1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

PODER ECONÓMICO

Dinastías: 200 años de endogamia en la política estadounidense

Desde la fundación del país, unos 400 dúos de padre e hijo y casi 200 pares de hermanos han tenido asiento en el Congreso a la vez. En el escalón más alto, dos miembros de cuatro familias han llegado a ser presidentes

Alberto Mesas 28/10/2020

<p>La familia Kennedy en 1948. De izquierda a derecha:John F., Jean, Rose, Joseph P., Patricia, Robert F., Eunice, y debajo, Edward. </p>

La familia Kennedy en 1948. De izquierda a derecha:John F., Jean, Rose, Joseph P., Patricia, Robert F., Eunice, y debajo, Edward. 

US National Archives

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Por su enorme peso económico, militar y geoestratégico, cuando en Estados Unidos es año electoral el resto del mundo presta toda la atención. A lo largo de muchas décadas, la propaganda interna ha ido rebozando el proceso con toneladas de merchandising, banderitas, globos, guirnaldas y mítines con estrellas de Hollywood y la NBA. El país vende un ritual sagrado y sin mácula en el que los americanos –se empeñan en hacer creer que EE.UU. es toda América– eligen solemne y legítimamente al hombre –jamás ha sido una mujer– más poderoso del “mundo libre”.

La pandemia ha golpeado duro a CTXT. Si puedes, haz una donación aquí o suscríbete aquí 

Sin embargo, debajo de toda la pompa mediática, la suntuosa ceremonia de investidura, las pegatinas de apoyo a las tropas y el himno a capela en cada evento deportivo, la política norteamericana está aquejada de un vicio que compromete la calidad democrática, pero que está muy asumido y normalizado en la sociedad del país: la endogamia. Desde 1776, cuando las 13 colonias se independizan y nacen los Estados Unidos, su esfera de poder público ha estado monopolizada por los apellidos de una serie de familias que, durante varias generaciones, han tenido a uno o varios de sus miembros en  puestos de responsabilidad.

Por los siglos de los siglos

La Revolución Americana se basó en el rechazo radical a la monarquía y a los privilegios de los aristócratas británicos, pero no a los de las élites de las 13 colonias. Ya en las primeras Cortes –tenía escaño el industrial de Nueva York, no el campesino de Maryland–, casi la mitad de los cargos electos del Congreso tenía un pariente consanguíneo que también formaba parte de la Cámara, una costumbre que ha ido perpetuándose a lo largo de la historia política del país. Por ejemplo, hasta la victoria de Donald Trump, el Partido Republicano no había ganado unas presidenciales desde 1928 sin que un Bush o un Nixon fuesen el candidato o el compañero de fórmula electoral.

Tal y como expone el investigador en Estudios de Gobernanza Stephen Hess en su libro America’s Political Dynasties: From Adams to Clinton (Brookings Institution Press, 2015), hasta la actualidad, en torno a 400 dúos padre-hijo y casi 200 pares de hermanos han tenido asiento en la Cámara a la vez.  Según el análisis de Hess, más de 700 familias –todas blancas y todas ricas– han contado con dos o más miembros en el Congreso desde el siglo XVII; casi 200 han visto su apellido en cargos públicos durante, al menos, tres generaciones; y son 22 las que han retenido puestos de poder durante cuatro generaciones. Entre toda esta amalgama de cargos y nombramientos apenas hay una decena de mujeres.

Hay 22 familias que han retenido puestos de poder durante cuatro generaciones

En la política regional la costumbre es la misma, y en algunos estados ciertos apellidos están automática e incontestablemente ligados al poder. Es el caso de los Kennedy en Massachusetts, los Taft en Ohio, los Long en Luisiana o los Udall en Arizona; linajes cuyos nombres llevan muchos decenios reflejados en una papeleta electoral.

En el escalón más alto, hasta dos miembros de cuatro familias han repetido como presidentes de EE.UU.: los Adams, los Harrison, los Roosevelt y los Bush.

La era de la televisión

Desde la segunda mitad del siglo XX, con la consolidación de la todopoderosa televisión como medio de comunicación de masas, muchos de los anteriores personajes incluso rebasaron las fronteras de su país para convertirse en personajes mediáticos reconocidos en medio mundo. El audiovisual permitió que, además de nombre, los electores pudiesen ponerle cara y voz a los políticos, lo que hacía a los más conocidos todavía más populares.

“Los medios, y en especial la televisión, convierten a las figuras públicas en celebrities, estrellas de la cultura de masas, y la política no es una excepción”, asegura el sociólogo Luis García Tojar, profesor de sistemas mediáticos y orden político en el máster de Comunicación Política de la UCM. Estados Unidos, explica, “como cualquier país joven se apresuró a crear un santoral de figuras políticas, empezando por los llamados padres fundadores y siguiendo por héroes militares o de los negocios. De ahí surgen esas familias de poder. El mito del hombre fuerte es muy importante en la cultura política de ese país, y no hay hombre fuerte sin familia fuerte”.

“Un periodismo enfocado al servicio público podría haber contrarrestado ese fenómeno”, añade el profesor, “pero eso no es propio de la cultura informativa norteamericana [...] De repente el presidente del Gobierno cena contigo en tu casa o tú cenas en la suya. La televisión convierte la política en un espectáculo, simplifica los problemas políticos y rebaja la cantidad de información necesaria para poder tener una opinión política. En un sentido la democratiza, en otro la hace pueril”.

Con todo, y a pesar de que los medios retroalimentan la popularidad de unas familias que ya eran conocidas de por sí, la cuestión se encuentra precisamente en eso, en por qué esas familias y no otras llegaron a la política y se han perpetuado en las instituciones públicas. Es “la selección económica por razón de clase social”, expone García Tojar, lo que hace que aumenten las posibilidades de un individuo de tener una carrera política exitosa, pero también influye “que EE.UU. tiene una cultura política poco desarrollada”.

Dinastía Kennedy

John F. Kennedy y Jacqueline Kennedy con sus hijos.

Los Kennedy son el paradigma de esa mediatización de la política. Aun así, antes de la popularidad mundial y de las tragedias, en Massachusetts ya llevaban casi cien años siendo una celebridad y, desde que el primer Kennedy desempeñó un cargo electo a finales del siglo XIX, la dinastía ha producido siete políticos muy conocidos entre presidente, senadores y congresistas a lo largo de cuatro generaciones.

Todo empezó con el abuelo John F. Fitzgerald, que en 1891 llegó al ayuntamiento de Boston como concejal, para poco después ser el alcalde de la ciudad. Hasta 1914 la alcaldía fue un puesto itinerante para él, ya que mientras tanto fue senador y congresista por Massachusetts. Solo tuvo una hija, Rose, que fue la verdadera matriarca de la familia.

Con el enlace entre Rose Fitzgerald y Joseph P. Kennedy –un diplomático que hizo fortuna especulando en el negocio inmobiliario y con la importación de alcohol tras la ley Seca– quedaron unidas dos de las familias más poderosas de Massachusetts. Entre sus nueve hijos están John Fitzgerald Kennedy (JFK) y Robert y Ted Kennedy, tres de los grandes nombres de la política estadounidense de los años 60. Precisamente detrás del éxito de los tres hermanos –sobre todo el de JFK– están el dinero y los contactos de su padre.

John Fitzgerald Kennedy estudió derecho, pero con apenas 30 años ya era congresista por Massachusetts –en el escaño de su abuelo–, y solo seis años después se convirtió en senador, cargo que ostentó hasta que se convirtió en presidente de los Estados Unidos (1961-1963). JFK fue el primer político moderno, con él se experimentaron las nuevas tácticas de la mercadotecnia. En su notoriedad jugó un papel fundamental la televisión, donde Kennedy siempre aparecía impoluto y sonriente. Su matrimonio con Jacqueline Lee, una aristócrata descendiente de banqueros de Wall Street e inversores del petróleo, favoreció que su figura superase la esfera de la política para adquirir una dimensión sensacionalista que encandiló a millones de estadounidenses.

El nombramiento más polémico durante la breve administración Kennedy fue el de su hermano Robert como fiscal general de EE.UU. Tras el asesinato de JFK, Robert renunció al cargo para entrar en el Senado por el estado de Nueva York. Fue asesinado en 1968, cuando se postulaba para la carrera presidencial –lo tenía todo a favor, era el candidato más respaldado en las primarias demócratas.

Ted es el tercer hermano Kennedy que sostuvo la dinastía política familiar. Mucho menos conocido e influyente que los otros dos, Ted estuvo toda su vida política –lo retiró la muerte– en el Senado, donde pasó 47 años. Como sus dos hermanos, Ted también tuvo ambiciones presidenciales pero sus opciones se vieron truncadas cuando, en 1969, se salió del puente por el que conducía y murió su acompañante. Ted se fugó del lugar del accidente y fue condenado a dos meses de cárcel, una pena que jamás cumplió.

Como ocurre en la familia Bush, los Kennedy todavía cuentan hoy con un miembro activo en política. Se trata de Joseph P. Joe Kennedy III, el nieto del exfiscal Robert, que posee un escaño en la Cámara de Representantes por Massachusetts –se encuentra en su tercer mandato– y tiene aspiraciones al Senado.

Dinastía Bush

 George H.W. Bush y su hijo George W. Bush.

Al igual que los Adams, los Bush lograron que tanto un padre como su hijo llegaran a ser presidentes de Estados Unidos. Además, durante cuatro generaciones, varios miembros de esta familia han ostentado puestos políticos a nivel estatal y nacional. Principalmente integrado por empresarios y banqueros de la costa este, el renombre de los Bush se remonta al siglo XIX, cuando Samuel P. Bush hizo fortuna en la industria del acero tras ser gerente de la empresa petrolífera de Frank Rockefeller, el hermano del famoso magnate.

El hijo de Samuel, Prescott Bush, continuó haciendo dinero como ejecutivo bancario de Wall Street, y fue el primer miembro de la familia que llegó a la política, en concreto como senador por Connecticut. El descendiente de Prescott, George H.W. (Bush padre), comenzó su carrera política como congresista por Texas después de invertir en el lucrativo negocio del petróleo. Antes de ser vicepresidente y presidente de EE.UU. (1981-1989), fue diplomático y dirigió la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Bush padre tuvo dos hijos: George W. y Jeb. Antes de entrar en política, George era un conocido empresario del petróleo en Texas, el estado del que después fue gobernador durante cinco años. Sin ningún cargo institucional intermedio, llegó a la presidencia de Estados Unidos en 2001. En sus ocho años de mandato, Estados Unidos lideró dos guerras (Afganistán e Irak), torturó a prisioneros, prohibió el matrimonio homosexual y sufrió la peor crisis económica desde la gran depresión.

Por su parte, Jeb siempre se dedicó a la política y también consiguió ser gobernador, aunque del estado de Florida, durante ocho años. En 2016 se presentó a las primarias del Partido Republicano para intentar llegar a la Casa Blanca, pero en esta ocasión el apellido actuó como un lastre y la nominación fue para Donald Trump. Actualmente la dinastía Bush continúa con George P., el hijo mayor de Jeb, que es abogado y empresario en la industria del petróleo, y está empezando en política como comisionado de la Oficina General de Tierras de Texas. Todo apunta a que continuará con la saga familiar.

Dinastía Clinton

Hillary y Bill Clinton. Foto: Karen Murphy (Flickr)

Otra de las dinastías mediáticas. Pudo haber sido la quinta familia con dos de sus miembros en llegar a presidir los Estados Unidos si Hillary Clinton hubiera ganado a Trump en 2016.

Después de haber sido gobernador por Arkansas durante 11 años y fiscal general de ese estado durante dos, Bill Clinton llegó a la Casa Blanca, donde estuvo dos mandatos (1993-2001). Por su parte, la carrera política de Hillary ha sido más variada; tras dos legislaturas como representante de Nueva York en el Senado, en 2008 concurrió a las primarias demócratas, que perdió contra Barack Obama. No obstante, fue su Secretaria de Estado durante cuatro años. Más tarde, en 2016, consiguió ser la primera candidata a la Presidencia de la historia del país pero, a pesar de ganar en votos, el sistema electoral estadounidense le otorgó la mayoría de los delegados a Trump.

Desde entonces, los Clinton se han dedicado a las conferencias, think tanks y a la fundación que lleva su apellido. Hace unos años, la revista Forbes publicó que el matrimonio Clinton había amasado 240 millones de dólares (unos 200 millones de euros) en 15 años.

Los Trump

Donald y Melania Trump.

Donald Trump llegó a la política dando espectáculo. Para muchos su candidatura era un chiste, la manera extravagante de un multimillonario de llamar la atención. Pero Trump no era ningún desconocido para el público, llevaba décadas apareciendo en la televisión, nutriendo las páginas amarillas de las prensa y transitando el círculo de poder empresarial que siempre orbita alrededor de la clase política.

“Desde sus mismos orígenes, EE.UU. es una sociedad que vive una guerra cultural interna”, aclara el profesor García Tojar. “Si en la guerra civil fue el norte contra el sur, la lucha cultural actual parece enfrentar a las costas contra el centro. Dos américas muy distintas viven en esos lugares, y se odian. [...] Trump supo leer bien este odio de clase, exacerbado por la crisis económica, la rebelión de las mujeres y las minorías raciales, y el sentimiento de ocaso del gran siglo americano”.

Tras la victoria, Trump ha empezado a construir su propia dinastía a través de un nexo muy poderoso e influyente: Trump Organization, un gigante empresarial cuya actividad principal es el sector inmobiliario, aunque está diversificado en múltiples negocios, y de cuyo consejo de administración forman parte casi todos sus hijos. El próximo mes de noviembre Trump se enfrentará en las urnas al candidato demócrata, Joe Biden, que lleva casi 50 años en política, desde 1972.

El primogénito, Donald, es economista y empresario. Hace unos años participó en The Apprentice, un programa de televisión basado en la vida de Trump padre –que, por supuesto, también aparecía en el show– como magnate inmobiliario, donde el premio eran 250.000 dólares y una licencia para dirigir una de sus empresas. Donald hijo no ganó el concurso, pero igualmente es vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump.

Su segunda hija, Ivanka, es la vicepresidenta ejecutiva de Desarrollo y Adquisiciones de la empresa. Como su hermano, también participó en The Apprentice, pero ella desempeñaba el papel de jueza y asesora de su padre. Nada más llegar al despacho oval, Trump permitió que Ivanka participase en reuniones con líderes internacionales y le dio un cargo formal, el de consejera del presidente. Está casada con Jared Kushner, dueño del periódico The New York Observer y a quien Trump nombró asesor principal recién iniciado su mandato.

Eric Trump, el tercer vástago, es vicepresidente ejecutivo de Desarrollo y Adquisiciones de Trump Organization. Con 23 años creó una especie de ONG orientada a la infancia y poco después fue nombrado uno de los 20 filántropos menores de 40 años más destacados por The New York Observer, el periódico de su cuñado.

La pandemia ha golpeado duro a CTXT. Si puedes, haz una donación aquí o suscríbete aquí 

Por su enorme peso económico, militar y geoestratégico, cuando en Estados Unidos es año electoral el resto del mundo presta toda la atención. A lo largo de muchas décadas, la propaganda interna ha ido rebozando el proceso con toneladas de merchandising, banderitas, globos, guirnaldas y mítines con...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Alberto Mesas

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí