España, lejos de los países europeos punteros en innovación
El Estado mejoró en distintos indicadores en 2017, pero sigue en el puesto 16 de los 28 países analizados
Arturo Tena 4/07/2018
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La innovación seguirá jugando un papel fundamental en la economía global. Según la Comisión Europea, alrededor de dos tercios del crecimiento en Europa está impulsado por esos nuevos conceptos, desarrollos y tecnologías. El órgano ejecutivo de la Unión ha publicado recientemente datos actualizados y comparados en este ámbito clave a través de 27 indicadores, resumidos y clasificados por regiones y países. España se coloca en el puesto 16 en innovación de los 28 países tenidos en consideración dentro de la UE, con una nota de 83,9 en el índice general (el Índice Sintético de Innovación) que resume el resto de indicadores, más de 20 puntos por debajo de la media de la Unión (105,8). El país se encuentra en el grupo de estados calificados como “moderadamente innovadores”, el segundo peor de la escala. Sin embargo, la serie histórica desde 2010 indica que 2017 ha sido el año con mejores resultados, confirmando la buena tendencia de 2016 (78,7), tras dos años seguidos con los números más bajos (un 71 en 2014 y un 72,8 en 2015).
Las cifras del estudio de la Comisión confirman que, pese a dar pasos hacia adelante, España está lejos de ser una potencia en I+D dentro del continente; una tendencia que se viene dando en años anteriores. Los líderes en Europa en sus sistemas de innovación son Suiza (169,4), Suecia (149), Dinamarca (140,1), Países Bajos (135,9) y Luxemburgo (128,1). De este grupo ha salido Alemania, entre los más fuertes en este campo en 2016. Los que están peor en este campo, los “modestamente innovadores”, son Ucrania (29,4), Rumania (32,9) y Macedonia (46,5). Entre los países vecinos del sur de Europa, España supera a Grecia (68,8) e Italia (77,9), pero consigue peor nota que Portugal (85,2).
El informe asegura que los aspectos más potentes del país son un ambiente propenso a la innovación (143,5) y los recursos humanos (141,6). Nuestros puntos más flojos, la existencia de innovadores reales (36,2) y las relaciones entre las distintas empresas o organizaciones (69,3).
En cuanto al gasto público y privado en I+D, España se queda a niveles muy por debajo de la media de la UE. El sector público saca un 69, 9, casi 30 puntos debajo de la media europea (96,5) y el sector privado está todavía peor, con un 51,9, menos de la mitad del promedio en Europa (111,4). Además, el porcentaje del PIB que se dedica (público y privado) es del 1,19%, lejos del 2% que fija como objetivo la Comisión. Hay que recordar que uno de cada tres euros públicos presupuestados en I+D en España se queda sin invertir.