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DECAMERÓN LV

Jornada 3’1416: el discurso ultra, esa normalidad

La nueva extrema derecha –PP, Vox, pack JxC– no utiliza el lenguaje irónico, autoritario, como Hitler. Ni eléctrico como Mussolini. Ni católico y pobre como Franco. Es un lenguaje sin genio, pero democrático

Guillem Martínez 23/06/2020

<p>Un significante vacío como una casa, literalmente.</p>

Un significante vacío como una casa, literalmente.

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1- Mujer Venida del Futuro, amor constante más allá de la muerte, arroyos de alegría, la sinfonía silenciosa del equilibrio y, de pronto –piticlín-piticlín–, la llamada diaria de Casandra. Hola. “Hola, te escucho fatal, nene”. Es que te hablo desde dentro del horno. “¡¿El horno?!”. Sí, Chïlïndrøn, la marca blanca de Ikea. Hornos robustos, económicos y, por lo que veo, amplios. “¿Y por qué tanta tontería?”. Por el aislamiento sonoro. He notado que, cuando llamas, el ánimo de la Mujer Venida del Futuro muta en agresividad. “Déjala, Guillem”. No puedo, estoy hasta las trancas y el amor, recuerda, ‘face mudo al parlador / e necio al discreto’. “Yo no me tomaría al pie de la letra un poema de antes de la invención del abrelatas. ¿Cómo te va la ciática?”. Esa es otra. Voy hasta el culo de tranquilizantes. Estoy a una píldora de ser el doctor House del periodismo esp. “Sólo por apuntar otras opciones, ¿te has dado cuenta de que, desde que te medicas, has visto a Apolo y ahora mantienes una relación con una mujer que nadie ve, y que te lleva 150 años?”. Sí. Y es preocupante. Pero ella no quiere ni oír hablar de ello.

2- En otro orden de cosas, Casandra me llama la atención sobre el brote de Pekín, que vendría a apuntar una posibilidad que la misma Casandra me explicaba en marzo. Que el virus no sea de Wuhan. Que ni siquiera sea chino, que anduviera por Europa, como mínimo, mucho antes. Lo que haría trizas las tesis racistas y conspirativas, tan de la extrema-derecha/nuestras. “Los clusters –grupos de brotes– serán básicos para entender el comportamiento del virus, sus razones, su lógica”. También me habla del cluster alemán, ubicado en un matadero. “Por lo que sea, los mataderos son una suerte de Jauja para el virus. Se encuentra muy bien en ellos. Ya ha habido clusters en otros mataderos, también en Alemania. Es serio”. Casandra finaliza con una pincelada sobre el futuro: “USA, China, India, Coreas, Países Frugales de la UE, derecha y extrema derecha, neolib en crisis, y una pandemia falsamente controlada. Es la tormenta perfecta”. Yo, por mi parte, finalizo con una pincelada sobre mi futuro inmediato: “Casandra, creo que con el pie he accionado la función pirolítica. Empieza a hacer mucho calor aquí adentro. Creo que voy a quitarme la rebequita”. 


3-
El virus va a sus anchas por el mundo. En el hemisferio en el que ahora empieza el invierno, con crueldad. Parece que el virus es estacional. Vamos, que para en todas las estaciones y apeaderos. En las zonas en remisión, proliferan los clusters. Acostúmbrense al palabro cluster. Es rápido, elegante, y explica lo que pasa. En este preciso momento, en el que escribo la ‘o’ del palabro momento, hay 12 clusters en el Estado. Explican el futuro inmediato. Un ir hacia adelante o hacia atrás en las fases. Al parecer de manera menos dramática y aparatosa que en la anterior edición. El mundo ha cambiado. Es un mundo que, digan lo que digan los ex-polis de balcón, se lava las manos, va con mascarillas, mantiene distancia, ha modificado sus hábitos. Pero está sometido a lo que los Antiguos llamaban destino, y nosotros potra o, más correctamente, desconocimiento íntimo del virus. No hay otra que ir de cluster en cluster. O, al menos, no hay otra desde la cultura democrática. 

4- El domingo se abrieron las fronteras. Una potencia turística recibirá turismo en unas cifras más propias de Corea del Norte que de una potencia turística. Lo que es una mala noticia económica, pero no lo es tanto si pensamos que los aeropuertos esp disponen, en su totalidad, de 150 sanitarios. Hay más en una despedida de solteros de sanitarios. Ese turismo mínimo significa, no obstante y como me dice uno que sabe, un riesgo mínimo, en tanto el trasiego humano será entre poblaciones con tasas similares de contagio/destino/potra/desconocimiento. Todo es nuevo. Habrá que describirlo.

5- Si no hay sorpresas, en este largo tercer acto, el tema no será tanto sanitario como económico. Es decir, continuará siendo político. El viernes se produjo la primera reunión europea para el plan de reconstrucción. En modo Tinder/por pantallitas. Nada. Un ver que nadie está de acuerdo. Se aplazó el conflicto hasta julio. El punto de partida es la propuesta es repartir 500.000M en 4 años, para gastos no vinculados a gastos corrientes. Lo que viene siendo reconstrucción. El monto de cada Estado se calcularía por el PIB y por la tasa de paro. A Esp e Italia, en números redondos, le caerían el 20% del total. Según una simulación del Instituto Bruegel, un think thankde la UE, unos 86.000M para Italia, y 81.000 para Esp. Poco para refundar Esp y muy lejos del punto en el que lo dejamos, diría. Países pobres, como Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, y países castigados –o, mejor, represaliados– en la anterior crisis –Grecia– recibirían, en términos relativos, más pasta. Pero esta crisis es una continuación de la anterior. Y, como señala Casandra, esta es una crisis, como la anterior, del neolib. Es una crisis política.

6- Hay tres bloques en conflicto. Los Países Frugales –Holanda, Austria, Dinamarca, Suecia; Estados, no obstante, con divisiones al respecto en sus Gobiernos–; los del Sur –sin unidad entre ellos; en ocasiones, como sucede en Esp, sin unidad interna al respecto; no se pierdan el punto 11–, y Alemania, que ofrece una lógica propia. No es frugal. Es lo siguiente. Su TC le ha atado las manos. Es decir, no parte de una decisión cultural o política, como los Frugales, sino jurídica. A su vez, el Gobierno presidido por una Merkel saliente será el que, desde la presidencia rotatoria, se comerá el marrón. Merkel, por otra parte, ha sido una de los pocos líderes UE que ha dado muestras de ser consciente de la gran ventana de oportunidad que se abre, en esta crisis, para la extrema derecha, a la que teme, describe y recrimina. Sabe, desde una cosmovisión moderada, que la ruina, o una deuda desmesurada –dos condiciones que vivió la Alemania de la primera posguerra europea– no son edificantes.

7- La cosa se complica más si se describe a partir de cosmovisiones ideológicas, de hecho. Los bloques son menos, pero más contradictorios. Las izquierdas europeas no son un bloque. Como en la anterior crisis, no son una cosmovisión robusta, ni unificada. Incluso hay izquierdas frugales. El neolib más radical viene siendo reivindicado por algo, aún tímido o caricaturesco en la anterior crisis, que ya se puede describir como nuevas extremas derechas. Las posturas menos intransigentes, o incluso más sociales, vienen, o son compartidas, o por ahora no son entorpecidas, por parte de las derechas moderadas, o liberales, o como se llamen, que hasta han coqueteado con una renta básica, por ejemplo. Hasta hace tres meses estaban más contentas que sendos chinches en el trade-mark neolib.

8- ¿Qué puede, snif, salir mal?

9- Pero aquí hemos venido a jugar. Lo que sigue es una descripción de bloques y cosmovisiones esp. Los bloques y cosmovisiones esp atienden y se ordenan por dos conflictos políticos. Uno europeo. El plan de reconstrucción. Y otro interno. La matanza –no hay otra palabra, me temo– en las residencias, que suponen el 72% del total de muertos en Esp, frente al 50% en Francia, o el 35% en Alemania. Un fenómeno. Y, por tanto, una desmesura, que implica una desmesura política y económica. Esa matanza, capitalizada en MAD y Cat –no se pierdan el punto 14–, no está claro que tenga repercusiones penales, pero por ahora las tiene políticas.

10- Europa. En el Parlamento Europeo, el PP se ha alineado con los Países Frugales. Con todas las letras. Está por una condicionalidad dura, en tanto que el social-comunismo-judeo-bolivariano hará un mal uso del dinero y tal. Extraoficialmente puede haber más razones. Como a) la percepción de la austeridad, de una Esp intervenida en 2024 por los 100.000 Hijos de los Men in Black, como un sistema de control social. Como b) terror a perder pie en la época si la época, en plena crisis de Régimen –el domingo, aumentada, con la información de The Telegraph sobre nuevos sponsors de la monarquía esp–, carece de ese sistema de control, que el PP conoce al dedillo tras la anterior crisis. O como c) la dinámica que une, en esta crisis, al neolib con las extremas derechas, lenguaje que –no se pierdan el punto 14– el PP conoce al dedillo y está utilizando en el Congreso y las alcachofas.

11- El caso de la cosa PP, me informa la eurodipu María Eugenia R. Palop, conocida entre sus amigos como María Eugenia R. Palop, pasa por explicar en Esp el desprestigio europeo del Gobierno esp. Que por ahora no existe. El Gobierno posee la figura de Calviño, una garantía de anti bolchevismo, o como se llame hoy, que limpia, fija y da esplendor. En su momento fundacional fue avalado por la Comisión, que lo contempla como un GobiernoZzzzz más en Europa. Es más, esta mañana a primera hora se postulan tres ministros para cargos europeos que están en el aire. Uno de ellos, la Agencia Europea del Espacio, que posibilitaría la exportación a otras galaxias, por fin, de la tortilla de patatas y la boina. Además, UP no es percibido, ni en Europa ni en Lima, como una amenaza bolivariana. En 2014, y en tiempo real, dejó de emitir en modo Varoufakis. Esta semana ha estado a punto de pronunciarse en contra de una comisión de investigación para lo de Felipe González. Vamos, que participa de la responsabilidad de Estado esa a tutiplén. Por otra parte, e inasequible al desaliento, el PP promueve en Europa la orbanizacion de Esp durante el confinamiento. A través de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, se ha dado vidilla, e incluso se han trasladado a otras comisiones para que la cosa crezca, la idea de una restricción de derechos, protagonizada por Sánchez, comparable a las experimentada por Orbán en Hungría. Wala. La idea es emparentar Esp con Turquía, Polonia y Hungría. Y tiene tanto futuro como las extremas derechas en Occidente. Es algo posible, en fin, gracias a la corrupción del lenguaje político. Lo que nos lleva a Esp DF.

12- Antes, un inciso. Inciso. La corrupción del lenguaje político, ese sello actual de la extrema derecha. Es algo nuevo respecto a lo ocurrido en los años 30. La nueva extrema derecha –PP, Vox, pack JxC– no utiliza el lenguaje irónico, autorreferencial, autoritario, como Hitler. No utiliza un lenguaje eléctrico como Mussolini, ni poético como José Antonio, ni social, sentimental y sentido como los Perón, ni católico y pobre como Franco. Es un lenguaje sin genio, pero –y esa es su gran originalidad– absolutamente democrático. Lo que indica que la corrupción del lenguaje político sólo ocurre, ojo, en democracia. Castoriadis –marxista, militante del PCF, miembro del grupo Socialismo o Barbarie y, luego, libertario– ejemplifica ese hecho con este dato: la primera corrupción del lenguaje político sucedió en la primera democracia. La describe Tucídides para describir la Guerra del Peloponeso. En aquella guerra, en cada ciudad conquistada, Atenas instauraba la democracia y el lenguaje democrático, mientras que Esparta, en ese trance, instauraba el gobierno aristocrático y, todo lo contrario, el mismo lenguaje democrático. Castoriadis murió a finales del XX. Lo que indica que esa corrupción del lenguaje que visualizaba ya sucedía entonces. Empezó a suceder, después de lo del Peloponeso, con Thatcher y Reagan, con las derechas revolucionarias, con el neolib. Con derechas radicales y antisociales avanzando por todo el mundo, por la izquierda, vía léxico democrático. Con el principio del fin de las democracias del 45. Fin del inciso.

13- A inicios de legislatura, hace mil años, antes de la covid, el programa de las derechas nacionalistas esp –entonces eran tres– consistía en el uso del lenguaje fake, creación de la idea de un Gobierno ilegítimo –es decir, no nacional, una idea cotidiana en Turquía, Hungría, Polonia y, me temo, Cat–, y un posible desenlace a través de la Justicia/el deep State. No era gran cosa, pero implicaba una violencia verbal y gestual descomunal. La cosa covid ha complicado el asunto. Con el 72% de muertos en residencias. Esto es, con posibles causas –penales– en Cat y Mad, como mínimo. Esas muertes aún –o nunca jamás, ya veremos– no son percibidas en su dimensión política y ética en Cat, el topos político de Europa occidental con mayor subordinación de los medios a un Gobierno de lógica ultraderechista europea, y que utiliza el lenguaje ultra-democrático al uso. Pero es percibida en MAD, una Comunidad Autónoma del PP. Cuidadín.

14- El PP, ante esa contradicción, parece apostar por la intensificación del lenguaje de la extrema derecha. Derechos, democracia y fake. En sede parlamentaria, se miente abiertamente, por ejemplo. Se responsabiliza al Gobierno de la gestión –autonómica– de la sanidad y de las residencias. Se falsea la actuación de Vicepresidencia ante lo de las residencias. Se dibuja un caos sanitario gubernamental, y se intensifica ese caos en UP. Es una apuesta de riesgo. Mentir es una lógica radical, que requiere una coherencia constante, difícil de mantener, inasequible a los datos, y un lenguaje sin fisuras, consecuente. El PP parece que no puede mantener toda esa tensión. En Castilla y León, el PP, lejos de tensar la cuerda lingüística, ha pactado con la oposición. En el inicio de la campaña gallega, el PP se ha arrancado con un video en el que Fernando Simón pondera la actuación de la Xunta. Es decir, se le otorga a Simón una autoridad moral en Galicia que se le niega en MAD. El lenguaje, como saben los enamorados y los delincuentes, puede ser absurdo, pero debe ser siempre lógico. Fallos como estos, y la estructura del fakese desmorona. Chof.

15- El PP se ha creado un problema. El PP, entre otros partidos con los que comparte lenguaje, tiene un problema: el 72%.

16- De ahí sólo se sale intensificando el lenguaje ultraderechista/democrático a niveles de explosión nuclear. O asumiendo la derrota, abandonando a Ayuso a su suerte –judicial– y, tal vez, con nuevos liderazgos. Es decir, lo primero.

17- Horno. Pirólisis. Puerta atascada. Frente a mí, a través de un sólido vidrio, la Mujer Venida del Futuro, que ni me ve ni me oye. Lo que resulta una buena descripción del amor. Vaya, hay wifi en el horno. Igual les llega esto.

1- Mujer Venida del Futuro, amor constante más allá de la muerte, arroyos de alegría, la sinfonía silenciosa del equilibrio y, de pronto –piticlín-piticlín–, la llamada diaria de Casandra. Hola. “Hola, te escucho fatal, nene”. Es que te hablo desde dentro del horno. “¡¿El horno?!”. Sí,...

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Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección. Su último libro es 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama).

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