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Ni el constitucionalismo ni el procesismo movieron un dedo por el Bienestar –la forma de democracia en Europa–, y abandonaron a la ciudadanía, primero a su suerte, y luego a su banderita

Guillem Martínez 27/12/2018

<p>Quim Torra y Pedro Sánchez, durante su encuentro en La Moncloa. Madrid, lunes 9 de julio de 2018. </p>

Quim Torra y Pedro Sánchez, durante su encuentro en La Moncloa. Madrid, lunes 9 de julio de 2018. 

Jose Maria Cuadrado Jimenez (Web de la Moncloa)

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1. No solo es posible, sino factible y sencillo engañar a una sociedad. Quien lo dude, que imagine un escenario y, en él, un mago, que saca un conejo de una chistera ante nuestros ojos. Tachán.

2. ¿Es posible hacer aparecer un conejo donde no lo hay? Sí. Ustedes lo han visto miles de veces. Pero aún es más correcta esta alocución: es posible, y fácil, simular la aparición de un conejo. La palabra mágica y más acertada de todo esto que he descrito no es conejo, sino truco. Todo esto no es más que un truco, no un conejo.

3. Los trucos con conejos son trucos. Del sesgo. Sesgan. Es decir, acotan la realidad, de manera que, cuando miras, sólo ves el conejo, y no el truco. Un mago me ha dicho que el principal sesgo del que disponen los magos es la ayudante del mago. Por lo que sea, en un circo, los hombres y las mujeres –una sociedad, vamos–, si bien desean pillar al mago en bolas, no pueden dejar de mirar a la ayudante de un mago vestida de ayudante de un mago. Hasta que, de pronto, ven un conejo. La magia, en fin, consiste en mirar hacia otro sitio, más agradable. Como cualquier otra experiencia humana, me temo.

4.La realidad, en fin, son sesgos. Cognitivos. Es mirar hacia otro sitio mientras crees que miras la realidad. La realidad, por tanto, es un conejo. Es lo que queda después de aplicarle diversas toneladas de sesgos/ayudantes de mago, que modulan nuestra atención. Si no sabes eso, ves conejos donde sólo hay trucos. Algo dramático, por otra parte, si te quieres comer un conejo.

5. Para acabarlo de liar, todos avanzamos por la calle, si se fijan, con una ayudante de mago, que nadie ve. Todos, vamos, utilizamos sesgos. Son útiles o inútiles, funcionales o barrocos, operativos o inoperantes. En todo caso, no son opcionales. Son necesarios. El cerebro viene equipado de serie con ellos. Sin ellos nos volveríamos majaras. La realidad, en fin, es brutal. Y es necesario sesgar la brutalidad. La sesgamos continuamente, por ejemplo, para encarar el trabajo asalariado, o la pareja, dos puntos en los que suele aparecer brutalidad, sesgándolos con conejos chachis, no sea que los mires a la cara y te mueras del susto. Lo divertido es que, con ellos, con el uso de sesgos, no está claro, a su vez, que no nos volvamos majaras. Otro tipo de majaras.

6. La utilización cotidiana de sesgos en la emisión y recepción de política es a) normal y b) subnormal, dependiendo de la amplitud o cerrazón que modulen en la realidad. Dependiendo, vamos, de los infiernos que creen. Nos puede convertir en, lo dicho, majaras, si no sabemos corregir o ponderar los sesgos que nos ofrece la información, la política o nuestra propia percepción del mundo, por lo general muy colectiva. La propaganda, en fin, no difiere mucho de la magia. Se trata de imponer sesgos con cierto arte, para que veamos un conejo que, por lo común, tampoco existe. Es importante estar familiarizado con los sesgos, detectarlos, dialogar con ellos. Es necesaria, vamos, una educación sesgal. Y, como ocurre con la educación sexual, que luego de ella cada uno se busque la vida.

7. Este articulete pretende ser una aproximación a lo que nos espera en 2019 en el tema cat. No es fácil predecir el futuro. Es más, es imposible mas allá de la descripción que hizo Keynes –“a largo plazo”, snif, “todos estaremos muertos”–. Pero está relativamente tirado describir los sesgos que modulan su apreciación. La realidad, recuerden, no es lo real. Es su percepción, tras imprimirle un baño de sesgos. La realidad es el conejo cutre resultante de tanto sesgo.

8. Daniel Kahneman, lingüista cognitivo –esa disciplina nos está dotando de una libertad inusitada; permite ver la utilización del sesgo en la política y en la realidad; es decir, en tu propia casa; la política, en fin, también transcurre en tu casa, incluso, o sobre todo, en tu cerebro– le ha dado un tute a los sesgos. Ha descrito el pack de sesgos que más y mejor modulan la apreciación de la realidad. Kahneman, por otra parte, es un crack. Hasta el extremo de que Kahneman, lingüista/psicólogo, es, de hecho, Nobel de Economía, esa disciplina sesgada.

9. De los muchos sesgos a los que alude Kahneman, les voy a pasar tres para acotar lo que puede dar la cosa cat en el próximo periodo juliano. Será divertido/aquí hemos venido a jugar.

10. La cosa cat –hola, soy un inciso que se prolongará hasta el punto 11– es la cosa esp. Con lo que ya empezamos a hablar de sesgos. Cat, vamos, es un sesgo. Cat no solo modula la política en Cat, sino en Esp. Recordemos, en fin, que hay dos partidos nacionalistas esp fundados a partir de la cosa cat, y que pueden ser, glups, muy determinantes en el futuro: C's y Vox. El PP parece haberse refundado, tras ser pillado con el carrito del Frigo-Gürtel, a partir de la cosa cat, a falta de cualquier otra idea con garra en el mercado. Sólo emite en el mismo canal que C's y Vox, y sobre ese mismo tema. El PSOE, a su vez, está tensionado por el tema cat. Hay dos PSOE. Uno, que parece ser mayoritario en el aparato –por primera vez, en fin, hay un Gobierno PSOE sin buen rollete con el aparato; quien se mueve, por primera vez, puede salir en la foto–, apuesta por el mismo conejo y la misma chistera que C's, Vox y PP. El otro PSOE aún no se sabe por lo que apuesta. Cat, en fin, es una desproporción, un conejo del tamaño de un elefante, como el del chiste –muy bueno, pero muy largo; si hay demanda, lo cuelgo en mi canal de telegram–. Por lo mismo que, salvo en los chistes, no existen conejos del tamaño de un elefante, es sorprendente crear dos partidos estatales, y refundar otros dos, a partir de un conejo, ese animal de por sí canijo. En un circo, eso sólo pasaría después del mago y del conejo, en el número de los payasos Pompoff y Tedhy. 

11. Esp/Cat es, vamos, una cultura sesgada. Como todas. Y, como todas, con su acceso propio al yuyu. Desde 1978 la única divergencia y tema de discusión posible y aceptada, transcurre en el tema territorial. Si bien pone nervioso, es normal –y, por lo tanto, subnormal– que la crisis de régimen, por tanto, transcurra en ese tema –el único que la sociedad, medios y política esp y cat domina a la perfección y con virtuosismo de niño prodigio japonés, brrrrr–, y no en temas verdaderamente peliagudos y malquedas, como democracia, igualdad, bienestar, reparto de la riqueza, libertad, derechos, economía, corrupción, soberanía, monarquía, o disfuncionalidad, que son los que han modulado, de hecho, la crisis de régimen. Que viene fina, como ven por sus temas. Por aquí abajo, en fin, existe una ayudante de mago, vestida para matar, que hace que no observemos esos temas ni cuando nos golpean con ellos en el hocico. Esa ayudante de mago se llama Mari Territorialidad, o Mari Nacionalismos, y debe de ser voluptuosa y long-vehicle. O, al menos, mientras le miramos el canalillo, nos está dando non-stop conejo por liebre –rayos, me ha salido un juego de palabras cogido por los pelos, pero no podía parar–. 

12. Bueno, me he subido a la parra. ¿Por dónde iba? Ah, sí: a) ¿Qué va a pasar en el pack Esp/Cat?, b) Kahneman, c) tres sesgos. Al tajo. 

13. El Sesgo de Confirmación explica que cuando tenemos una convicción, los argumentos no importan. Puede parecer una exageración. Pero uno es del Osasuna por eso. Es mas, la vida privada es, básicamente, eso. El Sesgo de Confirmación aplicado a la política explica, empero, otras pesadillas. La principal: nadie cambia, de voto o de disco rayado, ante argumentos más válidos. En el año 2019 no es previsible, así, que nadie se baje del burro. El constitucionalismo y el procesismo no tendrá por qué cambiar de idea, de manera que podrán seguir defendiendo que cualquier negociación que no sea de máximos es un ataque a la esencia nacional de sus sendas naciones. Yupi. Es posible que el juicio a los presos políticos cat –el campo semántico juicio ocupará, si no hay elecciones, o si habiéndolas no se produce un gran cambio, hasta verano; es mucho; si se produce un gran cambio electoral, más–, sólo sirva, por tanto, para que cada trinchera se autoconfirme –más; esas trincheras son comunidades de autoconfirmación– que la democracia y la Justicia esp son el no va más del mundo mundial, o que el caso es un segundo caso Mandela. Dos conejos que no existen, pero que gozan de una salud extraordinaria.

14. El Sesgo de Familiaridad consiste en que si un concepto se repite mucho, acaba siendo percibido como una realidad/un conejo. Exemplum. En la vida cotidiana sucede con el concepto clase-media. Se repite tanto, incluso en nuestra cabeza, que creemos que aún existe y que formamos parte de ella. Para el caso que nos ocupa, supongo que se intensificará ese sesgo, pues no hay ganas, ni medios –de comunicación– capaces de apuntar otras familiaridades en ambas trincheras. Y porque, ambas trincheras, han apostado por ese sesgo desde el día D hora H. Ambas trincheras, en fin, lucharán por la democracia. A muerte –es un decir–, en tanto que, por Familiaridad, el procesismo y el constitucionalismo creen que están defendiendo La Democracia, así, con mayúsculas. Es posible pensar, no obstante, que defienden sendas democracias sesgadas, en las que prima lo territorial, lo esencial, sobre el pack democracia. La realidad, al menos, es que ni el constitucionalismo y ni el procesismo, cada uno a su escala, movieron un dedo por el Bienestar –la forma de democracia en Europa–, y abandonaron a la ciudadanía, primero a su suerte, y luego a su banderita. Que viene a ser lo mismo. El Sesgo de Familiaridad puede llegar a ser una pesadilla llamativa. Permite, por ejemplo –agárrense–, que si se repite mucho, la derecha y las izquierdas puedan compartir políticas con naturalidad, en tanto se repite que repercuten en la soberanía y en un aggiornamento democrático –caso italiano y cat–, o permiten que, repitiendo más que el ajo que se trata también de una revolución democrática, la extrema derecha y las derechas extremas –por ahora, sólo en Andalucía– hagan algo penalizado en el Occidene europeo: pactar, reconocerse, normalizarse.

15. Mi favorito, no obstante, y aunque sólo sea por su nombre, es el Sesgo de la Heurística de la Disponibilidad. Consiste en asumir que hacemos cálculos, valoraciones y suposiciones sobre el mundo basándonos en los datos que tenemos más disponibles en ese momento. Es decir, gracias a una selección de temas en cuya selección, comúnmente, no participamos. Exemplum: los medios y partidos conservadores suelen intensificar el tema de la inseguridad ciudadana un año antes del año de elecciones municipales, de manera que, en ese año, se percibe una mayor inseguridad ciudadana, fundamentalmente en los municipios de izquierda, que suelen ser los más focalizados. Eso invita a los individuos a hacer cálculos electorales a tenor de ese conejo/realidad acuciante. Aplicado al caso que nos ocupa, es preciso señalar que el tema cat es el gran sesgo informativo y político, tanto en Cat como en Esp. Es más, es el sesgo-madre, a partir del cual se introducen otros sesgos que intensifican cosmovisiones reaccionarias –recuerden, glups, punto 14, o cómo el Sesgo de Familiaridad facilita el encuentro, siempre en el campo de la derecha, de derechas e izquierdas, y derechas y extremas derechas–, con las que las dos trincheras se nutren. No es previsible, vamos, un cambio, en tanto no lo reclama ninguna gran comunidad de sentido, ni el grueso de grupos de comunicación está por ello. En tanto que un grueso de la política y sociedad deciden adquirir su realidad en el mercado de conejos propuestos. Las decisiones, parece ser, se seguirán tomando a partir de ese tema informativo acuciante, es decir, a través de ese conejo acuciante –rayos, repito acuciante y me tomo otro chupito–. Por lo que, gracias a los otros dos sesgos aludidos, la inmovilidad en ese tema tiene más posibilidades que el movimiento.

16. Sí, los sesgos son móviles. Y, además, van cambiando de sentido, que no de función. Pero es difícil un terremoto de sesgos. Eso sólo sucede con lentitud, o ante una suerte de traumatismo, de confirmación espectacular de que lo del conejo es un truco. No suele pasar. Fracasar, en fin –el procesismo ha fracasado, el constitucionalismo ha fracasado; hay ciertas garantías de que no aportarán ninguna idea o acción para paliar sus fracasos–, no supone la muerte de una creencia que, ya lo hemos visto, no precisa ser confirmada. Salvo en tu cerebro, ese tramposo, ese devorador de conejos.

17. Vamos, que si les gustó 2018, les gustará 2019. 

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Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección. Su último libro es 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama).

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4 comentario(s)

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  1. cayetano

    Desde el enfoque de dinámicas, podríamos decir que la confrontación de ultranacionalismos ha dejado de ser simbiótica, por el cambio de referentes internacionales para las derechas populistas, ultras y preultras, así como por su intensidad. Cambios que en España afectan discursivamente a todas las derechas sin distinción, abocándolas a un cambio sustancial sobre la significación de la Democracia, deconstruyéndola hacia el autoritarismo que justifica las posiciones prefascistas. Es decir, la intensidad o presión ejercida ha acabado en metamorfosis que acelera procesos internacionales pre y protofascistas, así ha dado como resultado el nacimiento real de Vox -lo que años fue una entelequia- más allá de los resultados andaluces; y que al tiempo aumentan la gravitación proactivo-competitiva entre el PP y C,s en esa dirección. De forma que si bien dichos resultados se podían intuir en 2018, en 2019 son ya evidentes, no encontrándonos con el mismo fenómeno de confrontación que percibiamos en 2018 y otros, pues la naturaleza política de dicha dinámica por su propia cinética y presión ha sido transformada metamórficamente. Queda por averiguar si el independentismo se ha percatado del cambio sustancial de la dinámica y obran en consecuencia o no; queda también por averiguar si desde el gobierno y las fuerzas no independentistas que lo apoyan, dan también la trascendencia que tiene para el conjunto del Estado de dicha dinámica proultraderechización, que ha tenido y tiene a la confrontación entre ultranacionalismos como motor y maquina del tren, de todas sus aspiraciones bañadas por un proceso de desdemocratización. Queda por ver si son capaces de construir mayorías sociales pro diálogo en Cataluña y España, y si después son capaces de culminar dichos procesos material y propositivamente. Queda saber, si más allá de la cuestión territorial, son capaces de plantear un modelo productivo, energético, infraestructural y ecológico para l@s esapañoles-as, en convivencia con los sentimientos de pertenencia nacional, que aune entorno suyo a mayorías sociales esperanzadas e ilusionadas, que no atemorizadas y peleando con sus iguales un panorama de escasez, esa maldita escasez que -asfixiados de basura- pregonan quienes nadan en la abundancia y sus voceros, economistas o no. Romper este círculo vicioso para España y virtuoso para las posiciones ultraderechistas, pasa por traer a la agenda setting y al debate público, no sólo la elección entre confrontación o diálogo respecto de la estructura del Estado o la independencia de Cataluña. También pasa por traer al debate público el estado del bienestar, y la reversión de los recortes por inversión. Pero fundamentalmente pasa por traer al debate público la apuesta energética en un país dependiente de la energia fósil y lo que supondría en nuevas infraestructuras de la comunicación y producción, sobre un nuevo modelo productivo que sostenga otro modelo redistributivo, educativo y laboral, que permita vivir con esperanza en el futuro, superando la ley de la selva en escasez. Un cordial saludo.

    Hace 5 años 2 meses

  2. Jack

    Pocas veces he visto a alguien escribir de forma más o menos graciosa sobre sesgos para describir sus propios sesgos allí donde cree estar describiendo los de "los otros"

    Hace 5 años 2 meses

  3. Mesetario follacabras

    Menudo lío tas armao con Kahneman, muchacho

    Hace 5 años 3 meses

  4. Uno

    ¿El procesismo ha fracasado? Si se asume que tenía por objetivo que Convergència mudara la piel y siguiera siendo hegemónica sin que nada cambiara, entonces sí, ha fracasado. ¿Y el constitucionalismo? Si damos por hecho que su objetivo era crear una sociedad reaccionaria, fascista, intolerante, analfabeta, maleducada, vulgar, aznarizada, brutal, en definitiva: invivible, entonces puede afirmarse que ha triunfado al 999999%. Aznar puede estar satisfecho. La España del siglo XXI es la suya y que cada palo aguante su vela.

    Hace 5 años 3 meses

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