra cosa. El feminismo de hoy se caracteriza por ser “un ‘hembrismo’, es decir, un machismo a la inversa. Es un feminismo que ya no se articula por un discurso de igualdad real, sino por un discurso de odio hacia el hombre y de privilegios para la mujer. Estamos en un feminismo de tercera ola que se radicalizó en los años 70-80, el de cuarta generación a partir de la década de los 90 del siglo pasado, -que se radicalizó aún más-, no es el feminismo de equidad de antaño que lucha por la dignidad y los derechos de las mujeres, sino un feminazismo supremacista o hembrismo taliban, totalitario e inquisitorial que divide al mundo en dos especies diferentes, hombres y mujeres, siendo los primeros malvados y tocados por un pecado original, y las segundas víctimas bondadosas. Este maniqueísmo infantil se fundamenta en ese pecado original masculino. Una marca demoníaca por el hecho de ser hombre. Aquel que quiera superarla debe bautizarse, es decir, asumir todos los dogmas y publicitarlo. Un bucle de lugares comunes transformados en dogmas cuasi religiosos. Uno que dice que el patriarcado o hetereopatriarcado opresor es el responsable de todos los males del mundo. Debido a que el feminismo institucional inunda el ámbito académico, se añaden las falacias moralistas típicas más colmadas raciones de tabla rasa, fantasma en la máquina y buen salvaje. Con todos estos principios, el alimento o mandamientos suelen proceder del sensacionalismo mediático y la propaganda que genera. Por ejemplo tenemos el tratamiento lamentable, mediante conteo, de los mal llamados asesinatos de género, (su nombre correcto es violencia en el ámbito doméstico o familiar o en la pareja, que es bidireccional) denominación destinada a domesticar y usar dichas muertes descartando el conocimiento de cada caso o de los rasgos de la violencia doméstica en general. Tenemos también la manipulación estadística de andar por casa, como en las diferencias de sueldos entre hombres y mujeres. A pesar de lo fácilmente desmontable que es algo así, la propaganda insiste e insiste, pues la censura hace minoritarias las explicaciones coherentes sobre esos números. Se deforma igualmente la relación entre hombres y mujeres hasta tachar de violencia prácticamente todo y crear un concepto vomitivo, la cultura de la violación, que mediante la manipulación presenta una situación apocalíptica inexistente. Se trata, en definitiva, de infundir miedo, como hacen tantas ideologías de corte totalitario. No hay exageración. El “machaque” desde los medios de comunicación e instituciones políticas es impresionante desde hace años. A partir de ahí, este feminismo entre comillas se adopta como materia de identidad. Aporta indudables ventajas, pues permite al feminista tener buena conciencia, estar en un escalón moral superior y tener la sensación de que puede conectar con otros como él en pos de algo que percibe de forma distorsianada como bueno. Crea sensación grupal, palia la soledad. La naturaleza religiosa se percibe también en la jerga que adopta. Muchos de estos feministas se toman al feminismo como enseñanza, como algo que se puede aprender. Me río de los testigos de Jehová y de los secesionistas catalanes. Han sido superados en al Top 10 de la brasa hace mucho. Muchas feministas, sin rubor, tachan de colaboracionistas a aquellas mujeres que discrepan, pues se da por hecho que la mujer, al no tener pecado original, tiene carné del club de este despropósito desde el nacimiento. Desde hace tiempo y cada vez más, el feminismo es, de nuevo sin exageración, el elemento censor más fuerte que existe. Es casi imposible encontrarse con discrepancias en los medios de comunicación masivos. Muchos otros medios pequeños y medianos, incluso ejemplares en su labor, se ven sobrepasados por la horda de talibanas que vive pendiente del más mínimo desvío. Y esto deriva en autocensura, por lo que al final las falacias, las manipulaciones estadísticas, las tergiversaciones del lenguaje, son las que tienen vía libre y constante. Y más peligroso aún. En una España cainita y presta a utilizar a la mínima la quijada de burro contra quien sea, el feminismo (esto que se ha dado en llamar así) se está convirtiendo en etiqueta que se da por sentada en cualquier político. Así que, de la misma manera que sucede con el común de los mortales, aquel político, fiscal, juez, abogado, periodista, escritor o simple mortal anónimo que se desvíe será linchado. O linchada. Se le dejará sin empleo, se le considerará como a un apestado y se le condenará al ostracismo y la hoguera. Sin embargo, a veces tengo la percepción de que el feminismo actual está logrando un efecto contrario al de su supuesto propósito, porque ya no es solamente la constestación y la rebelión del colectivo masculino, que les está plantando cara, sino de las mismas mujeres que les produce rechazo y no se sienten representadas, incluso dentro del ámbito mismo del feminismo. Y ello precisamente por su grotesca teatralidad y exageración, y por la censura, la coacción, la imposición y por restringir la libertas. Como dice el libro de Alicia Rubio: NOS PROHÍBEN SER MUJERES...Y SE OS PERSIGUE POR SER HOMBRES.

    Hace 6 años

  3. Feminismo: el fascismo del siglo XXI

    LOS ORÍGENES DE LA PRIMERA OLA DEL FEMINISMO son aristócráticos y burqueses, y provienen del Liberalismo y la Ilustración de finales del siglo XVIII y el siglo XIX con las primeras sufragistas que lucharon por los derechos civiles y políticos de las mujeres. Reinvindicaban el derecho al voto femenino, el acceso a las universidades, el derecho a ejercer profesiones considerada como 'masculinas' y a un salario digno. En 1790 Marie Gouze, líder de uno de los grupos feministas de París, redactó un documento titulado Declaración de los Derechos de la Mujer, basado en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. De 1830 a 1850, las feministas americanas lucharon por la abolición de la esclavitud, y en 1848 redactaron la Declaración de Sentimientos, basada en la Declaración de la Independencia Americana. En 1866, 1.500 mujeres británicas piden al Parlamento el derecho al voto para las mujeres, por lo que se las conoce como «sufragistas». EN ESPAÑA, UNA MUJER DE LA DERECHA LIBERAL, CLARA CAMPOAMOR, consigue el voto femenino en la Segunda República. Se opuso la feminista Victoria Kent, del partido radical socialista y Margarita Nelken, del PSOE , pero Campoamor ganó el debate en las Cortes (161 a favor) y las mujeres pudieron votar a partir de 1933. Pero se la guardaron. En 1934, la derecha, que se presenta unida, gana las elecciones frente a una izquierda desunida. Pero todos la culpan y los dos bandos le dan la espalda y le hacen el vacío. Cae en el ostracismo. La guerra le pilla en Madrid, donde le avergüenza la crueldad de los milicianos. Parte al exilio, odiada por ambos bandos. Ya no pisará más su patria. Ahora, en la democracia actual, políticos de izquierdas del PSOE, IU y Podemos silencian a la que consiguió en voto femenino y realzan a la feminista Nelken, la que escribía artículos de odio no sólo a los hombres, sino a las mujeres que no tenían ideas comunistas o feministas, y van voceando por ahí en entrevistas y mítines que ellos fueron lo que trajeron el sufragio femenino o la mentira de que ,aún hoy. las mujeres cobran menos sueldo que los hombres por desempeñar el mismo trabajo y en la misma categoría profesional. PARA LA NELKEN existían solo dos tipos de mujeres: las que eran como ella, y las demás. Leopoldo Nunes la definió como un monstruo enfermo de odio, también hacia las mujeres: “En ese monstruo de perversidad no cabe la calificación de mujer”. Probablemente su odio al hombre nace de la situación que tan bien expresa Neville: “Ella sabía que había algo más en el mundo de Gordon Ordax y Basilio Álvarez, pero a los demás hombres ella los vio siempre, a través de sus impertinentes, alejarse con otras, con aquéllas que hoy hacía fusilar”.Este odio hacia los hombres que la huían, y hacia las mujeres de condición superior, probablemente tuviera su origen en el mismo sentimiento de envidia que viviera Nelken por La Pasionaria, que la privaba de disfrutar la gloria en solitario. FÉLIZ SCHLAYER, el Schindler español, fue el primero en denunciar las sacas de presos y los asesinatos en masa que se perpetraron en Madrid en 1936, así como los terribles sucesos de Paracuellos. Tres corresponsales extranjeros, además de Schlayer, dieron fe de los asesinatos, y de la participación en ellos de Margarita Nelken. Después de exigir una saca de presos en La cárcel Modelo “los arrimaron a la pared… los abrieron de brazos y piernas y los crucificaron. A uno o dos los pusieron de cabeza abajo… Mojaron a todos con gasolina, y para acabar les dieron fuego. No escapó ni uno”. (José Augusto, 17 de agosto de 1936, Diario de Noticias) “En aquel terrible Madrid de agosto del 36, cuando el terror llegaba al máximo, apareció una noche en “Claridad” un artículo de Margarita Nelken en que pedía a las milicias no se limitaran a asesinar hombres, sino que incluyeran en “los paseos” a las esposas, novias o hermanas de los perseguidos. […] El artículo tuvo su efecto, las arpías de los barrios se unieron a la ronda de la Muerte y comenzaron a caer finas mujeres de la burguesía, blancas y espigadas madrileñas en plena juventud, pues a la incitación criminal habían respondido los más bajos sentimientos humanos y aquéllo se convertía en la venganza, en suspenso durante siglos, de la fea contra la guapa.Eran las feas en celo, las contrahechas en rebelión, supurando odio y envidia, vengando en aquellas víctimas un daño del que eran inocentes, vengando el desaire perpetuo de los hombres hacia ellas”. MARGARITA NELKEN, "la sanguinaria", esta mujer que señalaba a sus compañeras para ser asesinadas se le rinde pleitesía en la moderna amalgama de ideas políticas e ideologías que pretenden ver en ella una representante de la lucha feminista. Esta pleitesía resulta no sólo un despropósito, sino un salvaje escupir sobre la sangre vertida: sangre de miles de mujeres honestas; madres de familia; novias, hermanas o hijas; mujeres que excitaban sin saberlo el odio de clases y de condición. Puesto que no era posible convertir la basura en oro era necesario reducir el oro a basura, emponzoñar las virtudes de la mujer honesta para convertirla en una de aquellas arpías sedientas de sangre… La que no se sometiera a tal transformación debía pagar con su vida. La venganza de la fea contra la guapa, del ser vulgar contra el distinguido, del ignorante contra el cultivado… es conveniente advertir que Neville retrataba en el 36 el mismo tipo de arpía, y las mismas motivaciones, que se dan en el movimiento feminista radical en los tiempos actuales. EL MARXISMO, ya desde sus orígenes, a mediados de siglo XIX, con Marx y Engels ya estaba mirando la cuestión de la mujer. Èste último escribió un librito titulado “El origen de la familia, el Estado y la propiedad privada”, donde dice: "El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de clase por otra es la del sexo femenino bajo el masculino", para concluir que “en la familia el hombre es el burgués y la mujer el proletariado.” Estas ideas de MARX y ENGELS para explicar y oponerse al matrimonio y la familia es donde se encuentra la semilla de las feministas de ideología socialista y ven la lucha de clases con una clase trabajadora explotada y oprimida, para aplicarla a la lucha de sexos. La escuela de Frankfurt con Wilheim Reich y Herbert Marcuse considerados los "padres de la nueva izquierda" serían los que abrirían un nuevo camino a esta idea, ya en el siglo XX. PERO LA QUE VERBALIZA CON TODA SU CRUDEZA esta concepción de la naturaleza humana que niega toda biología (que es como negar la vida) fue la pareja del marxista Sartre, la feminista SIMONE DE BEAUVOIR: ("¡No se nace mujer, te haces mujer!"). ES LA REFERENTE DE LA SEGUNDA OLA FEMINISTA, mucho más radical. Todas las feministas la tienen en un altar como una diosa, como uno de sus principales iconos y referentes, y la idolatran como a un ídolo. Fue las que les hizo tomar conciencia de que para alcanzar sus objetivos es necesaria la imposición y la violencia. 'No debe permitirse a ninguna mujer quedarse en casa para criar a sus hijos' dice la señora Beauvoir, con indiferencia total por la libertad, el deseo o la elección personal de la mujer concreta. Con ella comienza la denigración del sexo femenino por ser como es o como libremente quiera ser. LA SIGUIENTE OLA DE ADOCTRINAMIENTO E IMPOSICIÓN FEMINISTA LLEGA EN LOS AÑOS 60-70 representada por la NOW (Nacional Organization for Woman) de Betty Friedan que radicaliza -aún más- las doctrinas de Beauvoir y con la liberación sexual del 68, con los movimientos de izquierda que ya habían asumido la lucha de clases aplicada a los sexos y con otras sacerdotisas feministas radicales como son Germaine Greer, Kate Millet y Shulamitz Firestone. Y aquí es también donde empiezan a representar a los movimientos feministas en defensa de la mujer, unícamente las mujeres lesbianas, que, en muchos casos, no se encuentran a gusto con su biología o les hubiera gustado nacer hombres, e incluso odian abiertamente su condición femenina y a los hombres. De esta manera los intereses de las mujeres son sustituidos por los intereses de una pequeña parte de esas mujeres , cuyo planteamiento dista mucho de revindicar los problemas REALES de la inmensa mayoría de las mujeres. Todo esto ha ido a más con los años y actualmente casi la totalidad de las activistas y militantes de los movimientos y asociaciones feministas son lesbianas. Éstas son además las que están más cargadas de odio hacia el varón, las más fanáticas, las más agresivas y violentas. A PARTIR DE LOS AÑOS 70 estas feministas radicales empiezan a poner sus miras en las instituciones tales como las universidades, los organismos estatales y la ONU, contralando las diferentes conferencias de la mujer. Infiltradas en universidades, instituciones y medios de comunicación de masas, empieza a ser impuesta y obligatoria la ideología de género y que van a ir apuntalando visiones y dogmas cada vez más radicales, irracionales y alejadas de la lógica y el sentido común, atentando contra los derechos y libertades más fundamentales. Se empieza emprender un proceso de de-construcción del lenguaje, la familia, las relaciones de pareja, de la reproducción, de la sexualidad, de la educación, de la cultura...las reivindicaciones normales estaban conseguidas, por lo que ya no se buscaba tener los mismos derechos que los hombres sino ser hombres y de ahí, tras el manifiesto SCUM, eliminarlos. SCUM es una palabra inglesa que significa "escoria, suciedad o basura" pero en realidad es el acrónimo de Society for Cutting Up Men (Sociedad para destrozar a los hombres), una declaración de intenciones, un plan de acción emprender una guerra de sexos. Éste texto misándrico fue escrito por la feminista Valerie Solanas en 1967, quien intentó matar al artista Andy Warhol en 1968, y que a partir de entonces su manifiesto se convirtió en una biblia para el feminismo radical. El teólogo postmarxista del populismo argentino ERNESTO LACLAU y la politóloga belga CHANTAL MOUFLE publican en 1985 “Hegemonía y estrategia socialista” un paso adelante más en esta reconversión estratégica de la izquierda. Aquí ellos explicitan la necesidad de pasar de una “lucha de clases” a una “lucha cultural”, y mencionan de manera reiterada la necesidad que tiene la nueva izquierda de “hegemonizar” a grupos bien específicos: feministas, homosexuales,...(Éstos dos teóricos del neomarxismo populista, junto con el comunista Gramsci, son los que inspiran al partido político PODEMOS, creado hace cuatro años en España). Consideraba LACLAU que la izquierda, si deseaba alcanzar la hegemonía política, debía suscitar "antagonismos" en la población, sirviéndose de los movimientos y minorías emergentes. Entre tales movimientos, Laclau se refería al más mayoritario, el feminismo, en el que descubría un inmenso potencial revolucionario, si se sabía azuzar su resentimiento contra las «estructuras de opresión patriarcal». Laclau quería enervar los problemas sociales para luego sacarles rédito político; pues consideraba que sólo desde una sociedad conflictiva, erizada de "antagonismos", se podría construir una hegemonía de izquierdas. Toda la demencia de género y cuestiones de indentidad que la izquierda asumió y que en la actualidad respiramos reproduce fidelísimamente el modelo de acción política diseñado por Laclau .Una izquierda que ya no busca hacer ninguna lucha de clases con revolución armada, como lo intentaron en el siglo XX: la nueva estrategia es de lucha cultural, de sexos, una lucha gradual, subterránea, difícil de percibir, que se desenvuelve no en espacios de combate armado, sino a través de la ingeniería social, la aleniación y al adoctrinamiento en las escuelas, universidades y medios de comunicación de masas. PERO EL HITO QUE MARCÓ EL PUNTO DE INFLEXIÓN PARA IMPLANTAR LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO a nivel mundial fue en la cuarta conferencia sobre la mujer celebrada en Pekín en 1995. Fue la primera vez que, -en esta neolengua orwellana que utilizan todos los movimientos totalitarios-, los lobbies feministas ocultaron bajo un eufemismo: ('perspectiva de género') la forma de llamar a esta ideología buscando camuflarla y eximirla de su componente adoctrinador. ("El lenguaje político -dice Orwell- está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdades y que sea respetable el crímen.") Participaron diversas mujeres profesoras universitarias o activictas de izquierdas muy politizadas: Bella Abzug, Rebecca j. Cook (Canadá) es quien dice que el sexo es una construcción social que debería ser abolido y propone implantar 5 sexos (¿¿...??!!) Nadie se atreve a cuestionarlas por miedo a ser acusado de 'los nuevos pecados': machista, misógeno, patriarcal o hetereopatrialcal opresor de las mujeres... y finalmente homófobo...pues la implicación entre 'género' y homosexualidad es ya tan estrecha que otra representante canadiense, Valerie Raimond, propuso que se promovieran las reivindicaciones del colectivo LGTB. A partir de entonces las asociaciones feministas cuyas dirigentes, militantes y activistas son casi todas lesbianas, caminan juntas con la del colectivo de Lesbianas, Gays, Transesuales y Bisexuales. Desde que estos dos movimientos unieran sus fuerzas forman un pederoso lobby. SIN EMBARGO APARECIERON FEMINISTAS DISIDENTES Y VOCES DISCORDANTES, como la de Christina Hoff Sommers, que en su libro "¿Quién robó el Feminismo?", defiende lo que ella llama un "feminismo de equidad" o de igualdad con el fin de distinguirlo del feminismo de género o de sexo representado por estos grupos de feministas radicales y fanáticas de la ideología de género >>( https://lasdisidentes.com/…/entrevista-a-christina-h-somme…/). Fue la primera en la que participó la UE como tal, y donde aparecen los gérmenes de la manipulación educativa para imponer en las escuelas las doctrinas de esta ideología dejando al margen la biología de la naturaleza humana. En ESPAÑA esta religión ha traido una nueva inquisición donde unos grupos de sacerdotisas y talibanas hembristas cada vez más fanatizadas están que ven herejes y fantasmas 'hetereopatriarcales' opresores y , 'macromachismos y 'micromachismos' por todos lados. No dejan a nadie ni respirar y ya tienen en su haber bastantes damnificados, censurados, lichados, quemados en la hoguera o condenados al paro o al ostracismo. GRAMSCI fue un periodista italiano que escribió de filosofía, líder del partido Comunista. Fue preso por Mussolini. Fue cuando escribió sus “Cuadernos de la Cárcel”. El habla sobre lo fundamental que era para la revolución de izquierdas controlar la escuela, los medios de comunicación para hacer la “revolución gradual y pasiva”, que es justamente la “revolución cultural”: ir avanzando de poco a poco, sin que se note y que la gente vaya asimilando los nuevos dogmas y se vayan adaptando. Para que, cuando abran los ojos y se den cuenta de la gran mentira, de la gran farsa, ya no tengan capacidad de reaccionar o, si intentan hacerlo, ya sea demasiado tarde, se encuentre atrapada y ya sea irreversible, sin posibilidad de dar volver atrás. ASÍ QUE, EN ESPAÑA, desde las postrimerías del franquismo, el feminismo fue una secta exclusiva de señoritas progre-burquesas, niñas de papá y de buena cuna y status social que, gracias a la clase social de la que provenían, medraban en los institutos y en las facultades universitarias hasta convertirse en titulares de algún departamento de alguna ciencia social o humanidades para, una vez convertidas a profesoras a perpetuidad, hacer de las aulas un ecosistema ideal para adoctrinar a los alumnos en su evangelio. Después estaba una cohorte de profesores varones de idéntida mentalidad pijo-progre que le copiaron la pose y competían (y siguen compitiendo) con las anteriores por el liderazgo de la secta porque siempre han olido en el ambiente social que era el ropaje estético ideal para integrarse y trepar figurando como alquien interesante, profundo y moderno y "acorde con los tiempos que corren". Y ASÍ TENEMOS A GENERACIONES DE ESTUDIANTES ESPAÑOLES ABORRAGADOS EN ESA DOCTRINA DESDE LOS AÑOS 80. Así que el territorio de la enseñanza, a todos los niveles, está conquistado por esas profes y sus oportunistas varones subidos al carro, iluminados por la buena nueva de la misandría y el hembrismo, dogma sacro, a quien se atreva a la menor crítica o matiz, supone una herejía, o peor, blasfemia, y la condena: el ostracismo y la marginación social del impío. Es similar a lo que está pasando en los colegios, institutos y universidades en Cataluña, que lo adoctrinan en el nazionalismo, les inculcan el odio a España desde pequeñitos y manipulan y falsean la Historia. ESE FEMINISMO MÁS O MENOS RADICAl INSTALADO EN EL ÁMBITO DE LA ENSEÑANZA y en las instituciones fue pasando a mayores durante la década de los 90, pero el punto de inflexión donde realmente se radicaliza e invade todo el espacio público es con la llegada del socialista Zapatero como presidente del gobierno en 2004. Así que, el líder del PSOE, sabedor que desde que entró el nuevo siglo la socialdemocracia está en declive en toda Europa, ya que no tiene en el fondo nada distinto que ofrecer al electorado que lo que ofrece el PP, pero necesita desesperadamente algún simbolismo con el que diferenciarse como marca electoral. Así que, dado que las mujeres representan poco más de la mitad de la población, tiene ahí un caladero bueno de votos. Empézó la propaganda y el márketing con la siglas ZP. Así pues, ZP, frívola e irresponsablemente decide que lo más efectivo sería jugar a explotar electoralmente una pseudoreligión como es la ideología de género del feminismo radical y del hembrismo talibán durante años y años, de la forma más demagógica y populista -con un marcado acento policial y penal en su retórica-. Se dedicó única y exclusivamente a ese discurso dogmático e intolerante del feminismo (y la LGTB, a las que dedicó menos tiempo y medios al ser menos decisivas electoralmente por tratarse de grupo sociales más pequeños) y a explotar obsesivamente una pose feminista tan demagoga e interesada que llegó a recordar lo peor del populismo sudamericano: victimización retórica de un colectivo para a continuación presentarse como su líder redentor, repetición neurótica de una fraseología gastada y vacía de contenido sólo con fines propagandísticos, maniqueísmo pueril y binario social entre víctimas (las mujeres en general) y opresores (todos los demás), tono crispado (que se ha consolidado hasta hoy: no hay más que ver la propaganda y censura inquisitorial de estos grupos) Antes de que ZP aprobara la infame LIVG, contraria a Derecho, que anula la prensunción de inocencia de la mitad de la población por el hecho de haber nacido con un pene en la entrepierna, y con la sóla acusación de la palabra de una mujer, aunque sea sin pruebas, algunos penalistas pensaban que sería imposible esa ley; el Congreso de los Diputados le dio para adelante con los votos de su partido que tenían la mayoría y con otros partidos de izquierdas y nacionalistas. Cuando casi todos pensaban que el Tribunal Constitucional la tumbaría por la evidente inconstitucional, los magistrados de este tribunal miraron para los políticos quienes los habían nombrado y a los partidos que debían el puesto y ratificó su constitucionalidad, si bien hay que decir que cinco de sus doce componentes votaron en contra. Y Cuando algunas creyeron, -por ejemplo, la jueza María Sanahuja, que alzó su voz en contra, advirtió que no tardaría en mostrarse la cara oculta en el funcionamiento de los tribunales, y denunció públicamente el aumento de las denuncias falsas de violencia doméstica por parte de las mujeres, y las injusticias y suprimientos que esta ley provocaba- , la que terminó siendo mandada a las tinieblas fue ella, como otros juristas, abogados o periodistas que han perdido su puesto. Cuando el esperpento…podríamos continuar hasta el infinito. FUE A PARTIR DE LOS AÑOS 90 CUANDO ESTAS FEMINISTAS DE TERCERA OLA O CUARTA GENERACIÓN se han hecho más violentas y radicalizadas y lideradas por lesbianas con su odio al hombre. Se trata de un nuevo feminismo radical o ideología de género, que domina en la actualidad. Da miedo pasearse por algunas páginas webs, blogs y vídeos en YouTube. Justamente ha sido cuando estas jóvenes no han sufrido privaciones de ningún tipo ni opresiones de ninguna clase; todo lo contrario lo han tenido todo, mucho más que igualdad, las leyes les han dado privilegios, han vivido y crecido en un régimen de democracia con todos los derechos libertades garantizadas. Las mujeres de 50, 60 y 70 años se han vuelto mucho más liberales y libres que muchas de sus hijas y nietas. Es la ideología stalinista de género que todo lo invade con su pensamiento de odio, represión, asexualidad , puritanismo y antinaturalidad. Es un espanto, realmente terrible la ingeniería social que se ha practicado los últimos 25 años , ya que sólo genera nuevos problemas y traumas a las personas que se ven obligadas a reprimir sus propios deseos, estímulos y a actuar en contra de su naturaleza, y además no deja de agravar los problemas ya existentes.

    Hace 6 años

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