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Resulta difícil explicar cómo el Atleti le marcó tres goles al Girona tras rematar 11 veces en todo el partido y tres días después no fue capaz de anotar uno solo al Espanyol después de hacerlo en 25 ocasiones. Fútbol, pensarán muchos. Lo cierto es que en el día que menos se esperaba, teniendo enfrente a un recién ascendido que no había puntuado en los dos partidos precedentes de Liga, los rojiblancos sufrieron un eclipse ante la portería contraria que pareció afectar también a las decisiones tomadas por Simeone, que esta vez no ayudó al equipo con los cambios.
El calendario tan apretado de esta temporada llevó al técnico colchonero a dar descanso de entrada a Giménez, Llorente, Barrios y Griezmann; en menos de 72 horas espera otra dura cita en Bilbao. La ausencia del francés provocó que Sorloth y Julián Álvarez se juntaran de inicio por primera vez. El arranque no pudo ser mejor. Presionando arriba, moviendo rápido el balón, buscando entrar por bandas con la sociedad Lino-Riquelme por la izquierda y con el triángulo De Paul, Nahuel y Julián por la derecha, el Atleti desarboló a unos periquitos atemorizados e inofensivos.
Hasta seis claras ocasiones acumularon los locales en los primeros 25 minutos. Dos de Julián, una de ellas rechazada por el portero Joan García, gran partido el suyo, y otra que se le fue alta tras rematar en la línea del área pequeña, un tiro al palo de Lino, un disparo cruzado de Sorloth que rozó el poste y dos cabezazos peligrosos del noruego. Parecía cuestión de tiempo que cayera el primero.
Sin embargo, el Espanyol llegó vivo a la pausa de hidratación que hubo a los 30 minutos. Y allí el técnico del conjunto catalán corrigió cosas, pidió que apretaran más a Koke y De Paul en el medio campo y que en ataque colgaran balones al área. Siguiendo esas pautas, con el crecimiento de Aguado y Kral en el medio, y con el bajón de intensidad que sufrió el Atleti tras el vigoroso arranque, el partido empezó a cambiar. Y después del torrente de ocasiones en la portería blanquiazul el que estuvo a punto de ver perforada su meta fue Oblak en una clara ocasión de Puado, que remató alto estando en posición franca en el área. Antes del descanso pareció recuperar la senda el conjunto colchonero, pero otro cabezazo de Sorloth y un remate colocado de Lino volvieron a ser detenidos por el cancerbero.
El Atleti había hecho muchas cosas bien en el primer tiempo, pero el bajón en la recta final y el resultado apresuró a Simeone a hacer los cambios. Para iniciar la segunda parte quitó a Nahuel, Julián y Lino, y metió a Griezmann, Barrios y Llorente. De esa forma se deshacía la sociedad entre el brasileño y Riquelme que había funcionado bien. Sin embargo, a pesar de las ganas que le pusieron, ninguno de los dos españoles estuvo tan brillante como en compromisos anteriores, y Griezmann se mostró errático con el balón. Una de sus pocas aportaciones ofensivas, nada más arrancar el segundo periodo, fue un gran pase en vaselina que Barrios no pudo aprovechar en el área ante la salida de Joan García.
Todo pudo cambiar minutos después tras un envío de Barrios al área, que no atrapó el portero, en su único fallo de la noche, permitiendo que Koke rematara mordido en dirección a portería y cuando el balón estaba casi sobre la línea fue empujado a gol por Riquelme. La jugada nos deja la duda de si Calero habría llegado a tiempo de despejar la pelota antes de cruzar la raya, que puede que sí, pero lo cierto es que tras ser revisada en el VAR se anuló al haber solo un defensa entre Roro y la portería cuando Koke tocó el esférico.
Simeone decidió quitar a De Paul y meter a Correa, pero lo más sorprendente llegó en el minuto 72, cuando retiró a Sorloth para meter a Reinildo. La explicación que dio tras el choque es que no quería que el equipo se rompiera y buscaba equilibrio, pero lo cierto es que se entiende mal la decisión y, lo más importante, no funcionó. El Atleti perdió una referencia y una amenaza en balones colgados al área. El Espanyol se sintió cada vez más cómodo en defensa e incluso amenazó en alguna contra, como en un disparo cruzado del debutante Cheddira que rechazó Oblak. A base de corazón, pero sin ideas, los rojiblancos buscaron un arreón final que se tradujo en un buen pase de Griezmann a Riquelme al que llegó forzado y, solo ante el portero, remató desviado y otro tanto anulado al mismo Roro por un claro fuera de juego.
Un partido con varias caras distintas en ambos equipos, con motivos para ser positivo y otros para preocuparse. Lo único cierto es que los puntos que se escapan ya no vuelven. Y del Metropolitano volaron dos que hacen daño a los locales.
Resulta difícil explicar cómo el Atleti le marcó tres goles al Girona tras rematar 11 veces en todo el partido y tres días después no fue capaz de anotar uno solo al Espanyol después de hacerlo en 25 ocasiones. Fútbol, pensarán muchos. Lo cierto es que en el día que menos se esperaba, teniendo enfrente a un...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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