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Análisis

¿Por qué no nos hablamos? Funcionamiento de un sistema propagandístico

Lo que aquí sigue es la descripción de la propaganda a través de los 11 principios, es decir, mecanismos, que codificó en su día Goebbels

Guillem Martínez 17/09/2018

<p>Goebbels en un discurso en Berlín (1934).</p>

Goebbels en un discurso en Berlín (1934).

Georg Pahl

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Crispar a un muerto

La cultura política española es muy permeable a la propaganda desde 1978 –antes, en el interín 1939-75, ni te digo; lo que quizás supone algún tipo de explicación, a su vez, a esta familiaridad local con la propaganda–. Por lo que sea, la propaganda suple a las políticas, o las camufla, o dificulta su lectura. El sello de un sistema propagandístico es la crispación social, la imposibilidad de hablar fuera de los ejes propagandísticos gubernamentales sin que se te dé para el pelo, o se te comprenda. La propaganda es, en fin, una maquinaría que dificulta la comprensión lectora de todo el mundo. Hay diversas maneras de identificar la propaganda. Chomsky, por ejemplo, propone mecanismos para identificarla y explicar su funcionamiento a su paso por los medios. El cognitivismo –Lakoff, por ejemplo– ofrece una descripción de la creación y recepción de propaganda a través del lenguaje. La ubica en la figura de la metáfora, y explica que crea itinerarios neuronales en sus usuarios. Lo que aquí sigue es la descripción de la propaganda a través de los 11 principios, es decir, mecanismos, que codificó en su día Goebbels. No se asusten, se utilizan cotidianamente en la emisión de propaganda en democracia –lo que explica que la propaganda política no es un chollo, sino que huele mal–, y el marketing, en cierta medida, ha recurrido a ellos como herramienta. En un sistema netamente propagandístico van a toda castaña, por lo que hace tiempo pensé que hacer un articulete, explicando cómo se utilizan, cómo se tienen en cuenta diariamente. Este articulete consiste, así, en explicar cada principio y ofrecer, por el mismo precio, un ejemplo emitido desde el aznarato –el gran jalón propagandistico reciente en el Estado–, desde el procesismo –un sistema netamente propagandístico–, y desde el PP y C's actuales, dos partidos que, en diferente grado –C's, diría, más próximo a los futuribles populistas–, optan por la propaganda como algo fundamental y cargado de futuro. Ya me/se dirán si les cuadra. La cosa empieza, pero ya, y con el Principio 1, un clásico: sobre el enemigo único.

Principio 1, o de simplificación y del enemigo único

Consiste en adoptar un símbolo único, y en individualizar al adversario en un único enemigo. Es un mecanismo tan sencillo como el del botijo. Pero también es sorprendente y funciona. Durante el aznarato, el símbolo fue la bandera y, el enemigo, ETA. En el procesismo, los símbolos no están unificados. Lo que no deja de ser un fallo. Hay banderas –varias–, y lacitos. El enemigo, a su vez –otro ejemplo de que la cosa ha ido variando; es decir, ha carecido de una planificación meditada–, ha ido evolucionando. En un principio era España, luego pasó a ser el franquismo. Tras el acceso de Sánchez al Gobierno, que envió al garete la ecuación Rajoy = Franquismo, es la Monarquía. Sí, puede molar que sea la Monarquía, pero no olviden que, cuando se habla de un sistema propagandístico, importa un pepino el enemigo. No es real. Es una función. Comúnmente, para otra cosa. En el caso del PP-C's actuales, el símbolo sigue siendo la bandera y el enemigo, el nacionalismo. Lo que posiciona el nacionalismo emisor fuera del trade-mark nacionalismo.

Principio 2, o del método de contagio

Está íntimamente relacionado con el principio anterior. Si tenemos un enemigo, el siguiente paso es meter dentro de esa individualidad a todos los enemigos. Con ello, se economiza y se gana agilidad y rapidez en la emisión de propaganda. En el aznarato, cualquier posicionamiento antigubernamental 'oxigenaba a ETA'. Es decir, pasaba a entrar dentro del concepto ETA. Hala. En 2004, por ejemplo, y siempre bajo el prisma propagandístico, ETA estaba oxigenada por ERC, PSOE, PNV... Vamos, por varios millones de ciudadanos, así a lo tonto. En el procesismo, engrosan el franquismo –es decir, una idea de Unidad Nacional esp, de democracia, de modos, de subconsciente colectivo, etc.–, todo aquel partido, grupo o individuo que no apoye las propuestas del Govern. Parece una tontería, pero es lo que impide a ERC enviar a paseo el asunto. De hacerlo, sería arrojada a las tinieblas exteriores del franquismo, en las que viven y se les da para el pelo a los partidos que, efectivamente, se relacionan con modelos de Unidad Nacional anteriores, pero es también donde, vía propaganda, se ubican partidos, grupos, periodistas –pocos– y ciudadanos –muchos– que no acaban de ver en un sistema propagandístico una revolución democrática o, ni tan siquiera, el programa anunciado. Para el PP-C's actuales es difícil encontrar aún un enemigo global y con una sola palabra. Sí, la cosa cat puede suponer un enemigo, un aglutinante en el resto de territorios. Pero es difícilmente extrapolable a otros territorios. Sí, es un lío encontrar enemigos comunes y peligrosos en territorios diferentes. Un indicio de futuro: en una reuni para encontrar el nombre eléctrico del enemigo común, durante el pasado congreso del Frente Nacional francés, en el que participaron delegados polacos y húngaros y, glups, Steve Bannon, el gran ideólogo de la campaña de Trump, se halló una palabra sexy para unificar ese enemigo común, disperso e indefinible, que en democracia no puede ser una etnia. Ahí va, es esta: nómada, palabro dentro del cual, con poco esfuerzo, puede entrar el inmigrante, el gitano, alguien sensible de tener pasaporte israelí, el erasmus rojelio, el precario, el sin-techo, o la persona con poco arraigo a la nación que le tocó al nacer, tal y como la describe el nacionalismo. Sí, son unos genios.

Principio 3, o de la transposición

A lo bruto, es un método de autodefensa de los sistemas propagandísticos. Básicamente, consiste en cargar sobre el adversario los propios errores o defectos. Ante una mala noticia o información, crea otra más bestia. Eso es lo que, verbigracia, hacía el aznarato ante, por ejemplo, una nueva información sobre corrupción. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras para distraer. Eran, por lo general, contra-noticias relacionadas con atentados, o con la amenaza constante a la democracia por parte de ETA. Molaba, en ese sentido, empezar las respuestas a informaciones negativas e inapelables con declaraciones que se iniciaban con el constante 'me parece mezquino que', tan nuestro. Se sabe así que se opta por la transposición cuando en las respuestas aparece un 'mezquino' o 'miserable'. El procesismo lo utiliza para, a continuación, recordar el hecho de que hay presos. Eres 'mezquino' y 'miserable', por tanto, por fijarte en otras cosas y no en eso. PP y C's no están finos y cachas para trasposicionar. Exempla: Casado no ha podido señalar a nadie como 'miserable' o 'mezquino' por lo de su máster. Ha optado por el principio de silenciación. Mola y también necesita medios acólitos. Pero no les hago spoiler.

Principio 4, o de la exageración y desfiguración

La cosa va de convertir algo anecdótico en algo categórico, si no en una amenaza grave. En el aznarato era algo continuado. La invasión de Perejil Island y su reconquista con un fuerte viento en contra, lo que impidió a la tropa hacer pipí encarada al viento, se convirtió en un evento en mitad de la nada, que recordó que el Estado estaba siendo amenazado continuamente, pero que disponía de un Gobierno fuerte y de rápidas decisiones. En el procesismo, el último fenómeno de exageración y desfiguración tal vez haya sido el de los lacitos, convertido en batalla democrática cotidiana. En C's, el arranque de lacitos, convertido en batalla etc. El PP no está para guasas/no emite algo serio al respecto/por ahora no puede recrearse en los detalles.

Principio 5, o de la vulgarización

Muy importante. Ancla el propagandismo en la derecha, y la dificultad en las izquierdas. No necesariamente, por supuesto, pero sí estadísticamente. Este principio sostiene que la propaganda debe ser popular y adaptada al tipo de receptor menos inteligente y formado al que va dirigida. Se tiene en cuenta que ese receptor tiene comprensión limitada y olvida con facilidad. La propaganda, así, no debe tener matices, debe ser reiterativa, sencilla, divertida, eléctrica, apasionante. Es lo contrario a la formación ciudadana, a la didáctica, a la explicación pedagógica, a la argumentación, o a la información. Este principio explica eso que une a España: las tertulias políticas, así como su alejamiento del género informativo. No son, vamos, información. Son vulgarización. Literalmente. Si emites propaganda, debes tener canales dispuestos a estos tipos de programas o, al menos, de algún tipo de cuota en ellos.

Principio 6, o de orquestación

Muy importante. Alude a que la propaganda son cuatro ideas reiteradas, si bien ordenadas. Es aquello de que “si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”. Es la reiteración absoluta y apabullante. El aznarato lo hizo con el concepto “Constitución”, que permitió, por ejemplo, saltarse la Constitución –que es lo que ha pasado, posiblemente, con su título territorial–. La reiteración del procesismo ha ido por etapas. En 2012-14 giraba en torno al palabro referéndum, en 2014 en torno al palabro consulta, en 2015-16 en torno a las iniciales DUI, en 2017, en torno a la palabra referéndum otra vez. Ahora oscila entre las construcciones presos-políticos, referéndum y diálogo. Por el Principio 1, sólo puede quedar una, se tendrán que aclarar rapidito. En PP-C´s parece que empieza a reiterar la idea de que el PSOE se ha entregado al separatismo, etc.

Principio 7, o de renovación

Alude a la poca atención del consumidor de propaganda, al que no se le puede dejar solo mucho tiempo, o se interesará, por ejemplo, por información no tamizada por propaganda, por las acusaciones e información de los opositores a la propaganda. La propaganda debe ser, por tanto, continua y fresca. Steve Bannon es el autor, se dice, de la frase. “Hay que freírlos a noticias, para que no puedan levantar la cabeza”. Lo que es importante y explica algo nuevo. Las noticias propagandísticas. Es decir, las fake-news, que no pueden dejar de emitirse, o el invento se va a paseo. Ejemplos de fakes. Aznarato: el caso del Yak-42. Podría haberse pelado al Gobierno, pero, gracias al uso de noticias falsas, la crisis se aplazó hasta que dejaron de ser Gobierno. Es decir, hasta que dejaron de dominar los medios que emitían las fake-news. Procesismo: en general, suelen ser –en el momento actual– noticias falsas relacionadas con el ámbito internacional. Una de las últimas es divertida. El coordinador de política internacional de Torra emitió un tuit, debidamente reproducido como tuit o como info por medios afines, en el que se afirmaba que Puigde había sido invitado por el presidente de un Cantón suizo a la fiesta nacional del cantón. No fue así. Fue invitado por un partido del Jurà. PP y C's, en este momento, diría, no pueden practicar el principio de renovación y el de fake-news –no al menos de manera contundente– más allá de las propias declaraciones de sus líderes. Lo que en contrapartida es un filón en una cultura en la que la declaración de un líder a prensa no se verifica/así nos luce el pelo.

Principio 8, o de la verosimilitud

Muy contemporáneo. Alude a la construcción de argumentos a partir del mayor número de fuentes y medios posibles y, por lo común, a partir de informaciones fragmentarias. Se relaciona con el anterior principio, el de renovación. Gracias al principio de verosimilitud, se equiparan, por lo tanto, fuentes de diverso nivel y jerarquía. Da igual, así, si se trata de noticias o de tuits. En todo caso, corroboran las grandes ideas propagandísticas, por otros medios, a partir de pequeños detalles que confirman los grandes detalles. Es un coladero de fake-news. Consisten, por ejemplo, en voces cualificadas –tertulianos, influencers–, o no –tuiteros–, que tienen una prima de una amiga de una vecina a la cual se le obliga a estudiar en catalán, o en castellano, dependiendo de quién emita la verosimilitud.

Principio 9, o de la silenciación

Literalmente eso. En caso de ausencia de argumentos propagandísticos, o de marrón informativo, cerrar la boca de la cara. Es muy utilizado en un sistema propagandístico. Por aquí abajo, con mucha profusión, hasta el punto de que los gobiernos netamente propagandísticos niegan entrevistas –es decir, silencian de otro modo– a medios y periodistas alejados de su mismidad. Les paso un par de ejemplos biográficos. Aznarato: jamás conseguí una entrevista con el staff  PP. Bueno, sí, Esperanza Aguirre me dio una. Pero contestó lo que quiso. Es decir, también silenció. Procesismo: ni una entrevista con ningún staff gubernamental en 7 años. Esta semana, por cierto, estuve a punto de conseguir la primera. Pero en el último momento el individuo a estudiar optó por la silenciación. La silenciación –de personas, de temas– explica por qué es tan importante por aquí abajo la prensa extranjera. Ejemplos recientes de silenciación en PP-C's: el silencio de medios ante el asunto máster de Casado, y ante el asunto de la desaparición de un doctorando y otros jalones curriculares en el CV de Rivera, en la actualidad, licenciado pelado. Sí, para silenciar se debe disponer de medios afines. Por un tubo.
Principio 10, o de la transfusión

Alude al hecho de que la propaganda no nace sola. No se puede crear en el aire. Facilita su creación, así, una buena cimentación, un substrato preexistente. Por lo común, en los sistemas propagandísticos es el nacionalismo anterior, al que no se alude, al que se expurga, por tanto de componentes yuyus, pero necesario para edificar grandes construcciones propagandísticas, mediante su transfusión en vena. El aznarato ocultó así, en sus elaboraciones democráticas y constitucionalistas, el nacionalismo español derechista, sumamente inquietante, del que se extrajo, sin citarlos, mitos, odios, prejuicios. El procesismo institucional, y en ocasiones el popular, bajo sus productos propagandísticos democráticos, cuenta con la complicidad de estratos nacionalistas anteriores, supremacistas, derechistas, formulados desde el XIX. El PP-C's actuales, por lo que veo, no difiere de las aportaciones del aznarato en ese sentido.

Principio 11, o de la unanimidad

Mi favorito. Alude al fin último de la propaganda que, me temo, es el de hacer creer al máximo volumen de personas el hecho de que piensan como todo el mundo, que son normales, que lo que piensan es puro sentido común. Aznarato: en el Urdaci System, con cada atentado, se clausuraba la programación y, en su lugar, se emitía una programación en directo, en la que diversos ciudadanos, políticos y periodistas explicaban sus puntos de vista gubernamentales como no-política, como sentido común, como la normalidad. Es decir, se dibujaba la subnormalidad del diferente. Procesismo: en cada 11S, se clausura la información en TV3. EL canal no habla de la manifestación, sino que es parte de la manifestación. Manifestantes, políticos, periodistas explican sus puntos de vista gubernamentales como no-políticos, como sentido común, como la normalidad. El principio de unanimidad, en cualquier sociedad sometida a propaganda, impide que nos hablemos. Es más, impide que nos miremos, que nos observemos, que nos escuchemos, pues cualquier emisión realizada desde fuera de un sentido común resulta incomprensible, salvo como aberración. Más hoy, cuando los sistemas propagandísticos tienden a definir lo suyo como democracia, y lo demás como su negación. Hablar desde fuera de un sistema común –en mi caso, snif, dos– es en verdad un atentado contra la democracia, entendida la democracia como sentido común. No lo es. Es difícil de combatir el principio de unanimidad. Cuando existe, es que han fallado los medios de comunicación, y es imposible el diálogo entre la ciudadanía. Lo único que se me ocurre es que la ciudadanía se hable fuera de los medios –difícil, pero no imposible–. Si opta por ello, suerte. No hay otra.

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Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección. Su último libro es 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama).

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18 comentario(s)

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  1. Albertico

    Un artículo interesantísimo que ilustra espectacularmente cómo se puede incurrir en lo que se denuncia: la elección de ejemplos, nada aleatoria es una manipulación burda e interesada. Estamos hablando de una cosa, pero de paso, nos mandan otros mensajes ideológicos subliminales. Pero son poco subliminales. Se le nota poco diestro en dicha manipulación...

    Hace 5 años 5 meses

  2. Albertus

    Me gustaría saber de donde se saca el autor de este artículo que estos principios los escribió Goebbels. Porque no son de Goebbels. Nunca dejó escrito ninguna lista de principios para hacer propaganda. El autor de estos principios es un publicista español llamado Marçal Moliné, que en un artículo de hace años llamado "Goebbels contra el Psoe", hizo esta lista de principios, tomando como referencia las Cinco Leyes de la Propaganda Política, que escribió en 1950 Jean Marie Domenach. Esta lista de principios ha sido atribuida a Goebbels, pero no es cierto.

    Hace 5 años 5 meses

  3. Pinki

    Te cita Gistain en 20 Minutos . De ahí vengo por el link ... Muy buen articulo, Guillem. https://blogs.20minutos.es/veinte-segundos/2018/09/19/nuevos-huesos-de-la-fabrica-de-memes-hoy-la-triquinuela-legal/

    Hace 5 años 5 meses

  4. Consuelo

    Gracias, joder. Gracias. Lasciate ogni speranza

    Hace 5 años 5 meses

  5. Vicino Orsini

    Lo único que le quitaría, no por poco atinente, sino por repelente en tiempos de Internet actualmente existente, es la foto y mención de Goebbels. A los poco avisados les puede llevar a pensar en la falacia Reductio ad Hitlerum y distraer de la miga, que tiene mucha. Saludos desde el Cono Sur

    Hace 5 años 5 meses

  6. Basset

    La única pega que le veo a tu artículo, es que es una magnifica muestra de propaganda a favor de, lo que siguiendo tu razonamiento, sería el conglomerado psoe/podemos. No ves ejemplo de propaganda en estos partidos (nosotros/la izquierda del proceso repúblicano español utópico)?

    Hace 5 años 5 meses

  7. jay

    Top Guillem. Sugerencia: ¿Cömo saber si una noticia no proviene de un banco? https://www.meneame.net/story/como-saber-noticia-no-proviene-banco

    Hace 5 años 5 meses

  8. Desde el UK

    Sería fácil desmontar cada uno de tus argumentos contra el artículo, Estrijol, pero seguro Guillem está de acuerdo conmigo en que no merece la pena el tiempo. Diré solo esto (modo irónico activado): desde luego, tienes un talento único para pulsar lo que piensan y sienten “los catalanes” y el “resto del mundo” (“como todo el mundo sabe…”). Tanto que no sé para que necesitas tú un referéndum, genio!

    Hace 5 años 5 meses

  9. viaje_itaca

    Pues yo creo que habría que hablar también, largo y tendido, sobre las razones profundas que subyacen en que semejantes tejemanejes tan obvios nos cuelen a una cantidad tan tremenda de humanos como para conseguir que nos dejemos llevar con cara de tontos hacia el abismo. El ser humano es un bicho muy, pero que muy estúpido, incapaz de cambiar estrategias que funcionaron bien durante millones de años, pero actualmente, con el poder que en mala hora hemos conseguido sobre la naturaleza, son simplemente suicidas.

    Hace 5 años 5 meses

  10. Llorenç Saval Devesa

    Un núcleo interesante tristemente adornado con la desfachatez de meter en el mismo saco el conglomerado PP-Cs y el "Procesismo" (así, todo junto). Pretendes llegar a un público del que automáticamente ya excluyes a una parte (la catalana), con un discurso que fuerza la equiparación del derechismo español mas rancio al Procés Català, mucho mas rico en mensajes y posturas, obviando la violencia a la que ha sido sometido el propio pueblo catalán durante el Procés.

    Hace 5 años 5 meses

  11. zyxwvut

    Creo que el comentario que firma Estrijol es un excelente ejemplo de lo acertado de todo lo que el artículo de Guillem Martínez expone, empezando por esos "catalanes" uniformes que parecemos constituir una especie zoológica. Como persona que vive en Cataluña lo puedo confirmar.

    Hace 5 años 5 meses

  12. Oscar

    Todo un lujo el tener acceso a estos articulos, que no estan al alcance de todos, ya sea por el filtro que representan una buena parte de los actuales medios desinformadores o ya sea por la mediocridad del destinarario, mas preocupado en su pobre exsistencia individual que del hecho de procurar tener una visión de conjunto mas enriquecedora.

    Hace 5 años 5 meses

  13. zyxwvut

    Otro magnífico ejemplo de la lucidez analítica de Guillem Martínez, un texto breve en relación a su contenido y didáctico. Algo a lo que aplicar el "pricipio de silenciación", el recurso más habitual tras aplicar el de exageración y desfiguración a la opinión crítica. Algún comentario escrito desde cualquiera de los dos nacionalismos ya lo hace. A seguir resistiendo, Guillem, como tantas y tantos. Ánimo y suerte.

    Hace 5 años 5 meses

  14. Estrijol

    Me maravilla tu intento de hacer entrar a lo que es una auténtica revolución de base popular catalana en esta clasificación a martillazos. Porque no hay ni un solo apartado de los once que te encaje con la realidad de Cataluña. Sucede que los catalanes no somos como le convendria al españolismo manipulador que fuéramos, ya que ni somos racistas, ni somos violentos, ni tenemos la más remota idea de lo que es odiar. Y mucho menos aún a nuestros amigos y parientes españoles. Así pues, a las élites extractivas madrileñas, a sus voceros, y a sus vasallos y pelotas, ya no les queda otra razón para seguir queriendo amarrar a Cataluña a España que su codicia. Tampoco es creïble la eterna cantinela de la división catalana. Los catalanes nos sabemos mestizos, acogedores e integradores, pero sobre todo nos sabemos un solo pueblo. No se puede hablar frívolamente de fractura social cuando un 80% de nosotros nos confesamos republicanos. Cuando un 80% de nosotros quiere celebrar un referèndum de autodeterminación. Y cuando un 80% de nosotros estamos decididos a aceptar la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo sin chistar. Todos aceptamos que en un futuro quizás estemos dentro o fuera de España, pero se diga lo que se diga, también sabemos que siempre seguiremos unidos y en paz. Al final resulta que lo que el grueso de los catalanes hemos venido exigiendo desde hace 300 años siempre han sido tres únicas cosas: 1º- No nos da la gana de que se nos castellanice. 2º- No nos da la gana de que se nos siga expoliando con la excusa de la solidaridad, cuando todo el mundo sabe que el 90% del botín siempre se queda en Madrid. 3º- No nos da la gana de que se nos mande desde una capital enemiga ancestral de la nuestra y de todo nuestro pueblo desde que fue creada. Nada más. Y en esto no veo ni propaganda, ni desinformación, ni manipulación, ni un simple atisbo de todo lo que dices en tu articulo.

    Hace 5 años 5 meses

  15. Gaditanensis

    Lástima que poca gente lea esto. Pero todo lo que dices está usado en forma de droga pura hacia la población, en la cual me incluyo. Es muy difícil salir de esto. Ni con su metadona.

    Hace 5 años 6 meses

  16. Casio

    " Lo único que se me ocurre es que la ciudadanía se hable fuera de los medios –difícil, pero no imposible–. Si opta por ello, suerte. No hay otra." magnifico final. Es demoledor, triste, cierto.

    Hace 5 años 6 meses

  17. sin brújula

    Gracias por ser como sos.

    Hace 5 años 6 meses

  18. pepa

    Gracias por exponer, de manera clara, las bases del funcionamiento de la nebulosa que nos intentan colar a diario. Y que impide, a toda una mayoria social, ver la ausencia de política en general y en particular de aquellas encaminadas a la justicia social.

    Hace 5 años 6 meses

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