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Alka Pradhan / Abogada de derechos humanos

“Las políticas migratorias de EE.UU. tienen sus raíces en Guantánamo”

Azahara Palomeque 4/12/2019

<p>Alka Pradhan.</p>

Alka Pradhan.

Ryan Pfluger

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Han pasado más de dieciocho años desde el atentado de las Torres Gemelas, el mayor ataque terrorista de la historia de Estados Unidos y aquél que llevó a su entonces presidente, George W. Bush, a iniciar una “guerra contra el terror” sin precedentes. Su cruzada dio paso a una serie de violaciones de derechos humanos, muchas de ellas perpetradas en Guantánamo, la base militar usada como centro de detención y tortura. La mayoría de los detenidos allí han sido liberados, pero unos 40 hombres permanecen bajo arresto, entre ellos, cinco de los acusados de haber cometido el atentado. Alka Pradhan es la abogada defensora de uno de ellos, Ammar-Al-Baluchi. Aunque trabaja en Washington, va con frecuencia a la base para reunirse con su cliente, “que es humano y tiene derechos”, enfatiza. Lleva cuatro años trabajando en el caso, pero el juicio por el 11-S empezará a celebrarse a partir de enero de 2021, una fecha anunciada recientemente. En una conversación por correo electrónico, Pradhan denuncia una marea de ilegalidades, entre las que destaca la tortura a la que sigue sometido su cliente, pero también la cantidad de información que permanece aún clasificada y el espionaje que sufren los abogados defensores por parte del FBI y la CIA. Como abogada de oficio, Pradhan trabaja para el mismo Estado al que acusa, algo que valora como un resquicio de justicia: “Si no hiciéramos esta labor, estos hombres no tendrían voz”. 

Después de los atentados del 11 de septiembre, Estados Unidos fabricó un sistema legal completamente nuevo para capturar, torturar y detener a presuntos terroristas. ¿Cómo se enfrenta a este sistema?  

La prisión de Guantánamo fue concebida para estar completamente fuera del sistema legal estadounidense. Es un sistema completamente corrupto. Está diseñado para encarcelar sin cargos –y principalmente sin juicio– a hombres musulmanes extranjeros. Es básicamente un sistema legal creado para una minoría, algo ilegal según el Derecho internacional. Estados Unidos se arrogó el derecho a detener a estos hombres al decir “estamos en guerra" con Al Qaeda, pero al mismo tiempo no quería otorgarles ninguno de los derechos correspondientes a las leyes de la guerra. Así que los abogados estadounidenses hemos tenido que luchar en los tribunales por los pocos derechos que los detenidos tienen hoy: el derecho a impugnar su detención y las condiciones de reclusión en virtud del recurso de habeas corpus, y el derecho a un trato digno. A los prisioneros en Guantánamo no les están permitidas las visitas familiares y carecen de la atención médica adecuada para las torturas a la que fueron sometidos, en Guantánamo o en los centros clandestinos de la CIA –los llamados black sites.

Guantánamo es un territorio que se encuentra en Cuba, regido por la jurisdicción de Estados Unidos pero donde las leyes estadounidenses no tienen efecto. ¿Cuáles son las principales dificultades de trabajar en lo que se ha denominado “el equivalente legal al espacio exterior”?

Hay muchos problemas prácticos. Guantánamo es una base naval pequeña con muy pocos recursos. La electricidad y el acceso a internet van y vienen, y los edificios se pudren por el salitre. Existe una gran cantidad de información clasificada en relación a los detenidos, principalmente porque el gobierno de EE. UU. ha clasificado información referida a las torturas, por lo que los documentos deben manejarse con mucho cuidado, lo cual es difícil cuando sólo ciertas impresoras funcionan y el espacio de almacenamiento es limitado. Legalmente, el hecho de que la mayoría de las leyes estadounidenses no se apliquen significa que no se puede asumir que los detenidos tengan los derechos fundamentales de un sistema legal justo.

¿Cuáles son los cargos contra su cliente, Ammar Al-Baluchi?  

Ammar está siendo acusado, junto a otros cuatro detenidos, ​​por delitos relacionados con los ataques del 11 de septiembre. Los cargos específicos incluyen asesinato y destrucción de la propiedad en violación del derecho de guerra, y terrorismo –que nunca ha sido un crimen de guerra, sino más bien un delito doméstico tramitado en tribunales ordinarios. Las acusaciones contra Ammar afirman que él ayudó con el traslado de dinero a los secuestradores del 11 de septiembre, cosa que el gobierno de los Estados Unidos aún no ha demostrado. Sabemos que Ammar nunca fue miembro de Al Qaeda y que nunca luchó contra las fuerzas estadounidenses en Afganistán o en cualquier otro lugar.

las prácticas que se consideran tortura según el Derecho internacional son bastante comunes en Estados Unidos

Su cliente fue capturado en 2003, luego transferido a black sites de la CIA, donde fue retenido y torturado durante tres años, antes de ser enviado a Guantánamo. Todo eso es ilegal…

No hay palabras para describir lo brutal que fue la tortura de Ammar en los black sites. Todo el gobierno, desde la CIA hasta la Casa Blanca pasando por el Departamento de Justicia, participó en la autorización y ejecución de su tortura, y cada aspecto de este proceso era ilegal. Le golpearon la cabeza contra una pared docenas de veces hasta que sufrió un traumatismo cerebral; lo desnudaron y lo mantuvieron bajo cero largos períodos de tiempo; le pegaron; lo encadenaron en dolorosas posiciones durante meses; fue privado de sueño continuamente, primero con música estridente y luego con una luz fluorescente las veinticuatro horas del día. Y le practicaron waterdousing, que es similar al waterboarding (ahogamiento simulado) pero usando una lona de plástico en lugar de una tabla. Ammar fue amenazado de muerte continuamente e interrogado a lo largo de los tres años y medio que duraron estas técnicas de tortura. Las declaraciones que hizo mientras lo torturaban fueron enviadas a Estados Unidos como “inteligencia”.

Dieciséis años después de su detención, ¿cuáles son las consecuencias de la tortura para su salud?  

Ammar tiene sólo 42 años, pero sufre los problemas médicos de alguien décadas mayor. Nunca se le ha brindado la atención médica adecuada para sus lesiones, incluyendo el traumatismo cerebral, o se le ha ofrecido rehabilitación para las articulaciones dañadas por los años de encadenamiento en posiciones de estrés. Los años de insomnio forzado significan que no puede dormir más de un par de horas seguidas sin despertarse por miedo a ser asesinado. Sus habilidades cognitivas están empezando a deteriorarse rápidamente.

Ha dicho alguna vez que, al negarle a su cliente atención médica, éste continúa siendo torturado. ¿Es la tortura una práctica común en Estados Unidos?  

Por desgracia, las prácticas que se consideran tortura según el Derecho internacional, como el confinamiento solitario y la negación de atención médica adecuada para los prisioneros, son bastante comunes en Estados Unidos. Pero el tipo de técnicas de tortura que se usaron con los detenidos de Guantánamo no son rutinarias en Estados Unidos, esa es la razón por la que el gobierno continúa ejerciéndolas en Guantánamo, de donde se publica la mínima información posible. La tortura lo corrompe todo en Guantánamo.

Antes de dedicarse exclusivamente a la defensa de Ammar, representó a varios detenidos de Guantánamo en la ONG Reprieve. ¿Qué tipo de abusos vio con esos clientes?

Muchos de mis antiguos clientes habían sido vendidos a Estados Unidos a cambio de recompensas, y torturados en Bagram o Kandahar antes de ser enviados a Guantánamo para ser torturados allí. En Afganistán, estos detenidos estaban siendo torturados por los militares, y era una violencia muy básica y terrible: palizas, puñetazos, encadenamiento en posturas dolorosas, privación sensorial, hambre forzada. En Guantánamo, varios de mis clientes fueron sometidos a humillación sexual: varias guardias de seguridad mujeres les untaron un líquido rojo diciéndoles que era sangre menstrual. Los amenazaron de muerte o con la muerte de sus familiares. Varios de ellos fueron violados analmente en las llamadas “búsquedas en cavidades corporales” no autorizadas.

tanto demócratas como republicanos han decidido que no tiene sentido desatar la controversia intentando cerrar Guantánamo

El único método de protesta que tenían estos hombres era hacer huelga de hambre. Cuando se pusieron en huelga, los médicos de Guantánamo procedieron a la alimentación forzada dos o tres veces al día, usando unas sondas demasiado grandes para sus fosas nasales o esófagos, causándoles hemorragias internas. Nadie, culpable o inocente, debería ser tratado así. Ahora sabemos que la mayoría de los casi 800 detenidos en Guantánamo fueron vendidos por recompensas o capturados por las fuerzas estadounidenses en Afganistán y Pakistán. De hecho, a la mayoría de los clientes que representé el gobierno de Estados Unidos los dejó en libertad, después de haber perdido años de vida y haber sido torturados y detenidos ilegalmente lejos de sus casas. 

Una de sus quejas ha sido la incapacidad de reunir pruebas para el juicio del 11-S porque hay mucha información clasificada. Incluso sospecha que el FBI y la CIA la espían. ¿Cómo puede hacer su trabajo en esas circunstancias? 

La mayor parte de la información clasificada tiene que ver con la tortura de detenidos por parte de la CIA, y está clasificada porque es una vergüenza para Estados Unidos. Las autorizaciones top secret nos dan cierto acceso a esa información, pero el gobierno decide los límites. Por ejemplo, ha decidido que la ubicación real de los black sites de la CIA y muchas de las fechas específicas en que los detenidos fueron transferidos o torturados están clasificadas. Esto significa que no podemos confirmar ni negar ningún informe sobre dónde estuvo Ammar durante los tres años y medio de detención en régimen de incomunicación. También significa que es extremadamente difícil investigar dónde estaba y en qué condiciones. Por otra parte, el gobierno ha confirmado en numerosas ocasiones que ha espiado a los abogados defensores (mediante dispositivos de escucha en las salas de reuniones con los clientes o accediendo a nuestro correo electrónico) o han colocado informantes en los equipos de defensa. Así que nuestra preocupación por ser espiados se basa en una realidad. Es muy difícil hacer nuestro trabajo en estas condiciones, cuando se sabe que en cualquier momento el gobierno podría estar escuchando información privilegiada. 

Kathryn Bigelow, la directora de la película Zero Dark Thirty, tuvo acceso a información sobre Ammar, y hasta aparece un personaje basado en tu cliente. ¿Qué ocurrió exactamente?

Lo que ocurrió fue que en el 2011-2012, cuando se estaba rodando Zero Dark Thirty, Kathryn Bigelow pidió ayuda a la CIA para contar una historia “rigurosa”. La CIA sabía que el Senado estaba cerca de finalizar y publicar parte de un informe que confirmaría que habían torturado innecesariamente a detenidos durante años, y que la información obtenida mediante tortura había sido inútil. Así que la CIA aprovechó la oportunidad para colocar su propaganda en la película; a Kathryn Bigelow le dieron acceso a información clasificada sobre la tortura y los interrogatorios de Ammar, y dieron a entender que la tortura de Ammar condujo al asesinato de Osama bin Laden. Esto es completamente falso. La única parte verdadera fueron las técnicas brutales utilizadas con Ammar en la película; de algunas de ellas sus abogados sólo tuvimos conocimiento después de que salieran la película. Del waterdousing, por ejemplo, nos enteramos por la película. La colaboración de la CIA fue muy eficaz. La mayoría de los estadounidenses no va a leer un informe de tortura del Senado, pero sí que irán a ver un taquillazo de Hollywood, por lo que mucha gente todavía cree que la tortura de Ammar (y la tortura en general) surtió efecto. 

A pesar de sus esfuerzos para cerrar la base, Guantánamo siguió operativo durante la presidencia de Obama. ¿Es probable que las violaciones de derechos humanos continúen incluso si gana un candidato demócrata en las próximas elecciones?

Lamentablemente, la respuesta es, por descontado, sí. A la gente en Estados Unidos no le importa que un grupo de hombres musulmanes extranjeros permanezca recluido para siempre, por lo que tanto demócratas como republicanos han decidido que no tiene sentido desatar la controversia intentando cerrar Guantánamo. Hasta la fecha, ninguno de los más de 20 candidatos demócratas a la presidencia ha hecho ninguna declaración pública sobre Guantánamo. Esto a pesar de que ahora sabemos que sólo unos pocos de los casi 800 detenidos en Guantánamo tuvieron algo que ver con el 11 de septiembre o lucharon contra Estados Unidos. 

todo el concepto de Guantánamo se basa en el racismo

El gobierno acaba de anunciar que el juicio contra estos cinco presuntos terroristas comenzará el 11 de enero de 2021. ¿Son buenas noticias?  

La defensa siempre ha dicho que estamos preparados para ir a juicio siempre que el gobierno cumpla con su obligación legal de entregar toda la información que pueda ser exculpatoria. Hasta ahora, el gobierno no ha hecho eso, pero estaremos listos si lo hacen.

¿Cree que puedes ganar el caso? 

Según el Derecho internacional y nacional, no hay forma de juzgar a Ammar en Guantánamo. La comisión militar no tiene jurisdicción personal sobre los civiles –Ammar nunca fue miembro de Al Qaeda ni de ninguna fuerza militar–, y algunos de los cargos de los que es acusado (conspiración, secuestro y terrorismo) no son crímenes de guerra tradicionales y, por lo tanto, no deberían serle imputados.

Pero el mayor problema para el gobierno es que, después de torturar a Ammar durante tres años y medio, todas sus declaraciones están irrevocablemente contaminadas. La CIA interrogó a Ammar sobre presuntos delitos mientras lo ahogaba y lo golpeaba hasta dejarlo inconsciente y lo privaba de sueño durante años. Después Ammar fue llevado a Guantánamo en 2007, todavía sin abogados, e interrogado por el FBI sobre los mismos temas, con las mismas preguntas. Eso es lo que el gobierno ahora quiere usar como prueba principal para ejecutar a Ammar, pero casi no hay posibilidad de que las respuestas a esas preguntas sean diferentes de las expresadas bajo tortura.  Es por eso que la tortura no sólo es moralmente incorrecta, sino también contraproducente: la información obtenida bajo tortura no es fiable. No hay forma de condenar legalmente a Ammar con esas declaraciones contaminadas. Pero ésa es también la razón por la que está siendo procesado en Guantánamo, donde las leyes de las comisiones militares permiten que se admitan “pruebas coercitivas”, violando el Derecho internacional. En un sistema de justicia normal, los cargos serían fácilmente desestimados o reducidos, y se descartarían las pruebas del gobierno. Pero éste no es un sistema de justicia normal: fue diseñado para ejecutar a estos hombres fuera de la ley.

¿Qué principios del Derecho internacional y estadounidense se han violado? 

Los Convenios de Ginebra han sido gravemente violados, ya sea el Tercer Convenio –sobre los derechos y privilegios de los prisioneros de guerra–  o el Artículo 3 común a los cuatro convenios –sobre el trato digno a los detenidos. La prohibición de la tortura consagrada en la Convención contra la Tortura y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) ha sido aniquilada. Los derechos de detención y juicio justo contenidos en los Convenios de Ginebra, el PIDCP y en la Constitución continúan siendo violados hasta hoy.

En una entrevista concedida al  New York Times, dijo que este sistema legal fue inventado para “hombres musulmanes no ciudadanos”, que si se tratara de franceses blancos no habrían sido torturados. ¿Todo el sistema está basado en el racismo?  

Sí, todo el concepto de Guantánamo se basa en el racismo. Bajo ninguna circunstancia habría habido hombres o mujeres blancos detenidos en una cárcel como ésta, fuera de la ley durante décadas.  Las protestas de otros países y, probablemente, de los propios americanos, habrían terminado el experimento hace mucho tiempo. Esto ocurre únicamente porque los hombres detenidos son de piel oscura y musulmanes.

Estamos viendo que el racismo actúa como catalizador para la implementación de las políticas migratorias actuales. El racismo está increíblemente arraigado en la ley estadounidense. 

Las políticas migratorias actuales de Estados Unidos tienen sus raíces en Guantánamo. Una vez que se volvió aceptable retener a hombres musulmanes no ciudadanos en campos de detención, en condiciones terribles durante años, sin consecuencias legales o políticas, quedó claro que alguna administración –en este caso la de Trump– trataría de expandir ese poder. Y ahora vemos que el público estadounidense tolera que niños y familias enteras estén confinados en campos de concentración, que sean torturados física y psicológicamente, durante meses o años, si son de piel oscura. No se está haciendo una valoración o una revisión legal de amenazas reales más allá del color de la piel. Nuestro programa de “seguridad nacional” está enteramente basado en el racismo.

En The Trial, el documental producido por The Guardian, sale usted escuchando respetuosamente el himno nacional en Guantánamo, y luego declarando cuán “incongruente” es que suene el himno en ese contexto. ¿Es usted patriota? 

Soy el tipo de patriota más necesario. Soy el patriota que ve los valores sobre los que se construyó este país, que ve los problemas de nuestras políticas e intenta mejorar esas políticas para que coincidan con nuestros valores.

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Autora >

Azahara Palomeque

Es escritora, periodista y poeta. Exiliada de la crisis, ha vivido en Lisboa, São Paulo, y Austin, TX. Es doctora en Estudios Culturales por la Universidad de Princeton.   Para Ctxt, disecciona la actualidad yanqui desde Philadelphia. Su voz es la del desarraigo y la protesta.

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