1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

PAISAJE VISUAL

El arte es mi trinchera

Recorrido por las representaciones ocultas de la intimidad LGBTQ+

Deborah García 16/09/2021

<p><em>The Green Bar.</em></p>

The Green Bar.

Salman Toor

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

En este septiembre se cumplen veinte años desde que me trasladara desde Vitoria a Madrid para estudiar Historia. En aquel trayecto, que ante todo fue mental, existía en mí la gran esperanza de poder descubrir quién era y quién quería ser. Siempre supe que no era heterosexual pero lo cierto es que desconocía cuáles eran mis posibilidades y también desconocía el precio que hay que pagar por ser la persona que quieres. Dejaba Vitoria, mi familia, el colegio religioso y por delante tan solo existía una imagen a perseguir la de quién quería ser. Daba por hecho que todo en Madrid jugaría a mi favor, que nadie en ese intento por descubrirme me pondría trabas, ejercería violencia, me haría volver a sentir miedo, o me provocaría ganas de dejar de perseguir esa imagen de mi misma. Y así fue, al menos en parte. En Madrid no solo fui quien quería ser, en Madrid sentí por primera vez el precio de ser quién eres. Allí descubrí también las pequeñas violencias cotidianas: las negativas a alquilarnos un piso por ser una pareja de chicas, los trabajos precarios de nuestras amigas trans y las agresiones que no han dejado de sucederse a personas del colectivo. Desde que dejé la ciudad han pasado años ya, y todas esas violencias han seguido produciéndose y multiplicándose. Nuestra lucha es continua y diaria. Mi manera de luchar es compartir arte. Escribir de arte. Mirar y analizar obras, conectar las antiguas y las nuevas, ver el gesto que comparten: de resistencia y también de abrazo.

Hace unos meses me topé con la obra del artista Salman Toor, captó rápido mi atención. Conocido sobre todo por sus obras figurativas a pequeña escala, que combinan la técnica académica y un estilo rápido, similar a un boceto, Toor ofrece escenas intimistas de la vida de hombres jóvenes y asiáticos que como él residen en una gran ciudad. Pinta exuberantes escenas interiores que muestran a amigos bailando, viendo programas de televisión, jugando con perros o mirando los me gusta que reciben en sus teléfonos. En estos escenarios idealistas, las figuras de Toor se liberan de las imposiciones que les llegan desde el mundo exterior. En contraste, sus cuadros más apagados resaltan momentos de pasividad para transmitir nostalgia o alienación. La solidaridad y la ternura son elementos clave en la obra de Salman Toor, y aún es más fundamental si tenemos en cuenta como su cultura de origen (y no me refiero a la pakistaní, sino a la patriarcal) disuade a los hombres de mostrarse vulnerables y necesitados.

How Will I Know, de Salman Toor.

Salman Toor coloca a jóvenes musulmanes queer en escenas de amor, amistad y soledad en sus espléndidas pinturas al óleo. Todo el corpus de su obra desafía la exclusión sistemática de los hombres no-blancos queer de la Historia del Arte.  Aquí, sus figuras reclaman el primer plano con sus cuerpos, vistiendo atuendos extravagantes sobre sus delicados físicos. Los personajes elegantes de Toor, beben cócteles despreocupadamente, se balancean felices con la música o se relajan perezosos en sus apartamentos del centro.  Belleza, vulnerabilidad y poder brillan a través de cada una de sus pinturas.

She Represents (Carnival Scene), de Jeanne Mammen.

Siempre que veo una obra de Toor pienso en Jeanne Mammen. Los cócteles compartidos en la obra de Toor me llevan a los clubes berlineses de los años 20. Jeanne Mammen es una pintora fundamental para las lesbianas. Durante décadas su obra permaneció oculta, pero gracias a los círculos feministas alemanes su pintura se recuperó a partir de los años noventa. Su obra es importante por su manera de observar un período fundamental de la historia alemana: abre un espacio para lo que está al margen, para lo latente y lo contra-cultural. Entre mediados de la década de 1920 y mediados de la década de 1930, Mammen comenzó a pintar muchos bocetos y acuarelas que capturaban los ruidosos clubes nocturnos, cafeterías y cabarets de la ciudad. Aquí Mammen podía observar, esbozar y representar en silencio una floreciente escena lésbica. El trabajo de Mammen destaca especialmente por su forma de presentar a las mujeres.  La mirada de la pintora es profunda, no se conforma con mostrarlas como seres accesorios y poco profundos, además de pasivos, sino como sujetos. Las mujeres de Mammen están vivas y son fuertes y valientes. Se abandonan al sexo y a la sexualidad.  Su interpretación de lo lésbico es innovadora porque lo hace desde una perspectiva de mujer, al tiempo que ignora los tabúes de la época y rompe con el cliché de la mirada masculina. Las acuarelas de Mammen a menudo reflejaban una calidad narrativa muy humorística, al retratar a las mujeres simplemente disfrutando de la compañía de otras mujeres. Están ahí y existen para ellas mismas, ajenas a las retóricas y lecturas masculinizantes.

Secretamente me desprecias, de Jeanne Mammen

En estos días difíciles en los que reflexiono mucho me vienen a la cabeza los personajes de Hernan Bas. Personas que a menudo están solas, en un momento reflexivo, como queriendo saber quiénes son. Podría decirse que Hernan Bas retrata el amor propio. Además, los protagonistas de los cuadros de Bas suelen ocupar espacios extraños, ambientes raros, como en el cuadro Secretamente me desprecias de 2004, en el que unos amigos conversan tras la sombra de un perro en la pared. Su obra también celebra lo queer. Pero lo que más me interesa de la obra de Bas es que existe una oscuridad que sobrevuela sus cuadros, pienso que son los relatos que no han sido abordados por la Historia del Arte más tradicional.

Girl with a Basket of Flowers, de Hilary Harkness.

A diferencia de Bas, Hilary Harkness usa sus pinturas para reapropiarse de la historia a través de una lente LGBTQ+. Para ella el amor es una cosa particular en cada ser humano. El ciclo de encontrarlo o buscarlo, como el de perderlo o mantenerlo, o comenzar el proceso nuevamente, es algo que debe experimentarse. El trabajo de Hillary puede verse como parte de un work in progress donde sus creaciones reflejan ese amplio espectro de diversas experiencias en torno al acto de amar. En esa misma línea se encuadra la obra de TM Davy que dice pintar lo que ama, a ese hombre concreto y a esos compañeros gais. Su gesto es una forma de devoción del aquí y del ahora. Me gustaría resaltar, sobre todo, Epitalamio que fue pintado hace diez años, cuando las personas LGTBIQ+ no podían casarse todavía en muchos países, y revela una realidad que va por delante de las instituciones.. Cuando veo los cuadros de Davy que dice pintar lo que ama, pienso en el verso de Cernuda “si el hombre pudiera decir lo que ama”, y siento un poco de justicia poética.

Louis, Tristan, and Sarah, de Doron Langberg.

En la obra Louis, Tristan y Sarah de Doron Langberg se perciben el amor y la sexualidad como parte de la vida cotidiana. Todos ellos visten ropa unisex y sus rostros están algo oscurecidos: su identidad es una incógnita. La relación entre ellos no está clara pero no nos importa. Encontramos calidez y amor, y ahora no necesitamos más. La pintura de 2017 contiene suficientes detalles para sugerir que las figuras están cómodas en un espacio seguro, pero permanece lo bastante abierta como para permitir múltiples lecturas sobre la relación que los une. Su trazo tiende a la abstracción, los cuerpos se desdibujan y se desconocen sus límites, dónde acaban y dónde empiezan. No se trata de desdibujar para fundir, sino de emborronar para liberar las múltiples posibilidades.

Obra de Domingo el Chino (sin título).

En ese sentido la obra de Langberg conversa con la de Domingo el Chino, sus personajes están perfectamente definidos y sus genitales y lo sexual cobran una fuerza reveladora. Pocas veces habíamos visto a los cuerpos conversando así: la línea que perfila es el punto de partida. Es curioso como mientras que el deseo masculino heterosexual puede usarse como un dispositivo simbólico, como en La libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix, o como un dispositivo formal para construir composiciones abstractas como sucede en de Kooning o en Picasso, las imágenes eróticas construidas a partir de la mirada masculina gai  se perciben como pornográficas a simple vista, una tendencia histórica que Langberg y El Chino están interesados en desafiar. Es precisamente esto que denuncian lo que llevó al pintor pre-rafaelita Simeon Solomon a la cárcel y después al olvido. En el año 1873, en la era victoriana, Solomon era una figura que vivía abiertamente su sexualidad, y fue arrestado tras haber sido sorprendido en unos baños públicos con otro hombre, acusado de sodomía. Sus compañeros, amigos y clientes le abandonaron, y su trabajo fue rechazado y olvidado acusado de pornográfico.

The patience of Saint, de Simeon Solomon.

Dentro del mundo prerrafaelita, Simeon, es en mi opinión el que produce una obra más interesante. En ella muestra personajes andróginos, o del mismo sexo, en actitudes abiertamente eróticas. Si la mayoría de los prerrafaelistas nos muestran figuras de mujeres rayando la pasividad más absoluta, incluso la muerte (no olvidemos el gusto casi enfermizo que sienten por representar a Ofelia); Simeon se decanta por los cuerpos vivos que desean y son deseados. Los temas tienden a menudo a lo onírico y melancólico, ensalzan la belleza andrógina de las figuras y los amores tristes y desolados, acaso porque como diría en un verso Lord Alfred Douglas, «no se atreven a decir su nombre».

Men on Wet Bed, de Jonathan Lyndon.

En Men on Wet Bed, Jonathan Lyndon Chase elimina por completo la distinción entre los cuerpos de dos amantes, representando las figuras como un vórtice de energía sexual. Lyndon Chase se vale de las formas cubistas y futuristas para enseñarnos varios puntos de vista de la figura en movimiento. La habitación explota en colores vivos con los cuerpos alcanzando el éxtasis, evocando sin duda la obra de Francis Bacon en la que las formas y las figuras se convierten en espacios abstractos como sucede en Two figures. Ambas pinturas representan un encuentro sexual satisfactorio entre hombres, pero en el caso de Lyndon Chase, se trata de negros queer, una comunidad marginada, cuya representación Chase explora en la mayor parte de su obra.

Two Lovers, de Francis Bacon.

Pienso a veces en las palabras del fotógrafo Sunil Gupta que siempre enfatizaba lo importante que es el arte como generador de referentes. La obra de Gupta hace hincapié en las relaciones de poder, de clase y de raza, y en cómo estas condicionan las relaciones sentimentales. El contrapunto a este tipo de representaciones lo encuentro en los cuadros de Lotte Laserstein a los que vuelvo una y otra vez.  En la obra Mi estudio, 1928, Laserstein representa a su amante, Traute, como si fuera una venus reclinada sobre la cama, y su cuerpo contrasta con los tejados nevados de Berlín. Entre el fondo de la obra y el primer plano, Lotte está presente dentro del cuadro, trabajando sentada en su caballete. Si lo pensamos con detenimiento nos daremos cuenta de que es una composición imposible. El reflejo es un recurso usado habitualmente por Laserstein, aparece también en varios autorretratos, que ambas mujeres protagonizan juntas. En esta obra dedicada a Rose Traute, la artista rompe con esa clásica representación del desnudo femenino para la mirada masculina, al integrarse Laserstein en la obra, parece que se rompe esa jerarquía o relación objeto-sujeto, hay mucho más sentido de igualdad entre la artista y su modelo. Para finalizar, volvamos al gesto de Lotte Laserstein de En mi estudio, al gesto de insertarse a sí misma en la pintura. Una elección que podría leerse como un gesto triunfal, una representación orgullosa de su propia libertad dentro de su profesión elegida.  Además, el desnudo femenino, a menudo el territorio de la mirada masculina, se convierte en el territorio de la modernidad femenina en un proceso de recuperación.

In my studio, de Lotte Laserstein.

Todas estas obras y artistas se me antojan fundamentales en un mundo cada vez más polarizado, donde los grupos más conservadores y ultras pretenden obstaculizar no sólo las políticas de igualdad y reparación, sino que intentan restaurar un canon único y dominante. Yo que siempre estoy compartiendo imágenes para aliviar, para inspirar, imágenes que consuelen y sean casa, a veces me quedo muda de colores y de formas, y, sin embargo, otra vez, el gesto de la búsqueda que me hace ser. Creo que en tiempos que nos exigen ser más combativas y generosas que nunca, traer a artistas LGTBIQ+ es mi manera de luchar contra los relatos de odio, excluyentes y violentos.

Paisaje, de Jenny Saville.

Hay tantos artistas alucinantes haciendo arte desde el que tejer redes de apoyo ante la ignorancia y la agresión del mundo exterior, que no puedo, no podemos, dejar de celebrarlos, de compartirlos. Siempre estuvieron, aunque aquellos que escribieron la Historia, decidieron ignorarlos.  No cejo en mi empeño de ampliar mi atlas mnemosyne mental y me he dado cuenta mirando la obra de todos estos artistas, de que el gesto que atesoro en estos tiempos es el del abrazo. Imágenes con esa sensibilidad y con ese poder absoluto para hacerme creer que no estamos solas. El arte es mi alegría y consuelo, mi manera de seguir adelante. Explicarme el arte, compartirlo y escribirlo es mi manera de estar presente y de abrazar. El arte es mi trinchera. Me quedo con las palabras de Jenny Saville: “Buscaba un cuerpo que estuviera entre los géneros. Había explorado un poco esa idea en Matrix. Yo estaba buscando una especie de arquitectura contemporánea del cuerpo. Quería pintar un paisaje visual a través del género —una suerte de paisaje.”

----------

Déborah García Sánchez-Marín es historiadora, apasionada del mundo audiovisual y nómada. Desde esa periferia, de padrón y de espíritu, busca completar los huecos de la historia oficial y escribir sobre las voces que no encontraron su espacio a través de los siglos. Fue cofundadora de Visual404, un espacio digital de contracrítica que libera las formas tradicionales del audiovisual.

 

En este septiembre se cumplen veinte años desde que me trasladara desde Vitoria a Madrid para estudiar Historia. En aquel trayecto, que ante todo fue mental, existía en mí la gran esperanza de poder descubrir quién era y quién quería ser. Siempre supe que no era heterosexual pero lo cierto es que desconocía...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Deborah García

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí